La celebración de la Cumbre Descentralista de los Gobiernos Regionales en Cusco, durante esta semana en el marco de las Fiestas Jubilares de la Ciudad Puma; teniendo como invitado central al Presidente electo Pedro Castillo, fue una respuesta de los Gobiernos sub nacionales, al escenario de incertidumbre que ha montado el fujimorismo y sus fuerzas oscuras. Amparados en que ya fueron escrutados al 100% por la ONPE los votos, los gobernadores regionales iniciaron diálogo para sentar la gobernabilidad, con quien personificara la Presidencia de la República, los próximos cinco años.
La reunión no fue del agrado del arco fujimorista, por cuya razón sus medios y voceros no le dieron la difusión y el análisis adecuado; en la propia ciudad del Cusco el actual alcalde metropolitano, de reconocida militancia aprista y simpatía electoral por la derrotada candidata, prefirió escudarse en la formalidad de la proclamación del JNE, para evitar dar la bienvenida a la futura autoridad; prefirió su leguleyada y dar la espalda al 85% de los cusqueños que votaron por el maestro de Chota; torpeza política cuestionable que desnudó sus simpatías políticas.
Esta reunión de los Gobernadores Regionales es un respaldo abierto al profesor, que unos días antes también fue visitado por varios alcaldes de la Asociación de Municipalidades, encabezado por Paz de la Barra y que fuera cuestionado por el conservador acciopopulista Alcalde de Lima.
Si las fuerzas del modelo y el bloqueo, anunciados por los partidos desde el futuro Congreso Nacional de la República; tener como aliados a los Gobiernos Regionales y Municipales serán un contrapeso y una fuerza que permita equilibrar la disputa que se desarrolla en el país en la actualidad; Pedro Castillo viene construyendo su nuevo gobierno desde la legitimidad popular-regional y parte de la institucionalidad del Estado; en ese terreno el fujimorismo tiene una tremenda desventaja, porque no hay una sola institución privada y pública de manera abierta, que lo acompañe en su aventura golpista, salvó la escopeta de doble cañón de los “clandestinos” recursos humanos y financieros, de los poderes facticos que buscan revertir una derrota en todos los terrenos.
Mientras esto ocurre en el país, casi todas las instituciones internacionales y vocerías de los Gobiernos de los países Europeos, EE.UU., OEA, etc. han señalado la limpieza de las elecciones y reconocen implícitamente al ganador; en este terreno de nada han servido los apoyos de Vargas Llosa y su corte de conservadores; falta saber a qué puerto arribaran ahora sus pretensiones de solicitar una Auditoria Electoral Internacional, con la que el fujimorismo desea involucrar al Gobierno Nacional y la OEA. Esta iniciativa queda debilitada, con las publicaciones de los mensajes y audios de Vladimiro Montesinos y una trama organizativa proveniente del fraudulento gobierno de Alberto Fujimori.
Algunos medios y empresarios, pragmáticos como siempre ya juegan al segundo tiempo pos electoral, circulando la agenda de la futura composición del Primer Gabinete de Gobierno; como es natural varios partidos tradicionales de la derecha e izquierda limeña, mueven sus fichas con la finalidad de participar en el “Gabinete de Ancha Base”, ambiciones hegemonistas como si fueran ellos los artífices del triunfo de Pedro Castillo; en esa perspectiva arrinconan a Perú Libre de Cerrón Palomino y este con el hegemonismo que lo caracteriza ha respondido en la misma lógica del toma y daca por considerarse el padre de la criatura.
Sería un tremendo error de Pedro Castillo, en resbalar por la pendiente de la política tradicional de entregar poder a cascarones políticos; la ancha base está en las calles y principalmente en las regiones, que fueron las constructoras fundamentales de la victoria; la coherencia señala que el primer gabinete, debe tener una presencia importante de las representaciones y personalidades de las sociedades regionales; ministeriables que los hay y bastante más calificados que los derrotados candidatos que anuncian algunos partidos subidos al carro ganador en la hora final.
Como podemos observar, el escenario está en disputa abierta y subterránea: los empresarios y sus presiones han logrado conseguir el anuncio para la prolongación de Julio Velarde en el BCR; que debe ser contrapesada y equilibrada con ministros progresistas y regionales en los principales ministerios, que marcan el carácter de un gobierno en política económica y social con los ideales del cambio, con el que ganó las elecciones.
Por eso hacen mal: la columna magisterial, Perú Libre y los partidos de JP y Nuevo Perú, más los “amigos” de la Vice presidenta Boluarte; en publicitar sus ambiciones y disputas; demostrando debilidad e incoherencia, cuando la verdadera presión hacia el gobierno en gestación, vendrán desde afuera en este caso desde las fuerzas fácticas que perdieron las elecciones y que siempre les gusta gobernar, por la vía de la amenaza golpista o la domesticación del círculo del poder, como lo hicieron con Nadine y Ollanta Humala.