En los últimos días hemos sido testigos de cómo estatuas de algunas partes de Colombia y Canadá han sido derrumbadas por protestantes. Esto es un hecho peculiar que sin duda deja un sinfín de preguntas.
Una estatua en los países representa a personas que fueron un símbolo para una nación y que dejan un legado como tal. Se trata de generar una identidad comunitaria. Esto parece no suceder en algunas naciones.
Un ejemplo de derrumbamiento de estatuas fue en Estados Unidos. La muerte de George Floyd significó el estallido definitivo contra las autoridades locales por casos de homicidio a personas afrodescendientes. Entonces, el derrumbar estatuas tiene como propósito recordar la memoria de personas asesinadas y/o esclavizadas por la clase “alta”.
Ciudades como Boston y una estatua sin cabeza de Cristóbal Colon fueron algunas de las manifestaciones vistas.
Colombia y su intento de regresar a un estado de paz
El paro nacional en Colombia ya tiene más de dos meses y consigo enfrentamientos, muertes y estatuas atacadas por personas. Es importante indicar que al realizar esto último la historia de un país no cambiará o peor aún eliminará el pasado.
Pareciera aún muy lejano que dicho país retorne a la tranquilidad.
En el país cafetero realizan estos actos a manera de reivindicar o respetar la cultura indígena que tantas veces ha sido dañado o minorizada. Muchas de estas personas quizás no entienden el valor cultural que representan las estatuas como historia, pero es labor de las autoridades locales de tratar de llegar a un consenso.
Quizás dentro de los símbolos afectados en Colombia, la estatua de Cristóbal Colón en Barranquilla fue la que más llamo atención y que ha sido tendencia en la red social Twitter.
Una ola de calor más fuerte en Canadá
Hace días veíamos que Canadá pasaba días calurosos al haber llegado a 48 grados, pero lo que realmente sería noticia y lo sigue siendo es el hallazgo de casi 1000 tumbas sin marcar en los internados de la Columbia Británica y Saskatchewan, que fueron dirigidos por la Iglesia Católica y financiados por el gobierno. Esto fue la gota que rebalsó el vaso.
Lejos de celebrar el “Día de Canadá” miles de ciudadanos salieron a protestar por lo sucedido y hacer sentir que este acontecimiento no representa la historia de su país. ¿Cómo empezaron a hacerse notar? La respuesta es simple, derrumbando estatuas.
Los manifestantes tumbaron las estatuas de la reina Victoria y de la reina Isabel II en la ciudad canadiense de Winnipeg y aunque anteriormente se dijo que esto no cambaría lo sucedido por ahora así expresan su sentir.
Las autoridades deberán trabajar en los hechos acontecidos y como dijo el primer ministro canadiense, Justin Trudeau “nos han impulsado, con razón, a reflexionar sobre los fracasos históricos de nuestro país”.