Por Manuel Silva
¿Cómo impactó la pandemia en el medio ambiente en el mundo?
Según datos del Global Carbon Project & CDIAC recogidos por la BBC en mayo del 2020, nos muestran que “en lo últimos 100 años varias crisis han significado una disminución de las emisiones de CO2 derivadas del uso del petróleo, gas y carbón. Así ocurrió durante la epidemia de gripe española, la Gran Depresión y el fin de la Segunda Guerra Mundial. La caída más fuerte, sin embargo, la ha causado el coronavirus en pocos meses”.
Asimismo, la Agencia de Energía Internacional estimó que para el 2020 el mundo usó un 6% menos de energía, lo que a su vez lleva a una caída de las emisiones de CO2, así como una caída en la demanda global del carbón que llegaría a un 8%.
Además, según el informe del Ministerio de Ecología y Medio Ambiente de China (recogido por National Geographic), muestra que el promedio de días sin contaminación atmosférica en Hubei (China) aumentó en un 21,5% en comparación con las mismas fechas del año anterior debido a los confinamientos; la misma situación se replicó en Italia y España, donde se percibió una mejora drástica en la calidad del aire.
Sin embargo, otras voces alertan de un peligro para el medio ambiente durante la pandemia, el uso del plástico. El Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (UNEP) alertó en marzo del 2021 que desde el año pasado (2020), el uso de plásticos se ha disparado, no solo miles de millones de mascarillas, pero también guantes, desechos médicos y empaques de comida para llevar. “Su aumento ha sido tal que los sistemas de reciclaje han colapsado en algunos países. Si no se toman medidas, más del 70% de este plástico terminará tirado en océanos y vertederos, y hasta un 12% será quemado causando contaminación y enfermedad en las zonas más vulnerables del planeta”.
Ejemplificando la situación en pandemia, un estudio de esta entidad estimó que si la población mundial usara la misma cantidad de mascarillas y guantes que se usaron en Italia en la primavera de 2020, se estarían consumiendo unos 129.000 millones de mascarillas y 65.000 millones de guantes mensualmente en todo el mundo.
¿Cómo impacta en el Perú?
Marc Dourojeanni, profesor emérito de la Universidad Agraria La Molina, compartió en una columna para Actualidad Ambiental que la situación en nuestro país no es muy alentadora.
“Las informaciones nacionales son escasas, escuetas, esporádicas y poco confiables. Pero, lo poco que se llega a saber no es nada alentador. Todas las actividades ilegales han mostrado un repunte notable, tal como está ocurriendo en el Brasil, donde apenas en abril la deforestación aumentó por lo menos en 171% con relación al año anterior, y donde en promedio nacional oficial, esta ha aumentado 55% en comparación a la que se produjo en los cinco primeros meses de marzo a mayo del año pasado”.
Los principales problemas, según señala, se ven en el incremento de la deforestación con fines de expansión agropecuaria y, asimismo, por acción de la minería ilegal; aumento de la extracción ilegal de madera, caza de especies en riesgo de extinción tanto para consumo como para tráfico de especímenes valiosos, invasión de áreas naturales protegidas y en especial, de tierras de comunidades indígenas; aumento de ciertas formas de contaminación, como por mercurio así como por arrojo descontrolado de residuos de todo tipo; pesca abusiva y sin control tanto en el mar como los ríos. “Muchos de esos impactos, como la deforestación y la extracción ilegal de madera en curso, tendrán consecuencias en el futuro mediato, por ejemplo, con un recrudecimiento de quemas e incendios forestales y, en su conjunto, las consecuencias se harán sentir más a medio y largo plazo”.
A esto, debemos añadir los casos de derrames de petróleo ocurridos en pandemia, según el portal Convoca, hasta agosto del 2020, hubo 14 derrames de petróleo durante la pandemia en el Perú, “la mayoría se registró en el Lote 192, en la región Loreto. La empresa que tiene adjudicada esta área, la canadiense Frontera Energy del Perú S.A., no ha estado operando, sin embargo, el crudo sigue contaminando el suelo. Las causas están en investigación por parte del Organismo de Evaluación y Fiscalización Ambiental (OEFA)”.
¿Cuál es el estado de los conflictos sociales y socioambientales?
Revisamos el “Reporte de Conflictos Sociales abril 2021” de la Defensoría del Pueblo, documento que precisa que en el mes de marzo se sumaron 5 nuevos conflictos, lo que muestra un total de 191 conflictos activos y 50 latentes en lo que va del 2021.
Además, la mayor cantidad de conflictos sociales que se desarrollan en una sola región se ubican en los departamentos de Loreo (26 casos), Cusco (21 casos) y Áncash (16 casos).
Asimismo, según el desagregado por conflictos socioambientales, estos ocuparon el 64.4 % (123 casos) del total de conflictos registrados en ese mes. Del total, el 64.2 % de los conflictos socioambientales correspondes a conflictos por la actividad minera, y por actividades hidrocarburíferas corresponde a un 20.3 %, siendo estos dos los principales conflictos socioambientales detectados.
¿Qué propusieron los candidatos y qué sugieren los especialistas?
Conversamos con José Pinto-Bazurco, doctor en Derecho Internacional Público y especialista en derecho internacional del medio ambiente, sobre las propuestas y planes de gobierno de los candidatos Keiko Fujimori y Pedro Castillo. Para Pinto-Bazuco, el tema medioambiental, “no ha sido tratado con la importancia que debería tener, no solo en los debates».
Si bien en primera instancia, el especialista considera que el plan de Fuerza Popular es más completo y estructurado al tener propuestas aterrizadas y alineadas con las políticas medioambientales actuales; Perú Libre cuenta con propuestas “originales”, que, si bien son generales, muestran un rumbo opuesto a las políticas actuales.
“Ambas son muy generales, pero si tuviera que pensar en uno de los dos que vaya más hacia el corazón del problema, el plan de Perú Libre podría ser más efectivo pues se incluye varios elementos relevantes como reconocer el valor de los recursos naturales. Fuerza Popular busca mantener las políticas medioambientales actuales. Perú Libre propone medidas de cambio, no solo mantenerse, y aquí hay algo importante: El Perú no ha encontrado el equilibrio entre ser un país exportador y el impacto del medio ambiente, se tiene que hacer una revaluación para encontrar el equilibrio social y económico con el cuidado del medio ambiente, el plan de gobierno que toca este aspecto de forma más clara y directa es el de Perú Libre”.
José Pinto-Bazurco puntúa que existen otros problemas donde los candidatos deberían plantear respuestas, la actividad informal y la corrupción. “(Junto con el equilibrio social, económico y medio ambiente) estos problemas hacen que cualquier política que establezcan se vea anulada, si no combates la ilegalidad, la corrupción, no hay nada que puedas hacer para tener resultados efectivos en el tema de medio ambiente. La deforestación tiene como causa principal, no solo en actividades económicas legales realizadas por empresas exportadoras sino también por actividades informales,”.
Además, un punto de suma importancia que debería tomarse en cuenta, según comenta, es incorporar el componente de vulnerabilidad en las políticas presupuestales. El Perú no es solo vulnerable al cambio climático, es vulnerable ante cualquier desastre natural o realizado por el hombre, se tiene que tomar en cuenta que el cambio climático va a tener efectos en la infraestructura, los ecosistemas y en la salud de las personas. El Perú ha hecho poco o nada para combatir esto, las políticas actuales son generales y se centran en la mitigación, el transito hacia energías renovables, pero es importante, también, reconocer que somos vulnerables ante cualquier desastre y no estamos preparados”.
Asimismo, recogemos las principales propuestas que debería priorizar el próximo Gobierno según la Sociedad Peruana de Derecho Ambiental (SPDA), las cuales proponen a los candidatos 1) Priorizar el Acuerdo de Escazú, 2) Modificar el Código Penal a fin de investigar y sancionar los ataques y amenazas a los defensores de áreas protegidas, 3) Implementar medidas de protección aprobadas y 4) Impulsar el trabajo multisectorial entre los diversos sectores del Estado, gobiernos regionales y locales.