El día de la eliminación de la violencia contra la mujer se celebra cada 25 de noviembre. Fecha que parece lejana, pero que sobre todo se debería más que celebrar, luchar por un hecho que viene siendo pan de cada día.
Hay que recordar que la violencia hacia la mujer no solo es física sino también verbal.
Algunos pensarían que el abuso y/o maltrato contra la mujeres disminuiría por la pandemia del coronavirus. Lamentablemente sucedió todo lo contrario.
Según la Encuesta Demográfica y de Salud Familiar (ENDES), el 54,8% de mujeres en el Perú fue víctima de violencia psicológica, física o sexual alguna vez por su esposo o compañero durante el 2020.
La cifra es más preocupante si observamos que la tendencia se incrementa en las residentes del área urbana (55,3%) en comparación con las residentes del área rural (52,3%).
Manifestaciones más comunes de violencia contra la mujer
La “ENDES” durante el periodo de investigación entre las formas de violencia, destaca la violencia psicológica y/o verbal (50,1%), que es la agresión a través de palabras, injurias, calumnias, gritos, insultos, desprecios, burlas, ironías, situaciones de control, humillaciones, amenazas y otras acciones para minar su autoestima.
Luego, la violencia física (27,1%), que es la agresión ejercida mediante golpes, empujones, patadas, abofeteadas, entre otras y finalmente, la violencia sexual (6,0%), que es el acto de coacción hacia la mujer a fin de que realice actos sexuales que ella no aprueba, o la obliga a tener relaciones sexuales.
Para contrastar lo brindado por la investigación, Humberto Castillo Martell, director general del Instituto Nacional de Salud Mental (INSM) precisó lo siguiente.
“Los resultados del estudio epidemiológico sobre el impacto de la pandemia en la salud mental son contundentes y la violencia contra la mujer deviene del machismo imperante en la sociedad, que se expresa erróneamente en el supuesto derecho de los hombres de corregir e incluso castigar a la mujer que no se ajusta a expectativas o ideales patriarcales” enfatizó.
Un gran problema por el que se origina el maltrato a la mujer radica en el pensamiento erróneo de aquella “cultura romántica machista” que idealizan a un príncipe azul.
“Una adecuada educación sentimental permitiría a las personas tomar conciencia que los sentimientos nocivos y el amor idealizado provienen de experiencias dolorosas -rivalidades de hermanos o paternidad ausente- en la infancia y que requieren ser calmadas en una relación adulta, paritaria y saludable”, subrayó.
Razones por las cuales no buscaron ayuda cuando fueron maltratadas físicamente
El presente estudio señala que del universo de víctimas de violencia física , la principal pregunta realizada fue los motivos por el cual nunca buscaron ayuda.
Se logro recopilar la siguiente información: El mayor grupo se refirió a que No era necesario (46,4%), que sentían Vergüenza (16,0%) y que No sabían dónde ir o no conocen servicios (11,7%). Así mismo, el 17,7% mencionó tener algún tipo de miedo; que comprende en mayor porcentaje el miedo a que le pegaran de nuevo a ella o a sus hijos (8,6%), seguido del miedo de causarle problemas a la persona que le pegó (6,2%) y el miedo al divorcio o separación (2,9%).
Guía educativa para la educación emocional en la pareja
Castillo Martell notificó que el INSM, en el objetivo de promover el bienestar emocional, psicológico y social de la población, realiza documentos técnicos y, a través de la Dirección de Salud Colectiva y el Departamento de Promoción de la Salud y Prevención de Problemas Psicosociales, ha elaborado el instrumento educativo ‘Aprendiendo habilidades para la convivencia en pareja’.
Esta guía se convertirá en una herramienta de apoyo para el personal del primer nivel de atención, a fin de educar a las parejas, buscando así beneficiar a 117 000 familias. Para tal efecto, se está trabajando de manera coordinada y articulada con el Minsa.
Puedes ver la Encuesta Demográfica y de Salud Familiar aquí.