De pronto el gran río empezó a brotar desde un lugar menos esperado, juntar a sus otros ríos y riachuelos, los de arriba no saben cómo explicarse y enfrentar a tremendo caudal, los de abajo no se conocen mucho entre ellos, en las grandes oleadas empiezan a comprender que unos bajan de los andes, para juntarse en torrentera con la Amazonía y desde ella alimentan a los ríos costeros a sumar energías, se parecen mucho a los ríos de Javier Heraud.
El viejo Estado, el gobierno y legislativo, los poderes económicos, la academia y los especialistas tampoco aciertan con el origen y las motivaciones, lo real es que esta oleada huelguística levanta grandes olas por momentos y baja para recuperar energías y construir unas oleadas mayores. Existe y hace tambalear a más de tres décadas de neoliberalismo y la vieja estructura que se niega a caer, porque falta un empujón mayor y final, el mismo que tal vez puede llegar del norte.
I.- GRANDE, DIVERSO Y POTENTE NUESTRO RÍO
Porque el pueblo y sus diversas organizaciones han roto la inercia y la fragmentación de otros tiempos, para volcarse en una movilización cuyo epicentro inicial fueron las regiones del sur, luego extendidas al centro y al norte del país.
La insurgencia de las regiones y del pueblo multicolores, luego de su ampliación a otras macro regiones, ha traslado el epicentro hacia Lima la capital, para concentrar la batalla central y final contra el gobierno; en cuyo objetivo han logrado primero motivar y luego movilizar a los estudiantes y clases medias, luego a los conos populares de Lima Metropolitana.
Hay un nuevo rostro económico emergente rural y citadino, productores y pequeños productores invisibilizados, que se ha venido forjando en las sociedades y corredores regionales, en la llamada economía informal o satanizado en la “economía ilegal”, eso que llamó “desborde popular” José Matos Mar, bajan a las capitales regionales y luego a Lima a conquistar sus derechos del actual Estado excluyente, parasitario y corrupto.
El hilo común de este tejido y entramado de lucha es la identidad cultural, cosa que no entiende el estado racista y colonial; cholos, zambos, mestizos, cobrizos, charapas, warayos, inkas o qosqos, qollas, waris, moches, chinchas, wankas, ashaninkas, matsigangas y otros grandes pueblos y naciones; han sacado de sus genes que es hora de juntar todas las sangres como soñaba José María Arguedas, ese colorido se demuestra en esta huelga a través de sus marchas, danzas, cantares, arengas, sus idiomas, pero sobre todo en la inmensa solidaridad para sostener económica y materialmente esta disputa.
Sin embargo, esta rebelión popular, ha superado largamente a los partidos y organizaciones sociales y tradicionales, tanto de izquierda como derecha en sus formas de organización y de métodos de lucha; estas oleadas toman sus decisiones, iniciativas, direcciones desde las bases, comunidades, distritos, provincias y regiones; no hay conducción centralizada o desde arriba, camina desde abajo hacia arriba. Otro caso también es que el radicalismo de Antauro Humala y los rezagos del Movadef y del dividido senderismo fueron deslindados rápidamente en esta lucha.
La masificación e intensa movilización, ha roto el burocratismo sindicalista y corporativista, la participación es tan variada, intensa, anti sistémica, amplia territorialmente, diversa sectorial económica y socialmente, viene ejecutando una Huelga Nacional que es muy superior a los tradicionales paros regionales o nacionales: esta huelga nacional ha rebasado a las organizaciones laborales, campesinas, estudiantes, magisteriales.
Esta Huelga Nacional, también es cierto que viene cambiando las desconfianzas de unos a otros; se vienen disipando sus diferencias en las acciones comunes en la huelga, en los paros, movilizaciones, que se convocan todavía de manera diferenciada pero como parte de acciones comunes. Bases de la CGTP, SUTEP, FEP, CCP, CNA, han tenido que incorporarse en la lucha, gracias a la sensibilidad dirigencial o a exigencia de sus agremiados; obligando en la vía de los hechos a sus direcciones nacionales a participar en estas jornadas nacionales y regionales.
El movimiento muy claramente ha deslindado también con el gobierno y la herencia política de Pedro Castillo, tema inicialmente levantado por algunos núcleos. El pueblo no quiere regresar al desgobierno y nefasto régimen del castillismo. Sus partidos herederos como Perú Libre, Bloque Magisterial, etc., votan con la derecha y ultraderecha contra el adelanto electoral.
Varios de los nuevos gobiernos regionales y municipales, colegios profesionales, universidades, instituciones religiosas, sociedad civil, han empezado a ponerse del lado popular y reclamar la renuncia de Boluarte y el adelanto electoral, como la única salida para iniciar un nuevo periodo político de estabilidad, falta que esta tendencia se consolide en un bloque institucional democrático.
La bandera y táctica principal que une al pueblo es de carácter democrático: renuncia de Dina Boluarte por ser la cabeza visible de la dictadura cívico-militar, adelanto electoral para cambiar también la composición del actual Congreso derechista y corrupto.
Como parte de la maduración de las luchas, programáticamente ha colocado en la Agenda Nacional, el debate acerca de la reforma, cambio o asamblea constituyente. No es una propuesta socialista su agenda como acusa la derecha, es una propuesta democratizadora del Estado, una economía al servicio de las grandes mayorías, lucha frontal contra la corrupción y un reconocimiento al carácter diverso y plurinacional del país.
LOS PRIMEROS LOGROS Y GRIETAS DE ESTA HUELGA NACIONAL
El Bloque del Poder reconstituido del contragolpe, tiene como eje articulador a las FF.AA., los grupos económicos, el poder judicial y el ministerio público, el Congreso Nacional, los partidos de la derecha y ultraderecha, teniendo por vocería a los principales medios de comunicación. Boluarte en ese contexto, es apenas una marioneta del poder real.
El objetivo político del contra golpe, fue prologar el régimen hasta el 2026, cambiar y copar el sistema electoral para garantizar una victoria ultraderechista. En el terreno económico es garantizar la continuidad del modelo económico, en particular volver a ratificar las concesiones privatistas y beneficios tributarios con las grandes empresas, que deben ser ratificadas en nuevos contratos. En el terreno internacional reacomodar al Perú en la lógica guerrerista de los EE.UU. en el continente, considerando que hay una nueva oleada de gobiernos progresistas.
Hasta ahora las jornadas de protesta han neutralizado la iniciativa del bloque de poder que buscaba imponer a Dina Boluarte hasta el año 2026; obligando su compromiso de acortar su mandato en un primer momento hasta el 2024 y ahora al 2023 por la vía de la renuncia, tras el sabotaje del Congreso para adelantar las elecciones.
Sin embargo, la dictadura, aprovechando el clima de crisis e inestabilidad, viene aprobando leyes junto al Congreso que benefician exoneraciones tributarias, facilitan concesiones privatistas que violan derechos ambientales y sociales, renegocian nuevos contratos favor de los grupos mineros y energéticos, entre otros.
Por otro lado, el Congreso en el sentido contrario del país, ha votado en varias oportunidades su negativa al adelanto electoral, tanto derechas como izquierdas – Perú Libre, los castillistas de Perú Democrático, Bloque Magisterial, independientes salidos de PL – no quieren dejar su mandato hasta el 2026. Todos sus actos son dilatorios para ganar tiempo.
Las protestas van quebrando el cerco mediático de los grandes medios, rompiendo la hegemonía del relato del discurso neoliberal, autoritario y racista. La ofensiva de los grandes medios en acusar dirigentes, terruquear para asustar, defender la sacrosanta constitución de la dictadura, alabar las bondades del crecimiento económico que no beneficia al pueblo, se van cayendo al suelo y se va construyendo un nuevo sentido común del cambio.
El pueblo resiste heroica y sacrificadamente la intensa y brutal represión de las FF.PP. y las FF.AA. Ampararse en una virtual “guerra contra el comunismo y el terrorismo” ha servido como pretexto para masacrar y asesinar masivamente en Ayacucho y Juliaca, así como en otras regiones. La policía aplica tácticas criminal-represivas muy similares a las masacres en EE.UU., Chile, Bolivia, demostrando que hay un entrenamiento y estrategia continental. No son hechos aislados de policías, es un comportamiento colectivo grupal de mandos y tropas, ejecutando la guerra sucia contra la población.
Existe un aislamiento internacional del gobierno que ha roto relaciones amistosas con los gobiernos vecinos como Chile, Colombia, Bolivia, Brasil, Argentina y México; así como silencian las visitas y condenas de las entidades de la OEA y ONU, Comité Internacional de DD.HH. A la dictadura no le interesa la política internacional, se ha alineado con los sectores más retrógrados como el gobierno de Ecuador en América Latina.
Los grupos de poder nuevamente vienen recurriendo a la estrategia de pueblo contra pueblo, constituyendo grupos de para policiales, que tras el discurso de “paz y trabajo” salen en contramanifestaciones, escudados por la PNP. La mayoría de estos grupos en el caso del sur, tienen una conducción y organización del Apra, que ha desempolvado su viejo anticomunismo, así como justificar la violencia y soplonaje contra dirigentes sociales.
II.- LOS ESCENARIO EN DISPUTA
La disputa política por la hegemonía y el nuevo sentido común para el país y la sociedad es intensa en momentos de crisis. Se debe estar preparado para victorias, estancamientos y derrotas, tanto transitorias, sectoriales o en el largo plazo, para avances, retrocesos y obstrucciones. Es el arte de la ciencia política.
Es por eso que la nueva realidad que está brotando de la movilización y protesta, no puede ser analizada con la mirada tradicional de procesos y tiempos políticos sociales normales. Estamos en un momento de excepcionalidad y así debemos atender y participar en el proceso, dispuesto al avance o el retroceso.
Es un tiempo destituyente del régimen, pero no surge todavía claramente la parte constituyente de lo nuevo. Es a ese momento que debemos empujar con todas las energías creativas al movimiento. Si vamos a esperar que surja primero la vanguardia, como dice la vieja izquierda, es poner en las calendas griegas los cambios. Si de dirección y conducción se trata, se irá construyendo colectivamente y en la lucha el instrumento.
¿ES POSIBLE CULMINAR LA REBELIÓN EN UNA VICTORIA DEMOCRÁTICA Y POPULAR?
Se ha llegado a un punto en que se puede alcanzar la victoria, como se puede abrir un tiempo de empantanamiento y estancamiento por la vía del agotamiento de la lucha popular; en consecuencia, hay varios escenarios posibles y es importante señalarlos, para poder intervenir en dicha tendencia y realidad:
- RESISTENCIA DEL BLOQUE DOMINATE
El gobierno sigue declarando que Boluarte no renunciará a pesar de las grietas en el bloque de poder; en esa dirección polarizante se ha inscrito el Congreso Nacional. Es más, ellos se quieren quedar hasta el 2026, así lo dicen sus votos e intenciones. Pero una cosa es la voluntad beligerante y otra las tendencias de la realidad.
Derrotar la voluntad rebelde del pueblo es posible solo por la vía del endurecimiento de la represión y la violencia de manera desembozada y abierta. La “declaración de guerra al terrorismo y comunismo” es una justificación y argumento para el uso de la guerra contra el pueblo insurgente. Han desempolvado la criminalización de la protesta contra los dirigentes y una campaña de anticomunismo contra todos los dirigentes sociales para amedrentar y chantajear.
El otro rostro de esta tendencia es utilizar el agotamiento y cansancio de la movilización popular; generando desde los medios el derrotismo y disputas internas en las convocatorias y movilizaciones, promoviendo o desconociendo liderazgos regionales y nacionales.
Usan también a las nuevas autoridades regionales y municipales afines a la dependencia y el gobierno nacional, a las que se les ofrece inversiones y obras inmediatas, un populismo de derechas en el uso de recursos; exoneraciones tributarias a las medianas y grandes empresas para garantizarlos a sus posiciones.
Materialización desde el Congreso la captura del sistema electoral, para escenificar un inmenso fraude a favor de la derecha y la ultraderecha, restringiendo la participación de las fuerzas opositoras y sociales en posteriores luchas, entre otras.
- AFIRMAR Y AVANZAR EN EL BLOQUE DEMOCRATIZADOR.
El bloque popular está en las calles y en la movilización, articulando y construyendo unidad de acción con sus límites y dificultades. Es un proceso en desarrollo, necesita trabajar un desenlace favorable a los intereses del país y el pueblo, para afirmar esta línea se necesita:
Concentrar todas las energías aún existentes, en la salida y renuncia de Dina Boluarte de la presidencia, con lo cual se abre una fisura o una grieta en el bloque del poder. Sería una derrota a la arrogancia golpista y a la estrategia violentista de las FF.AA. y FF. PP. Que son los verdaderos focos y vértices del actual régimen militar-civil.
La renuncia precipita el adelanto electoral del 2023, obligando al Congreso Nacional a nombrar un real gobierno de transición, producto de elecciones internas para el cuadro directivo. Es evidente que, por la composición mayoritaria de derecha y ultraderecha, ese gobierno tendrá los mismos signos y objetivos del actual régimen.
Una tarea de primer orden es profundizar la grieta, exigiendo la inmediata salida de Otárola de actual primer ministro, en su persona y equipo se personifica su función de operador de la estrategia golpista y represiva del régimen, que dirige y orquestan los mandos de las FF.AA. Su caída sería un duro golpe para el gobierno actual y principalmente de Boluarte.
Las movilizaciones acercaron posiciones y acciones entre los movimientos sociales de las regiones, con la CGTP, Asamblea Nacional de Pueblos, se ha roto la desconfianza; esa energía debe ser vitalizada potenciando la Huelga Nacional, que se viene ejerciendo desde diciembre, culminando en una acción de mayor envergadura para derrotar a Boluarte.
Un factor importante es el fortalecimiento de la Comunicación Popular en las redes sociales, hay un considerable avance de dichas iniciativas en estas jornadas como instrumentos de convocatoria, organización, debate y defensa; en la guerra de las ideas y de las propuestas, este instrumento es imprescindible por lo mismo debe ser articulado y mejorado profesionalmente. Hemos señalado que está quebrada la hegemonía neoliberal, el sentido común de la sociedad marcha por ejemplo en una dirección de una Asamblea Constituyente, es importante en esa tendencia, materializar las propuestas de cambio en los temas más importante en la economía, la estructura del estado, la plurinacionalidad, los derechos fundamentales, el medio ambiente, entre otros.
Las elecciones generales llegaran de acuerdo a la correlación de fuerzas el 2023 o 2024, es probable que de estas movilizaciones surja una nueva representación política y electoral. Es importante que las fuerzas progresistas que abarcan desde el centro a la izquierda construyan una colación electoral, para hacer frente y derrotar a la coalición de la derecha y extrema derecha. Avanzando en la elaboración programática, plan de gobierno, la inscripción electoral y la elección de sus candidaturas democráticamente.
- LA PROLONGACIÓN DE LA CRISIS Y EMPATE CATASTRÓFICO.
En la disputa hay también escenarios y tiempos de agotamiento y estancamiento de uno y otro lado en sus iniciativas y voluntades; la correlación de fuerzas tiene inmensas y distintas salidas, no todo es blanco y negro.
Está casi quebrada la intención de quedarse hasta el 2026 en Boluarte, ha señalado en repetidas oportunidades su intención de adelantar su presencias hasta el 2024; en este otro escenario es ella y las FF.AA. las que tienen que definir posiciones frente al Congreso Nacional que mayoritariamente desea perpetuarse hasta el 2026.
Este es un escenario transaccional y mediatizado, si bien el movimiento popular no logra sus objetivos finales de adelantar las elecciones al 2023 logra acortarla al 2024, es una victoria parcial que debe ser valorada y reconocida a fin de evitar una estrategia de derrota del todo o nada con que algunos grupos radicales empujan las movilizaciones.
La renuncia o salida del primer ministro Otárola sería otra victoria parcial porque se descabeza a los sectores más duros y violentistas del régimen, que están entronizados en los mandos reaccionarios de las FF.AA.
Por otro lado desde el pueblo, es una correlación que permite mantener la organización y movilización, y preparar activamente su participación en las nuevas jornadas y agendas: como es la derrota electoral de la derecha y ultra derecha, culminar la lucha por una Asamblea Constituyente, preservar a las organizaciones de la represión y violencia, promover una nueva representación social y política.