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jueves, abril 18, 2024

Hispanidad y libertad

La conmemoración del Día de la Hispanidad me permite ahondar en el significado de la frase con la que hace cuatro meses terminé mi columna sobre el uso político de la Cruz de Borgoña: “Prefiero pensar en el hispanismo como una enriquecedora disciplina de estudio antes que como una corriente de reivindicaciones políticas excluyentes”. Si bien desde ese entonces comprendí que dicha frase merecía una explicación más detallada, la llegada del 12 de octubre y las evidencias del vínculo entre algunos sectores de la oposición peruana y el partido político Vox me brindaron la oportunidad ideal para hacerlo. Decidí embarcarme en la aventura de poner por escrito lo que pienso acerca de la hispanidad y su interpretación política contemporánea.

La hispanidad es un componente identitario. Por lo tanto, para empezar esta reflexión, es necesario entender el contexto político en el cual se inserta nuestro debate contemporáneo sobre la identidad nacional. Pese a los múltiples matices y diferencias, podemos afirmar que tanto en el Perú como en España tenemos un gobierno de izquierda y una oposición de derecha. Esta última ha reaccionado con fuerza en contra del vínculo existente entre el partido (o coalición) de gobierno y una serie de movimientos sociales que ponen en cuestión la unidad del Estado-nación. De este modo, tanto los movimientos indigenistas latinoamericanos como los movimientos separatistas españoles han sido uno de los principales blancos del discurso opositor. Además, estos movimientos a menudo han sido vinculados con el “comunismo”, entendiendo a este último como una versión radical de la izquierda que revierte el progreso económico y destruye las libertades individuales.

En este contexto ha surgido una visión dicotómica que equipara la hispanidad con la libertad y el progreso, al mismo tiempo que asocia el indigenismo con el “comunismo” y el atraso. Así, por ejemplo, en el contexto de su reunión con el Caucus Hispano del Congreso de Estados Unidos, la Presidenta de la Comunidad de Madrid Isabel Díaz Ayuso declaró que los gobiernos latinoamericanos que abrazan el “nuevo comunismo” (en referencia al indigenismo) están muy enfocados en la colectivización de los sentimientos de agravio histórico, pero no promueven el desarrollo social y económico que sus ciudadanos demandan. Asimismo, con ánimo de exaltar el proceso de incorporación de los territorios americanos al Imperio Español, el Director de la Oficina del Español Toni Cantó afirmó que no se trató de un proceso de colonización o conquista, sino más bien de una liberación de la población originaria de América, la cual en tiempos prehispánicos se encontraba sojuzgada por un poder “salvaje y caníbal”. En términos generales, esta valoración positiva de dicho proceso -con muy pocos o nulos matices- es una constante en el discurso de la oposición española. Los ejemplos presentados aquí corresponden al Partido Popular, en cuya reciente Convención Nacional también se abordó el tema de la hispanidad frente al indigenismo.

Sin embargo, el partido político que más interés ha generado en el Perú es Vox. No solo es un partido que desde hace varios años defiende el proceso de colonización como un motivo de orgullo nacional para España, sino que también ha logrado utilizar este tema de manera muy efectiva en su actuación internacional en América Latina. Apelando a la dicotomía de hispanidad-libertad vs. indigenismo-comunismo, Vox está tejiendo redes con varios partidos de derecha en la región como el Partido Acción Nacional (PAN) en México, y Fuerza Popular, Avanza País y Renovación Popular en el Perú. México y Perú, además de haber sido dos principales centros de poder español durante la época virreinal, son países donde actualmente gobiernan líderes de izquierda que apelan a argumentos indigenistas. En el caso peruano, el hecho de que Vox haya logrado adhesiones para la Carta de Madrid, entablado reuniones con representantes de los tres principales partidos de oposición, e incluso invitado a Keiko Fujimori a su reciente evento “Viva 21” nos traslada un mensaje claro y a la vez preocupante.

No soy partidaria del aislamiento de Vox en el escenario político español, pero sí considero que sus lazos con la oposición peruana son preocupantes. En primer lugar, la dicotomía de hispanidad-libertad vs. indigenismo-comunismo distorsiona y simplifica en extremo una serie de procesos complejos que forman parte de nuestra historia compartida, así como también de la identidad personal de muchos ciudadanos latinoamericanos. Considerar el proceso de colonización como una liberación o como un motivo incuestionable de orgullo no permite comprenderlo a cabalidad, con sus luces y sombras como todo proceso humano. En segundo lugar, sumar una disputa identitaria (hispanidad vs. indigenismo) y una disputa ideológica (comunismo vs. anticomunismo) en un contexto político polarizado como el peruano es contraproducente. El enfrentamiento apasionado de dos bandos contrapuestos no lleva a un resultado productivo, sino solo a una peligrosa espiral de conflicto.

Es aquí donde vuelvo a mi frase inicial. Desde mi posición como una persona que cultiva estrechos vínculos familiares y personales con España, y que a la vez defiende la libertad individual, puedo decir que la mejor manera que he encontrado de atesorar la herencia hispana es estudiarla. Es apasionante entender nuestra historia, idioma, arte y tantos otros aspectos que tenemos en común y, más aún, a través de todo ello, entendernos a nosotros mismos. He encontrado en la investigación -y no en las reivindicaciones políticas o en la exclusión de otras identidades distintas a la mía- el camino para comprender y valorar la hispanidad. En eso consiste mi propuesta. Soy consciente de que muchos de mis compatriotas peruanos no están de acuerdo con la celebración de este día y lo comprendo. Mi consejo para quienes forman parte de partidos políticos, tanto del gobierno como de la oposición, sería que dejen la tarea de construir una identidad a los individuos y, en lugar de enfrentarse por estos asuntos, se concentren en plantear y debatir soluciones para los problemas comunes. Mientras tanto, aquí en Salamanca atardece y hoy me espera en casa uno de mis libros favoritos sobre el arte de Velázquez.

1 Comentario

  1. Buena recomendación de Soledad. 👍
    Es necesario la libertad de pensamiento y acción bajo propuestas y contenidos. No se gana ser oposición x oposición.
    La idea 💡es sumar, no dividir.

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