Por Manuel Silva
Luego de la primera vuelta del 11 de abril se ingresa al período en que se cuentan las semanas que le queda al Gobierno del presidente Francisco Sagasti, que preside una administración que relentiza su actividad. Aunque en el primer trimestre del año se advierte el aumento en la ejecución general del presupuesto, los analistas coinciden en que ello no se refleja en el principal problema actual, el manejo de la pandemia.
Según información del Portal de Transparencia Económica para el 2020 el Presupuesto Institucional de Apertura (PIA) fue de 117 mil millones de soles, pero finalmente se arribó a un Presupuesto Institucional Modificado (PIM) de 217 mil millones, un aumento que responde a las medidas extraordinarias que se adoptaron para enfrentar la pandemia.
De este presupuesto, entre el primer trimestre del año el monto de ejecución cancelado en el mes de enero fue de 8 mil millones, febrero tuvo 14 mil millones y marzo 12 mil millones, obteniendo una suma aproximada de 33 mil millones de soles.
Del total del PIM, correspondió al Gobierno Nacional 61.23 %, a los Gobiernos Locales el 19.67 % y a Gobiernos Regionales el 19.10 %. Al balance final del año a nivel de Gobierno Nacional se contó con un PIM de 133 mil millones y un Compromiso Anual de 119 mil millones, en tanto 13 mil millones de soles que no se gastaron y volvieron al Estado.
En lo que va del año 2021, el PIA es de 183 mil millones y mantiene un Presupuesto Modificado de 197 mil millones, el cual puede ir actualizándose según pasen los meses y cuales sean las medidas requeridas. Con respecto a los montos cancelados por ejecución del primer trimestre de este año, en enero se canceló 8 mil millones de soles, febrero 17 mil millones y marzo 15 mil millones, resultando una suma de 41 mil millones de soles, 10 mil millones de soles más de lo que se canceló el primer trimestre del 2020.
El monto PIA otorgado hasta el 31 de marzo al Gobierno Nacional es 65.46%; a los Gobiernos Locales 15.74 % y a los Gobiernos Regionales 18.80 %.
Respecto de estos datos, el economista Luis Arias Minaya considera que “el año 2020 fue un año singular, que el PIA fue 177 mil millones, pero finalmente se llegó a un presupuesto de 217 mil millones (PIM) y que la ejecución de las partidas es heterogénea porque en el caso de la inversión pública solo se ejecutó el 62%”. Añade que el 2021 es un año que, si bien seguimos enfrentando la pandemia, es un año más “normal”, que en los primeros meses del año se ha arrancado bien con la inversión pública y ojalá ese ritmo se sostenga. Arias advierte que los problemas efectivamente pueden aparecer con el cambio de gobierno porque siempre ocurre que a las nuevas autoridades les toma un tiempo acelerar el ritmo de ejecución de nuevos proyectos.
Arias Minaya considera que “el desempeño del Estado en gestión pública debe evaluarse en el manejo de la lucha contra la pandemia y en la reactivación económica. En el primer caso hay muchas cosas por mejorar: distribución de mascarillas, obligación de utilizar protector facial que no se entiende, proceso de vacunación que podría ir más rápido, aún con las vacunas que tenemos, suministro de oxígeno con deficiencias en la oferta que no se superan. En el caso de la inversión pública ha habido mejoras en la ejecución debido a que finalmente hay avances en la reconstrucción del norte y los municipios de todo el país han recibido recursos para hacer obras. Finalmente, la entrega de bono sigue siendo deficiente”.
Sobre este este punto, el economista Rafael Hidalgo advierte que existen “números engañosos”; señala que “los números juegan a favor de esta mejor ejecución y es que los presidentes regionales y alcaldes tienen ya más de un año en sus puestos, cuentan con mayor experiencia, y además existe algo que ha sido vital para la obtención de recursos y es la elevación del precio del cobre, su cotización en la bolsa de Londres era de US$ 5,000 por tonelada en el 2020, hoy llega a US$ 9,320 por tonelada”.
Esta bonanza llega después de una caída en la producción de cobre mundial a causa de los confinamientos y en nuestro país causó la ruptura en la línea de crecimiento sostenido desde el 2017-2019, pero hoy se convierte en una de las principales formas de obtención de recursos para el pago del endeudamiento.
El economista Pedro Francke asegura que la ejecución general de inversiones no está mal, el ritmo de ejecución de gestiones ha crecido en el primer trimestre, pero el problema es la pésima gestión en salud en términos de gestión pública. Selala que “lo que me parece está muy mal es el manejo de las vacunas y el oxígeno; la gestión vinculada a la lucha contra la pandemia está sumamente debilitada. La compra de plantas de oxígeno ha sido muy lenta y mala, no se ha gestionado las importaciones de oxígeno y, por otro lado, la demora total en la compra de las vacunas. Se ha perdido la oportunidad de que lleguen las vacunas de Sinopharm, el programa era 2 millones de vacunas de esta marca en marzo y 3 millones en abril y de esos 5 millones no hay nada y eso tiene un impacto tremendo sobre la posibilidad de vacunarnos y detener la pandemia.”.
Según el estudio “La Gestión del Gasto Público en Obras”, del Instituto Infraestructura Institucional y Gestión, la forma por la que el Estado busca resolver los problemas de gestión lanzando normativas correctivas, sin alguna preparación previa, recursos y personal calificado, no rinden resultados. Como muestra, el estudio señala que actualmente solo el 31% de escuelas públicas tienen los tres servicios básicos: agua, desagüe, electricidad, que solo 22 % de las escuelas públicas tienen acceso a internet, y que el 22% de los centros primarios de atención de salud pública y 49% de los hospitales tienen capacidad instalada adecuada.