Luego de las observaciones realizadas por el Ejecutivo, el 12 de abril Congreso aprobó el proyecto de ley que establece la exoneración del Impuesto General a las Ventas (IGV) para productos alimenticios de la canasta básica como el pollo, huevos, pan, azúcar y pastas sin cocer.
Esta medida empezó a regir ayer y será hasta el 31 de julio del presente año. La norma aprobada tiene como objetivo establecer medidas extraordinarias relacionadas con el IGV aplicable a dichos alimentos con la finalidad de atenuar el impacto inflacionario generado por la coyuntura económica internacional.
En su momento el titular del MEF, Óscar Graham, indicó que la medida será en favor de toda la cadena, en otras palabras, en el caso del pollo también se excluirá del IGV a los productos usados en la alimentación del pollo.
No obstante, en entrevista con La República, Carlos Zúñiga, presidente de la Asociación de Defensa del Consumidor, comentó que la medida no garantiza combatir la inflación en las casas que necesitan ayuda.
“Se está jugando con la esperanza de la gente que necesita mayor capacidad adquisitiva. Este diseño no es eficiente porque se debió identificar a la población que necesita el apoyo. Estamos matando a una mosca con una bazuca, hiriendo el erario e impactando el dinero con que cuenta el Estado para proyectos sociales”, aseveró.
Asimismo, Zúñiga calculó que la exoneración del IGV de los alimentos de primera necesidad sería igual a una ayuda mensual de 30 soles para hogares de de niveles socioeconómicos altos, mientras que para los de estratos bajos, este sería apenas de 5 soles porque el consumo de los productos exonerados es menor ya que la cadena de comercialización de productos es informal.
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