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jueves, septiembre 28, 2023

Votos y escaños: ¿Qué pasa con nuestro voto para el Congreso?

Por Ana Neyra

En la primera columna que escribí para este espacio, reflexionaba sobre qué estaba en juego en la próxima elección. Animaba a pensar en todo lo que puede hacer un/a Presidente/a y el Congreso, para evaluar bien a quién queremos darle ese gran poder con nuestro voto.

Otra reflexión importante es sobre qué pasa desde el momento en que votamos hasta que se define quienes son los y las congresistas electos/as.

Primero, ¿cómo votamos?[1] En la previa, hay que informarse y tener claros los partidos y candidatos/as[2]. Recordemos que la cédula de votación tiene 3 columnas: Presidente y Vicepresidentes, Congresistas y Parlamento Andino. Solo hay fotos de los/as candidatos/as a la Presidencia, no del Congreso o Parlamento Andino. Para esas dos elecciones, solo hay símbolos y dos recuadros en blanco al lado.

El día de la votación, se debe tener en cuenta: 1) Se puede votar por partidos diferentes para Presidencia, Congreso y Parlamento Andino. 2) En Congreso, se puede marcar un solo símbolo y, si se quiere, emplear los números de voto preferencial para poner los candidatos/as que uno quiere. Hay que memorizarse previamente sus números. No se puede poner un número para un partido y otro número, para otro. Los dos números tienen que ser del mismo partido. Si se hace diferente, el voto será nulo. 3) La marca debe ser una cruz (+) o aspa (x) y debe estar dentro del recuadro. Si el punto en que se cruzan (la intersección) está fuera del recuadro o se usa otro símbolo, el voto es nulo.

Y hablando del voto nulo, ¿cuál es su impacto? Los pases a segunda vuelta, los partidos que ingresan a la repartición de escaños y los que mantienen su inscripción vigente se calculan sobre votos válidos, es decir, no se incluyen los votos blancos y nulos.

La norma vigente (artículo 20 de la Ley Orgánica de Elecciones) señala que se requiere tener 6 representantes en más de una circunscripción electoral o 5% de votos válidos a nivel nacional para entrar en la repartición de escaños. Entonces, si los votantes fueran 1000 y todos votaran por un partido, se requerirían 50 votos para superar este umbral mínimo. Sin embargo, si 200 personas votaran nulo o en blanco, solo se requerirían 40 votos. Si lo calculáramos en función del total del padrón electoral (con poco más de 25 millones de electores[3]) y asumiéramos que todos fueran a votar, se necesitaría 1,264,398 votos para tener más del 5% de votación nacional. Sin embargo, si 20% de la ciudadanía vota nulo y/o blanco, solo se requeriría 1,011,518 (más de 250,000 votos menos).

Luego de determinar qué partidos ingresan a la repartición de escaños (solo los que superan la votación mínima anterior), se debe definir cuántos espacios le toca a cada partido. Para ello, se aplica la “cifra repartidora” (artículo 30 de la Ley Orgánica de Elecciones). Una operación matemática que hace dividir la votación de cada partido hasta completar el número de escaños que se reparten.

Ahora pensemos en una circunscripción electoral. Piura es el departamento con mayor cantidad de votantes después de Lima y, por tanto, con más escaños (7). Hoy tiene casi millón y medio de electores[4], pero veamos la aplicación de esta cifra con la real votación de las Elecciones Generales de 2016 (con los partidos en orden de aparición en la cédula).

La votación fue así:

VOTACIÓN
A 341,712
B 45,341
C 83,940
D 70,116
E 34,526
F 60,899
Votos en blanco 150,354
Votos nulos 218,326
Total de votos válidos 642,209
Total de votos emitidos 1,010,889

 

De plano, con los más de 250,000 votos inválidos (nulos y blanco), se reduce el universo que se requiere para la repartición (sumado a la votación en los demás departamentos).

El cálculo se hace solo con la votación válida, la obtenida por cada partido participante, que se divide desde 1 hasta 7 (el número de escaños por repartir).

A B C D E F
1 341,712.00 45,341.00 83,940.00 70,116.00 34,526.00 60,899.00
2 170,856.00 22,670.50 41,970.00 35,058.00 17,263.00 30,449.50
3 113,904.00 15,113.67 27,980.00 23,372.00 11,508.67 20,299.67
4 85,428.00 11,335.25 20,985.00 17,529.00 8,631.50 15,224.75
5 68,342.40 9,068.20 16,788.00 14,023.20 6,905.20 12,179.80
6 56,952.00 7,556.83 13,990.00 11,686.00 5,754.33 10,149.83
7 48,816.00 6,477.29 11,991.43 10,016.57 4,932.29 8,699.86

 

Se pone en orden los números más altos hasta completar los 7 (resaltados) y la cifra que se ubica en la posición 7 es la llamada “cifra repartidora” (en este caso 68,342.40). La votación de cada partido, se divide entre esta cifra y, según el resultado, se define cuántas posiciones le toca a cada partido, lo que deriva en que el partido A tenga 5 escaños y los partidos C y D, uno cada uno.

Solo luego de definir: 1) qué partidos participan en la repartición de escaños y 2) cuántos escaños le toca a cada partido es que se pasa a 3) establecer qué congresistas de cada partido ingresan (y aquí se verifica quiénes tuvieron más votos preferenciales). Si alguien no usa el voto preferencial, apoya con su voto el orden que definió el partido para establecer qué candidatos/as finalmente ingresan al Congreso.

Al margen de entender el detalle del procedimiento, algunas conclusiones importantes para evaluar el sentido de nuestro voto. Primero, si se vota blanco o nulo, hace más fácil a los partidos entrar a la repartición de escaños (superando el umbral mínimo), que se calculan solo sobre los votos a favor de las organizaciones políticas. Segundo, cuando se vota por un partido, nuestro voto apoya a la lista de este partido para tener mayor número de escaños, por eso siempre es importante fijarnos no solo en los candidatos/as que nos atraen, sino a todos los demás que podríamos estar apoyando a ingresar al Congreso. Finalmente, luego de lo anterior, es que se determina quiénes serían los/as electos/as y solo ahí se toma en cuenta el voto preferencial. Conocer el posible impacto de nuestro voto (al margen de que entremos o no en la “matemática electoral”), nos puede ayudar también a tomar una decisión informada y responsable.

[1] Sobre tres mitos para votar: 1) no hay información, 2) es lo mismo no votar o se vota en blanco o nulo, y 3) no hay reglas para votar, para las elecciones de enero 2020, grabamos este video: https://twitter.com/UdelPacifico/status/1220498809433669632?s=20.

[2] La información oficial es la del Jurado Nacional de Elecciones y está disponible en Voto Informado. Pero hay diversas iniciativas ciudadanas y de medios de comunicación. La mayoría ha sido compilada en voto360.pe.

[3] 25 287 954.

[4] 1 396 448.

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