La estrategia de intimidación y polarización que desplegó Renovación Popular, contra el “Presidente Francisco Sagasti y los caviares” y contra todo el proceso electoral, no es una creación peruana, es parte de una campaña política y propagandística de empresarios que, removiendo el avispero político logran ganar concesiones y prebendas económicas, del mismo Estado a quien insultan y atacan hipócritamente.
Mientras en la opinión pública por inducción de estos grupos, la ultra derecha dedicaba su tiempo a masacrar políticamente a Pedro Castillo, amenazar con la vacancia; por debajo y en nocturnidad sus abogados y representantes empresariales presionaban en el Ministerio de Transportes y Comunicaciones, para conseguir la prolongación por otros cinco años del permiso de operaciones para su Empresa Perú Rail.
El atajo de López Aliaga y su grupo de ultraderechistas, era muy simple, despedían con insultos al Gobierno de Francisco Sagasti, mientras usaban a los corruptos funcionarios del MTC el 27 de julio del 2021, para lograr la emisión desde la Dirección de Servicios de Transporte Terrestre (DSTT), la renovación por otros cinco años del permiso de operaciones de Perú Rail, a través de una simple Resolución Directoral N° 3123-2021-MTC/17.02, firmada por Anita Bocanegra Bravo, quien curiosamente se mantiene aún como directora de la DSTT.
Desde 1,999 con el apoyo de la dictadura de Fujimori, la empresa de transportes se hizo concesionario y la viene renovando en los últimos tiempos cada cinco años desde el 2006, con esta última buscan quedarse hasta el 2026. Del mismo modo que FETRANSA la concesión de la línea ferrocarrilera tiene licencia hasta el 2034, luego de haber prolongado con una agenda cuestionada por otros 5 años, empresa en la que también es accionista López Aliaga.
En el pueblo del Cusco, hay un profundo malestar con el comportamiento monopólico de esta empresa, por el cual se han desarrollado protestas, paros, movilizaciones e incluso tomas de la vía férrea. La información que acaba de publicar el periodista Sebastián Velásquez de La República, ha caído como un balde de agua y sacudido el aletargado accionar de los dirigentes sociales; tan concentrados en la semanal amenaza de vacancia y descuidando los cabildeos que existen en las oficinas del Estado para favorecer a este tipo de empresas.
Esta modalidad del garrote y la zanahoria no es nueva; en el Cusco, los aparatos judiciales de las empresas de López Aliaga, utilizando a René Concha por entonces Vicepresidente de Jorge Acurio en el GORE, desplegaron una intensa campaña para vacarlo, utilizando un proceso penal pendiente con la Municipalidad de Calca; objetivo que lograron el 2013 y en las últimas horas de esa gestión, salió la prolongación de una adenda de concesión del Hotel Santuario Lodge por otros 10 años; el mismo que se encuentra en proceso de revisión y supervisión por parte de la Contraloría de la República en la actualidad para determinar su legalidad.
Por tanto no resulta nada nueva, la estrategia política de Renovación Popular; de usar la política y la campaña electoral, a través de la intimidación y polarizar, como recurso para defender y prolongar sus intereses económicos y empresariales, firmados por y desde la dictadura fujimorista.
