Las regiones chilenas eligieron rechazar la nueva constitución. 62% de rechazo en las urnas. El mandatario Gabriel Boric ha pedido reunirse con todos los sectores políticos para impulsar un nuevo proceso constituyente.
«Mucha tranquilidad, siento un gran alivio», cuenta a RFI desde las calles de Santiago Francisca Garzón, joven actriz quien salió a festejar bandera en mano el resultado del plebiscito constitucional de este domingo 4 de septiembre.
Según Servel, el 61,9% de los chilenos rechazaron la propuesta de nueva Carta Magna redactada por la Convención Constitucional y presentada el pasado 4 de julio. En todas las regiones del país se impuso la opción del «no».
El apruebo se llevó el 38,1% de los votos, en un sufragio histórico en el que participaron 12,8 millones de chilenos, o sea el 85% del padrón electoral. Algo nunca antes visto.
«Ahora que mejoren la Constitución que está actualmente, no queremos de un escrito popular redactado por un bando político», reacciona otra habitante de Santiago en camino hacia el centro de la capital.
Miles de chilenos salieron a celebrar. Banderas y bocinas de autos se tomaron las calles.
Triunfa el rechazo con el 62% de la votación, con casi la totalidad de las mesas escrutadas. El apruebo se llevó el 38%.
Los partidarios del rechazo no esperaron para tomarse las calles de Santiago y celebrar. pic.twitter.com/RQUL8934x5
— Melissa Barra (@MelissaBarrra) September 5, 2022
Lo que sigue
«Ha hablado el pueblo de Chile y lo ha hecho de forma fuerte, clara», declaró el presidente Gabriel Boric y convocó a todos los partidos y a representantes de la sociedad civil a reunirse desde el lunes en el palacio de La Moneda, con el objetivo de «actuar en la unidad».
El presidente además reiteró su compromiso con un nuevo proceso constituyente, esto para respetar el plebiscito de entrada en 2020 cuando el 78% de la población decidió que se debía redactar una nueva Constitución, para remplazar la que rige desde la dictadura de Augusto Pinochet.
El gobierno chileno insiste en que muchas leyes que busca impulsar no pueden prosperar con la Constitución de 1980, como por ejemplo la reforma fiscal.