Un cierre al alza. El Banco Central de Reserva de Perú (BCR) actualizó el pasado 17 de diciembre el balance económico de nuestro país en su Reporte de Inflación, en este informe llegó a aumentar la expectativa de crecimiento para este 2021 ante el fuerte dinamismo de la economía peruana, esta previsión pasa de 11,9% a 13,2%.
Como se recuerda, en noviembre el presidente del BCR, Julio Velarde, en un foro académico adelantó las previsiones del crecimiento al cierre del año apuntando a un 13.2 %. Sin embargo, esta meta se lograría solo si “se mantiene el nivel de producción al que se ha llegado en agosto, el crecimiento de la economía este año sería de 13.2%, que es una cifra impresionante”, señaló
“La revisión al alza del crecimiento de 2021 se debe a un resultado mayor al esperado, dada la ejecución más alta del gasto público y privado”, expone el presidente del BCR en su reporte. Julio Velarde, destacó que desde el tercer trimestre de este 2021 el Perú ya está 1,6% por encima de su nivel de crecimiento prepandemia, y resaltó la mayor actividad de sectores no primarios como construcción y servicios.
Este crecimiento, también se ve influenciado también por el precio del cobre que ha aumentado debido a inventarios más ajustados, elevados precios de energía y menor producción de cobre reciclado. Empero, en diciembre se observó temores sobre la demanda futura de cobre por la crisis inmobiliaria en China y el racionamiento de la energía en industrias asiáticas.
Sobre el tema del cobre, según información de la agencia Reuters, para la multinacional Morgan Stanley: “Es probable que el cobre siga siendo volátil y vulnerable a los movimientos macroeconómicos, con unos inventarios bajos y tomas de posiciones relativamente bajas, mientras que las nuevas normas de Malasia están endureciendo los mercados de chatarra. Vemos un retroceso de los precios a partir del segundo semestre del 2022, ya que la oferta crece más rápido que la demanda, inclinando la balanza hacia el superávit”.
Para el economista Renzo Vidal, a fin de año aún tenemos una economía que no despega del todo, esto a causa de la poca incentivación a la inversión privada y la incertidumbre política. “Tenemos una economía que en estos momentos todavía no despega, una economía que no se dirige a incentivar la inversión privada. Adicionalmente, tenemos varios problemas que podrían detener la economía, como es la educación, en estos momentos no se da avisos de reactivación”.
Desde el Ejecutivo también se espera un crecimiento del 13%
El presente año, el producto bruto interno (PBI) peruano registraría una expansión de 13%, con lo cual se eleva la anterior proyección de 10.5%, sostuvo el titular del Ministerio de Economía y Finanzas (MEF), Pedro Francke.
“Los últimos datos muestran que el crecimiento de la economía ya está en azul, 3% encima de lo que teníamos previo a la pandemia y tenemos un avance interesante”, sostuvo en su exposición de balance económico en la PCM.
El ministro reconoció que la pandemia del covid-19 dejó algunos rezagos como, por ejemplo, en la generación de puestos de trabajo, pero que el Gobierno otorga medidas de reactivación para revertir esa situación.
“La crisis sanitaria nos dejó golpeados, tenemos un déficit no solo en servicios de salud, sino también en el empleo, el cual estamos empeñados en recuperar con medidas de reactivación”, afirmó.
Al respecto, el vicepresidente del grupo Moody’s Investors Service, Jaime Reusche, calificó de viables las nuevas proyecciones del MEF, que prevé un aumento de la actividad económica de 13%.
“Nosotros tenemos una proyección, pero estamos considerando revisarla al alza [ahora está en 12%]”, declaró.
Aunque no precisó el dato exacto, se mostró confiado en que estará por encima del 13% que proyecta el MEF.
Dijo que el crecimiento de la actividad productiva peruana avanza de acuerdo con lo esperado. “Esto se basa en la fortaleza inherente de la economía que está ayudando a este rebote. Hemos visto cómo el empleo formal ha retomado el nivel prepandemia”.
En balance, Renzo Vidal señala que: “Realizando un análisis anual, en principio tenemos incertidumbre, un tipo de cambio que no ha bajado a niveles normales, un BCR que sigue estimando que vamos a cerrar 13 %, esto en función también a un efecto estadístico, una caída de 11.2 % en el 2020 y un crecimiento de 13 % que podrá corregirse, dos extremos que no apuntan a nada, la tendencia del PBI potencial está en 3 % o menos, no se está apuntando a un cambio de timón. Tenemos sectores líquidos como la Bolsa de Valores, un mercado que todavía no define bien su dirección. Desde el lado ilíquido, un indicador son los temas inmobiliarios, en alquileres o ventas de inmuebles se ha visto una tendencia a la baja en los próximos meses y años, más si se tiene en mente implementar el aumento de impuestos en estos sectores”.
Las expectativas para el 2022
En su informe de Inflación, el BCR mantuvo su proyección de crecimiento de 3,4% para la economía peruana en 2022 y reveló que espera un crecimiento de 3,2% de la actividad económica de Perú en 2023, tras la finalización del escenario de pandemia.
A mitad del año, el Banco Central mantenía una proyección de crecimiento económico de 4 % para el 2022; sin embargo, Julio Velarde sostuvo en su exposición ante la Comisión de Presupuesto del Congreso en septiembre que el pronóstico para el 2022 se reducirá debido a expectativas negativas.
“Para el próximo año sí es probable que bajemos algo. Hay esta inercia de crecimiento, pero nos encontramos en un mar de expectativas negativas que frenan el crecimiento”, apuntó.
Las expectativas negativas empresariales afectarán la inversión privada y el crecimiento, explicó hoy durante su presentación ante la Comisión de Presupuesto del Congreso.
“El 2022 me preocupa porque vamos a tener un crecimiento algo menor, positivo, pero menor por el efecto de las expectativas negativas en cuanto a la inversión privada y al crecimiento”, manifestó.
Además, en el reporte de inflación de septiembre, se aprecia que el crecimiento de la economía en el 2022 retrocedería de 4.5% a 3.4%.
Por su parte, el decano de la Facultad de Negocios de la Universidad Privada del Norte (UPN), Augusto Cáceres, consideró que la economía peruana crecería 4.8% el próximo año impulsada por el incremento del gasto privado familiar y empresarial, el avance de las exportaciones, en un entorno de mayor control por la pandemia por el avance de la vacunación.
“El comercio exterior peruano entre los meses de enero y agosto alcanzaron los 34,365 millones de dólares, un 44.6% más en comparación al año anterior. Esto significa una de las tasas de crecimiento más altas del mundo”, indicó para la Andina.
Refirió que el resultado se debe a mayores envíos de productos tradicionales, principalmente minerales y no tradicionales.
También indicó que el restablecimiento de la demanda en los sectores tradicionales y no tradicionales como agropecuario, textil y pesquero, elevan la competitividad logística, la generación de empleo y la reactivación económica, exponiendo la economía peruana favorablemente a los mercados internacionales.
“Los factores determinantes en la recuperación de las exportaciones son el crecimiento de la demanda mundial de Estados Unidos y China, nuestros principales mercados, el avance en la vacunación, y la oferta diversificada de alimentos saludables y sustentables, donde el Perú logra posicionarse como proveedor importante en arándanos, paltas, espárragos entre otros”, puntualizó.
Atención a la inversión privada. Durante la presentación del Reporte de Inflación de septiembre, el presidente del BCR, Julio Velarde, señaló que la revisión de la proyección de crecimiento económico para el 2022 se debe al debilitamiento de las expectativas empresariales. Es así que, para el próximo año, en el mes de septiembre, las expectativas de inversión privada caen de 2.5% a 0%.
Sobre las expectativas de inversión privada, el presidente de la Confederación Nacional de Instituciones Empresariales Privadas (Confiep), Oscar Caipo, comentó que la paralización de operaciones mineras está afectando el crecimiento económico del país.
“Cada día de para impacta a los trabajadores de las minas. Ya hemos visto en el caso de Cerro Lindo es alrededor de 8,000 y en Las Bambas hay una cifra similar. Afecta a los proveedores y al ingreso de divisas para el país, como también el pago de impuestos y de canon para sus respectivas regiones”, aseguró el titular del Confiep en RPP.
En ese sentido, el representante gremial señaló que el Gobierno no solo debe ser un árbitro en los procesos de conflictividad y de negociación entre comunidades y las empresas, sino también tiene que dar las condiciones al sector minero, debido a que es la columna vertebral de la economía del Perú.
Caipo agregó que el Ejecutivo ha mencionado que trae un nuevo enfoque de conflictividad social, pero no está funcionando, debido a que se está viendo como resultado de esta nueva medida a personas que hacen negociaciones comerciales o no tienen derechos a unos tipos de reclamos y buscan algún beneficio del sector minero.
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