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sábado, diciembre 9, 2023

El dilema de la “recuperación” del Gas

El presidente Pedro Castillo reiteró el pasado lunes su deseo de «recuperar» el yacimiento del gas de Camisea (Cusco), uno de sus principales ofrecimientos cuando era candidato a la presidencia y que mencionó el pasado 29 de julio en la ceremonia simbólica de asunción al mando en la Pampa de la Quinua en Ayacucho.

“Desde Chota anuncio de que nos vamos a comprar el pleito para recuperar el gas de Camisea para todos los peruanos”, dijo el mandatario desde Cajamarca, durante la inauguración de nueva infraestructura de la Universidad Nacional Autónoma de Chota.

«Muchos no quieren, hay personas que no quieren ver el desarrollo del país, porque se han acostumbrado a decir que estamos en un crecimiento económico y ya es tiempo de que el crecimiento esté equilibrado con el desarrollo del país», agregó.

La importancia del gas natural

La volatilidad en el precio del GLP ha llevado que el balón de gas pase de los 38 soles a los 65 y 70 soles en menos de dos meses. El Organismo Supervisor de la Inversión en Energía y Minería (Osinergmin) sostuvo que cocinar utilizando energía eléctrica sería más económico que hacerlo con GLP, alcanzando un ahorro de hasta 50% que tiene como referencia los precios actuales del balón de gas.

Respecto al gas natural, una vivienda que cocina con esta fuente de energía ahorra un 50% a 60% respecto al GLP, si se considera que la tarifa del gas natural por punto es de 25 soles, frente a los 60 a 70 soles del balón de gas. Y si, además de la cocina, esta fuente se extiende a la terma o lavadora, ese ahorro sube al 70%.

El ex presidente de PetroPerú, Humberto Campodónico, nos comenta que la promoción de este tipo de energías “es muy importante porque el gas natural contamina mucho menos que el petróleo. El GLP tiene un contenido de C02 bastante más grande que el gas natural, este es un punto ecológico muy importante ahora que estamos en una transición energética hacia energías limpias. El gas natural que está en el lote 88 tiene un precio regulado que no sigue los vaivenes del precio del mercado internacional porque proviene de yacimientos del Estado. Tienen precio regulado que nos desamarra de los precios altos del mercado internacional del GLP”, señala.

Asimismo, el economista Renzo Vidal apoya la idea de una mayor promoción del gas natural, el problema es que no contamos aún con la infraestructura necesaria para su distribución. “Lo que pasa con el gas natural, que proviene principalmente de Cusco, es que no hubo mucha demanda interna entonces evidentemente se tenía que exportar a otros países. El problema es que en este aspecto nosotros importamos muchísimo y, además, cuando no tenemos una buena producción las empresas que se dedican a este rubro importan al precio de los mercados internaciones. La producción peruana de petróleo no ha sido la más adecuada, ha ido bajando. Miras a otro tipo de energía como es el gas natural es una buena opción, de hecho, nosotros tenemos esas reservas. El problema es que no tenemos una infraestructura capaz de generar ese tipo de oferta y, como consecuencia, la demanda de ese tipo de energía en los hogares. Incluso todo Lima no tiene acceso al gas natural”.

Al respecto Campodónico señala en su columna “Transición energética y gas en los hogares” que fuera de Lima no ha avanzado la masificación domiciliaria en la sierra centro y sur en las llamadas 7 regiones: Ucayali, Junín, Ayacucho, Huancavelica, Cusco, Apurímac y Puno. “Proinversión planteó 113.535 conexiones domiciliarias en 8 años (poquísimo, nada), licitó varias veces el proyecto y siempre quedó desierto ¿Por qué? Porque los postores no ven la rentabilidad económica pues, a diferencia de Lima, no hay grandes consumidores que permitan un flujo grande de ingresos que financie el tendido de redes en toda la ciudad: el “subsidio cruzado”. Ese es el quid de la cuestión. En las 7 regiones la masificación no tiene rentabilidad económica sino social: como la luz y el agua, el gas debe llegar a todos los hogares”.

Lo que dice el Ideario de Perú Libre

El Ideario y Programa de Perú Libre, partido que acogió al ahora presidente Pedro Castillo propone la estatización de sectores estratégicos como medida no descartada frente a no aceptar las nuevas condiciones de negociación, el Estado peruano, según indican, debería proceder a la nacionalización del yacimiento en cuestión de los sectores mineros, gasíferos, petroleros, hidroenergéticos, comunicaciones, entre otros. “En algunos casos solamente debe recurrirse a la nacionalización y no la estatización, indemnizando al privado lo invertido y administrando el total de las utilidades generadas, industrializando el país, generando empleo, fortaleciendo los sectores estratégicos (educación, salud, agricultura, defensa, etc.), y sosteniendo los programas sociales”, se señala en el documento.

Además, se propuso una que el gas de Camisea sea el “pan de la educación”, esto indicando que impuesto anual entre canon gasífero, regalías e impuesto a la renta que debe cobrarse por la explotación del gas de Camisea “asciende a un monto de 23 mil millones de dólares. Este recurso se compra al Perú a 0.54 USD el millar de pies cúbicos, pero lo revenden en el extranjero entre 10-14 USD. El impuesto que actualmente pagan es 1,135 millones USD y debiera ser 23 mil millones USD a precio de mercado. Esta última cifra es cuatro veces más el presupuesto de la educación actual, con lo que se podría cuadruplicar todo lo concerniente a este sector. Así el gas de Camisea se convertiría en el pan de la educación peruana”.

Asimismo, se relata que la estatización o nacionalización de los principales yacimientos mineros, gasíferos, petroleros y centros energéticos, es lo que garantizará dar uso a los recursos con la soberanía del caso. “El Estado debe tomar el control total sobre tres importantes sectores que generan riqueza inmediata. Los principales yacimientos de la gran y mediana minería como Yanacocha, Antamina, Toromocho, Marcona, Cuajone, Quellaveco, Toquepala, etc., deben ser nacionalizados y pasar descentralizadamente a la administración de los gobiernos regionales según su jurisdicción. El yacimiento gasífero de Camisea, los pozos petroleros, refinerías y centrales hidroeléctricas, también. En todas estas empresas explotadoras de recursos materiales y humanos, somos los peruanos quienes hacemos el trabajo más duro y difícil por lo que la presencia de los extranjeros no es imprescindible para que la misma funcione”.

Sin embargo, el pasado 10 de agosto, el titular del Ministerio de Economía y Finanzas, Pedro Francke aseguró que no se harán expropiaciones del sector de gas natural e hidroeléctricas. Esto debido a que, durante una entrevista emitida a principios de agosto, Bellido comentó que parte del sector energético «tiene que estar en manos del Gobierno», dando como ejemplo el caso de Camisea.

Sin embargo, Francke negó que se tenga planteada la nacionalización de esta empresa de gas natural.

“No vamos a expropiar el gas de Camisea. Las empresas privadas seguirán explotándolo. Nosotros queremos asegurar que sirva para que los peruanos tengan un gas más barato en su casa”, dijo Francke en dialogo con Canal N.

Lo que dice el Plan Bicentenario

El Plan Bicentenario presentado por Pedro Castillo con miras a la segunda vuelta electoral presenta que desde el 2005, los gobiernos solo han llevado el gas a la costa y al extranjero,

fundamentalmente a Lima y no han podido llevar el gas a los hogares de millones de

peruanos, sobre todo a los pueblos de la sierra centro y sur. El gas de Camisea, que provee

de energía barata a los hogares (y sustituye a los balones de GLP), está en el Cusco, pero

esta región ni ninguna de las regiones del sur o el centro tiene gasoducto ni conexión domiciliaria.

Por ello se dio la propuesta de construir una Red Nacional de Gasoductos, tomando la masificación del gas como una política de Estado; fortaleciéndose la gestión de empresa pública, regulando una política de subsidios por destino y uso: domiciliario, industrial, otros, favoreciendo la rentabilidad social del recurso.

El primer avance: el proyecto de encargos especiales

El proyecto “encargos especiales” fue presentado por el ministro de Energía y Minas, Iván Merino Aguirre, el pasado 8 de septiembre ante el Congreso de la República, donde expuso los primeros lineamientos de su gestión, la cual está orientada a impulsar las inversiones en minería, hidrocarburos y electrificación para el país bajo los criterios de Rentabilidad Social y Enfoque Territorial. se dividirá en tres etapas: Ayacucho y Ucayali empezarían este año 2021; Cusco después y, finalmente, Huancavelica, Junín, Apurímac y Puno. Se espera llegar en cinco años a 400.000 familias dotadas de gas natural domiciliario. Para el 2025, el ministerio del ramo ha previsto que existan más de 2 millones 500 mil conexiones de gas domiciliario.

El inicio en Ayacucho y Ucayali es debido a que ambas regiones ya cuentan con gasoductos que permiten abaratar los costos de la conexión, además de que Ucayali tiene reservas de gas natural propias.

“Lo que ha hecho el Estado es ingresar al proyecto través de Petro Perú, por un lado, y del otro se encuentra el financiamiento del Fondo de Inclusión Social Energético (FISE). El mecanismo anterior fracasó y el propio ministro Jaime Gálvez (anterior ministro de Energía y Minas durante el gobierno de Francisco Sagasti) lo dijo claramente: ya ha fracaso estas iniciativas para que, entre el sector privado, el Estado puede entrar de forma subsidiaria”, comenta Campodónico.

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