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lunes, diciembre 2, 2024

EL DRAMA DE SHAKESPEARE

Lo que hace la escritora inglesa, Maggie O’Farrell, en este libro, “Hamnet”, es de antología: recrea el drama que vivieron William Shakespeare y su esposa, Agnes (en la vida real se llamó Anne Hathaway), al morir su hijo, siendo un niño, en el lejano verano de 1596. Reconstruye el suceso en base a los escasos datos históricos conocidos y con una gran creatividad, concibe el ambiente, las condiciones y los ánimos de la época. De allí el notable éxito, de crítica y ventas, de la obra.

Hamnet, quien le da título a la novela, es un niño que se alarma cuando su hermana gemela, Judith, cae enferma y se acuesta en su cama, pálida y decaída. Así empieza el relato de Maggie O´Farrell: es un inicio subyugante y misterioso.

El niño se encuentra solo en su casa, que está colindante a la de sus abuelos paternos. Temeroso busca a su mamá, llama a su padre y luego va a la otra casa familiar en busca de alguien que ayude. Nadie contesta. Silencio y más tensión de Hamnet. La narración de esos momentos son lo suficientemente electrizantes para conectarse con la historia que Maggie O´Farrell ha empezado a recrear. El niño no encuentra a ninguno de su familia y va en busca del médico del pueblo. No lo encuentra, pero deja su recado: su hermana está enferma.

La madre, Agnes, una mujer de personalidad peculiar, se encuentra en esos momentos trabajando en su panel de abejas. Se está demorando y llega tarde a casa. Al enterarse que su pequeña hija está enferma, se apresura en atenderla y se preocupa. Después de ser examinada por el médico, el diagnóstico es demoledor: Judith tiene la peste. En ese tiempo se había desatado una epidemia.

Ese ambiente de tensión y desconcierto es narrado por O´Farrell con discreción y sin dramatismo. No hay exabruptos ni giros destemplados. Los hechos se suceden con naturalidad, pero surge algo inesperado: Judith se recupera, pero Hamnet es quien se contagia, se enferma gravemente y finalmente muere. La peste ha cobrado otra víctima. El padre de Hamnet es William Shakespeare, recién forjándose como lo que sería después, quien queda devastado por el triste acontecimiento.

Como se sabe, Shakespeare, considerado hasta hoy como el mayor escritor en lengua inglesa de todos los tiempos (algo así como nuestro Miguel de Cervantes en español), era profesor de escuela en su pueblo. Conoce a Agnes, se enamoran, se casan y forman una familia: tienen tres hijos, Susanna, Hamnet y Judith. La muerte de Hamnet, tan imprevista como dolorosa, sella la vida familiar: todo cambia. La madre queda desconsolada, las hermanas tristes y sobre todo Judith, la gemela, que se siente culpable por haber contagiado a su hermano.

Shakespeare, en la efervescente imaginación de Maggie O´Farrell, se vale de ese particular momento de dolor para irse del pueblo, instalarse en Londres y empezar a escribir. Entonces, con originalidad e inventiva, O´Farrell nos empieza a contar cómo es que Shakespeare debe haberse inspirado para crear una de sus obras cumbre: la tragedia Hamlet, la muerte del padre y del hijo.

Conmovedora en la historia es la parte en la que Maggie O´Farrel sigue recurriendo a su fértil imaginación para relatarnos cómo es que Agnes, después de serias cavilaciones acerca de la fidelidad y los buenos sentimientos de Shakespeare, descubre el profundo amor que el padre tenía por su hijo, tempranamente fallecido. Y es así como inventa, con notable magisterio literario, que Agnes viaja a Londres para asistir al estreno del drama “Hamlet”. Y allí, sentada en la platea del teatro, rodeada de una numerosa cantidad de atentos espectadores, cae en la cuenta del inmenso dolor que tenía Shakespeare al comprobar que lo que había hecho el padre era revivir a su hijo con su obra: Hamlet era Hamnet.

El aporte de Maggie O´Farrell a la literatura es notable: “Hamnet” es una ficción de un hecho real. Nos cuenta cómo es que, según los registros históricos, debieron ocurrir los hechos y cómo ellos determinaron la creación de una de las más grandes piezas dramáticas de la literatura universal, como “Hamlet”.


Maggie O’Farrell, autra de “Hamnet”

 

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