Con información de Bloomberg
Rusia y Ucrania juegan un papel clave en la producción y suministros de alimentos a nivel global. El primero es el mayor exportador de trigo, mientras que el segundo ocupa la quinta posición, según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).
Estos dos países, ahora en guerra, “proporcionan el 19% del suministro de cebada, el 14% del trigo y el 4% del maíz del mundo y representan más de un tercio de las exportaciones mundiales de cereales”, de acuerdo con un reporte de la agencia de la ONU.
Un informe presentado por la FAO en Roma sobre la importancia de Ucrania y Rusia para el mercado mundial de la agricultura, fijó una posición “preocupante” respecto a los precios de los alimentos, pues las simulaciones de la agencia sobre una reducción repentina y pronunciada de granos y semillas, que solo podrían compensarse parcialmente desde otro países, supone un alza en los precios.
“Es preocupante que la brecha de suministro global resultante podría aumentar los precios internacionales de alimentos y piensos entre un 8% y un 22% por encima de sus niveles ya elevados”, dice el informe, “Pues otros países pueden ver limitada su producción por los altos costos de los insumos agrícolas”.
Una declaración extra realizada por el director general de la FAO, QU Dongyu, señala que al menos 50 países que reciben 30% del trigo de Rusia y Ucrania, sufrirán consecuencias por las perturbaciones de la cadena de suministro y la logística de la producción de cereales y semillas oleaginosas, así como las restricciones a las exportaciones rusas, que tendrán importantes repercusiones para la seguridad alimentaria.
En febrero de 2022, según el índice de precios de los alimentos de la FAO llegó a 140,7 puntos, un 3,9% más que en enero, un 20,7% más que hace un año y 3,1 puntos por encima del nivel alcanzado en febrero de 2011; y según la proyección presentada, el aumento es de otro 22%.
Entre los principales riesgos previstos por la agencia de la ONU, se cuentan también los problemas que podrían tener los agricultores ucranianos para cosechar durante el 2022 por las dificultades de acceso a los campos, en caso de que la guerra se extienda.
Disruptions to agrifood systems due to the ongoing conflict in Ukraine could further escalate food insecurity globally. This comes at a time when international food prices are already high & volatile. My policy recommendations: https://t.co/3JBmvzszfc
— FAO Director-General QU Dongyu (@FAODG) March 11, 2022
Pero además, la cadena de suministros, por ahora, no es suficiente. “Los puertos ucranianos del Mar Negro han cerrado. Aun si la infraestructura de transporte terrestre se mantiene intacta, el envío de granos por ferrocarril sería imposible debido a la falta de un sistema ferroviario funcional”, precisa el texto.
En el informe presentado en Roma, la FAO también hizo una estimación de diferentes escenarios sobre el impacto de la guerra en Ucrania en la seguridad alimentaria y las personas que estarían en riesgo de desnutrición. El peor de los escenarios es que hasta 13,1 millones de personas quedarían en riesgo de desnutrición entre 2022 y 2023.
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