Algunos ingenuos en el Cusco, pensamos que la pandemia haría reflexionar a muchas autoridades y grupos empresariales del turismo, a reformular las políticas de turismo en particular hacia Machupicchu; por ejemplo diversificando otros destinos, como la de constituir la Unidad de Gestión de Choquekirao y corolario de ella construir el Teleférico a Choquekirao; sin embargo vuelve el sonsonete rentista de discutir todo en función y nada más acerca de Machupicchu, lo peor es que la iniciativa sale del Ministerio de Cultura y ni siquiera del Ministerio de Turismo.
El supuesto gobierno del cambio por boca y acción del Notario Ciro Gálvez, vuelve a la vieja ruta de hiperconcentrar en Machupicchu el turismo; como si descubriera la píldora anuncia que se ampliara a 3,500 personas, la capacidad de ingreso al Santuario, para lo cual aprobó una Resolución Ministerial, basado en los informes del sector y la UGM que preside el Gobernador Regional del Cusco. Hasta ahí bien todo el formalismo, pero hay algo que se silencia y esconde con un truco.
Para información del ministro despistado, para empezar debería pedir las estadísticas antes del año 2019 año de la pandemia, y se dará con la siguiente sorpresa que, para entonces oficialmente la carga era de 2,500; pero en temporadas altas, con la vista gorda del Ministerio de Cultura, UGM, etc. ingresaban entre 5 a 6 mil visitantes diariamente; duplicando el aforo y violentando la supuesta normas que regula el ingreso a Machupicchu; por cuya razón UNESCO señaló que el Santuario de Machupicchu era un Patrimonio en riesgo, porque se estaba destruyendo aceleradamente la ciudadela, el entorno, los accesos, entre otros.
Con estos antecedentes, si ahora aprueba las 3,500 visitas diarias, en los próximos meses y años, en términos reales ingresaran al santuario entre 7 a 10 mil personas diarias; que es el sueño rentista de los monopolios turisteros y que cuentan con la complicidad de autoridades regionales y municipales que son también parte del lobby turístico.
Nadie con sentido común, está en contra del desarrollo del turismo, para ello de manera rápida y de emergencia si es necesario, se debe abordar: La elaboración de un Plan Regional de Turismo, respetando y garantizando la seguridad e integridad de los santuarios culturales y naturales; diversificar y ampliar los nuevos centros de visita; mejorar la capacidad y calidad de los servicios turísticos; revisar el monopolio del transporte y acceso a Machupicchu, entre otros temas urgentes.
En el caso concreto del Santuario de Machupicchu, el Ministerio de Cultura debe hacer pública y transparente la información de:
- El ingreso real al Santuario durante los años 21015. 2016, 2017, 2018, para verificar el número de visitantes, que superan largamente sus propios reglamentos de 2,500 personas diarias.
- Un estudio del aforo o carga de visitantes, sobre cifras reales; sin ocultar la realidad, para saber a ciencia cierta, cuáles son los argumentos para los actuales 3,500, si en años anteriores ya ingresaron hasta 6,000 visitantes.
- Un estudio de soportabilidad, para saber cuál es la resistencia natural, física, ambiental, etc. del Santuario a fin de evitar su destrucción; considerando que Machupicchu es un VALOR UNICO UNIVERSAL declarado por UNESCO.
Con toda esa información verídica y transparente, se puede y debe debatir y aprobar una política concreta para el Santuario de Machupicchu; lo otro es matar, como dicen los abuelos a la “gallina de los huevos de oro” solo para beneficiar, a un grupo de monopolios hoteleros y el tren de Rafael López Aliaga. Si queremos una reactivación económica debe tener como horizonte a todo el pueblo.
La “gallina de los huevos de oro” está en riesgo, pero habrá proyectos para su inmediata práctica y no quedarnos en la mera crítica? Siempre estamos en la crítica, pero nunca discutimos, al menos un proyecto de desarrollo que debe ser no solo para la región cusqueña, sino para muchos pueblos del Perú Profundo.