Mediante Decreto Supremo N° 179-2021-PCM publicado el nueve de diciembre, se dispuso la obligación de presentar el carné físico o virtual de vacunación contra la covid-19 en espacios cerrados a partir del 10 de diciembre.
«A partir del 10 de diciembre de 2021, en los cuatro niveles de alerta, los mayores de 18 años que deseen ingresar a los locales donde se desarrollan las actividades económicas y de culto que se brindan en los espacios cerrados (…) tienen que presentar su carné físico o virtual que acredite haber completado, en el Perú y/o el extranjero, su esquema de vacunación contra la covid-19», refiere la norma.
Desde su implementación, diversos grupos antivacunas han reforzado sus acciones ante las nuevas restricciones, desde jugadas legales hasta políticas. Para comprender mejor a estos grupos conversamos con la epidemióloga Claudia Areválo, quien nos recuerda que su origen mantiene un vinculo con un estudio publicado en la revista británica The Lancest hace una década atrás, donde se sindicaba que las vacunas triples vírica (sarampión, rubeola y paperas) se asociaban con el autismo.
“A partir de ahí se empieza a creer en el movimiento antivacunas y a decir que las vacunas producen autismo y no tenían los beneficios que se decían tener. En ese momento el movimiento antivacunas era pequeño, hoy tenemos un movimiento muy grande. Con la llegada del Covid y el desarrollo de las vacunas de una manera ´rápida´, la cual no es exactamente así pues A partir de ahí se empieza a creer en el movimiento antivacunas y a decir que las vacunas producen autismo y no tenían los beneficios que se decían tener. En ese momento el movimiento antivacunas era pequeño, hoy tenemos un movimiento muy grande. Con la llegada del Covid y el desarrollo de las vacunas de una manera ´rápida´, la cual no es exactamente así pues ya desde hace 10 años se había comenzado con la experimentación de las vacunas de ARN en virus como el Sida, los movimientos antivacunas encontraron un caldo de cultivo en esto y empiezan a propagar fake news, los movimientos antivacunas encontraron un caldo de cultivo en esto y empiezan a propagar fake news”.
En el 2010, el estudio mencionado “Wakefield”, publicado en 1998, y realizado en 12 niños, apuntaba que la inmunización era causa directa de autismo. Sin embargo, se comprobó que el informe era incorrecto. El Colegio General Médico de ese país determinó que las conclusiones a las que Wakefield llegó eran falsas y los métodos empleados para realizar el estudio también.
Los movimientos antivacunas en nuestro país
En primer lugar, en nuestro país el movimiento antivacunas no tiene la misma fuerza que en Estados Unidos o Europa, países que cuentan con casi un 30 % de su población reacia a cualquier tipo de vacunas. Conocido este detalle, nace una segunda interrogante: ¿qué tanto sabemos de estos movimientos en el Perú?
“Eso tendríamos que estudiarlo. ¿En realidad son movimientos antivacunas o es gente que no tiene confianza en las políticas de un país que está bastante golpeado? No hemos llegado a estudiar con claridad cómo están conformados estos grupos antivacunas, si están siendo utilizados por movimientos más grandes detrás, con mayor fuerza mediática que los vuelven caja de resonancia para usarlo como herramienta política, o es un movimiento pequeño que con la mediación de todo lo que se refiere a Covid, se está viendo como mucho más grande de lo que realmente es”, apunta la epidemióloga Claudia Arévalo.
Una de las acciones que se han tomado tras el inicio de la obligatoriedad de presentar en carnet de vacunación para entrar a establecimientos cerrados ha sido el polémico “carnet de exención”, promovido por figuras mediatizadas.
Desde las redes sociales y grupos de Telegram y Whatsapp viene circulando una plantilla de “Certificado de Exención de vacunación/barbijo/PCR”, los promotores de este documento lo hacen solo por no confiar en las vacunas ya sea por creencias personales o religiosas.
Una de sus mayores representantes es la abogada Beatriz Mejía, conocida por su contante participación en el movimiento Con mis Hijos no te Metas; en esta oportunidad, Mejía funge de defensora de todas las personas que no quieren vacunarse, dando defensa legal a los antivacunas si es que se le negara el acceso a algún establecimiento como dicta el Decreto Supremo N° 168-2021-PCM. En el mencionado certificado, se puede ver su firma como sustento de la idea de que “las vacunas causan graves efectos adversos, y para no exponerse al riesgo de afectaciones psicológicas y físicas”.
En sus redes sociales, Mejía ha arremetido contra el decreto, señalando que es una “vergüenza nacional”. “Decreto inconstitucional de media noche 179-2021-PCM imponiendo VACUNACION FORZADA, MUERTE CIVIL y legalizando DESPIDO ARBITRARIO. A la 1 a.m. demandamos su INCONSTITUCIONALIDAD, ya está judicializado, el Ejecutivo no puede obligar su cumplimiento”.
Otro movimiento antivacunas es la “Organización Mundial por la Vida”, una institución que se auto cataloga como “una institución que reúne a destacados científicos y académicos con altos valores éticos, preocupados por encontrar soluciones para mejorar la calidad de vida del ser humano”.
Como pudimos ubicar en grupos vinculados a esta organización también se viene manejando un carnet de exención para las vacunas, como el firmado por Beatriz Mejia. Incluso se ha venido promocionando su entrega gratuita en regiones como Trujillo.
Asimismo, como resalta la epidemióloga Arévalo, habría una razón más que motiva a estos grupos, la coyuntura política. “En el Perú me parece que estos movimientos responden más a una coyuntura política que a no creer en las vacunas. Como nuestra situación política en estos momentos es demasiada polarizada, los movimientos antivacunas y su discurso se ha usado como instrumento político para ataques hacia el partido contrario. No creo que el movimiento antivacunas en nuestro país sea un movimiento grande. Lo que sí, los partidos políticos y partidos estratégicos han usado a estos grupos para hacer resonar cosas que en este momento son usadas como armas políticas”.
Desde el Congreso la bancada de Renovación Popular calificó la medida aprobada por el Gobierno como “inconstitucional y discriminatoria”. Además, instó al Ejecutivo a dejar sin efecto las restricciones e implementar otros métodos de persuasión para que la ciudadanía se proteja de la pandemia del coronavirus.
“En Renovación Popular estamos comprometidos con el proceso de vacunación; sin embargo, creemos que se debe llevar a cabo dentro del marco del respeto a los derechos fundamentales de los peruanos”, se lee en el comunicado que cuenta con la firma de los 10 congresistas de la bancada celeste.
De igual manera, los congresistas de Perú Libre, el partido de gobierno, presentaron un proyecto de ley que busca eliminar las recientes restricciones para las personas no inmunizadas. La iniciativa N°958/2021-CR, de autoría de Margot Palacios, dice “garantizar el ejercicio de los derechos a la vida, a la salud y demás derechos fundamentales en época de pandemia”.
En su artículo 2 ordena que “nadie podrá aplicar a una persona u obligarla a aplicarse un procedimiento médico, vacuna o medicamento en contra de su voluntad”. También dice que “nadie podrá imponer medidas sanitarias que afecten la salud o la vida de las personas”.
En diálogo con RPP, Palacios dijo que las vacunas contra el coronavirus no cuentan con la suficiente seguridad y que se debe respetar la libertad de quienes deciden no recibir la dosis.
“Los laboratorios dicen que no hay responsabilidad suya por efectos adversos y el Minsa dice que no se hace responsable, eso es porque no hay certeza científica al 100%. Los ciudadanos actualmente no están decidiendo si es que quieren vacunarse, sino que se les obliga”, dijo.
Asimismo, señaló que se tuvo que vacunar por exigencia, pues no le permitieron abordar un vuelo por no contar con las dos dosis de la vacuna.
El error de llamar a todos antivacunas
Según detalló el ministro de Salud, Hernando Cevallos, del 6 al 12 diciembre, espacio de tiempo en que se dio la obligatoriedad de portar el carnet de vacunación, se tiene la data que 1.759.346 personas recibieron la primera dosis, completaron su protección o accedieron a la dosis de refuerzo. “En primera dosis se alcanzó 512.510, para segunda dosis 775.092 y para la tercera 471.744 ciudadanos. Esto ha elevado a 71.57% el universo de personas con dos dosis y 84.02% con una dosis. Tenemos más de 20 millones de personas con protección completa”, refirió.
El número de personas que están asistiendo por esta normativa a vacunarse es alto, por lo que Claudia Arévalo alerta que el ministerio esta desaprovechando el momento para conocer mejor las motivaciones de las personas que no se han vacunado hasta que el Estado dictó estas medidas. “Aunque no estoy muy de acuerdo con el pase sanitario, este ha hecho que se incremente la vacunación porque las personas no vacunadas van a tener restricciones. Pero, ¿qué tanto sabemos de esta gente que no se quiere vacunar? No sabemos nada. El Ministerio de Salud no se ha puesto en la cola de vacunación de estas personas que se han sentido obligadas a vacunarse. No podemos definir a la ligera como movimiento antivacunas a este grupo de personas cuando no sabemos las motivaciones que han tenido para no hacerlo”.
“Primero debemos averiguar las motivaciones de las personas que no se quieren vacunar. Segundo, entenderlo y convencerlo mediante campañas de que las vacunas funcionas y así poder cubrir la brecha. Y, en tercer lugar, comenzar a pensar en que nuestras acciones como sociedad nos están llevando al abismo, una sociedad no se puede paralizar por el medio a que podamos morir sin importar qué es lo que le pase a tu vecino vulnerable y solo ver por nosotros”, reflexiona Arévalo.
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