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lunes, septiembre 25, 2023

¡Importante! Nueva Política Nacional de Empleo Decente. Definiciones, debate y observaciones

Por Manuel Silva

 

El Ministerio de Trabajo y Promoción del Empleo (MTPE) publicó el pasado domingo 13 la Política Nacional de Empleo Decente (PED), iniciativa del Estado para enmarcar lineamientos de acción multisectorial que atiendan los problemas vinculados a una falta de empleo decente. El Decreto Supremo N° 013-2021-TR fue aprobado por el Consejo de ministros el 09 de junio; establece que el Estado promoverá las condiciones institucionales, económicas y sociales necesarias para garantizar que los trabajadores puedan acceder en igualdad de condiciones y libres de cualquier discriminación, a un trabajo decente y productivo.  Fue publicada el domingo 13 de junio en la sección de Normas Legales del Diario El Peruano, esta se puede encontrar para su lectura en el siguiente enlace.

«Con esta política, el Estado peruano adopta por primera vez el concepto de empleo decente, objetivo con el cual el país debe avanzar…Asimismo pone el foco en las grandes brechas que existen en el mercado laboral peruano, en cuanto a empleo decente, casi 9 de 10 peruanos no tiene un empleo decente”, señaló el ministro de Justicia y Derechos Humanos, Eduardo Vega, en conferencia pública.

 

Un trabajo decente: Recogiendo la definición de la OIT

La definición de un trabajo “decente”, es promovida durante muchos años por la Organización Internacional del Trabajo. El trabajo decente sintetiza las aspiraciones de las personas durante su vida laboral. Significa la oportunidad de acceder a un empleo productivo que genere un ingreso justo, la seguridad en el lugar de trabajo y la protección social para las familias, mejores perspectivas de desarrollo personal e integración social, libertad para que los individuos expresen sus opiniones, se organicen y participen en las decisiones que afectan sus vidas, y la igualdad de oportunidades y trato para todos, mujeres y hombres.

El programa de Trabajo Decente de la OIT recoge elementos clave para reducir la pobreza, basados en acciones dirigidas hacia la creación de empleos, derechos en el trabajo, protección social y diálogo social e igualdad de género. Esta importancia de encarar los problemas de derechos laborales, parte para esta organización a raíz de la crisis financiera y económica del 2008, donde se redujo ampliamente la protección social y el respeto a los derechos del trabajador, priorizando el fin económico de las empresas.

Asimismo, el planteamiento de propuestas vinculadas a un Plan de Trabajo Decente, son parte de la Agenda 2030 de Desarrollo Sostenible nacido de la Asamblea General de las Naciones Unidas en septiembre del 2015.

“El Objetivo 8 de la Agenda 2030 insta a promover un crecimiento económico sostenido, inclusivo y sostenible, el pleno empleo productivo y el trabajo decente, y será un ámbito de actuación fundamental para la OIT y sus mandantes. Además, otros aspectos clave del trabajo decente están ampliamente presentes en las metas de muchos de los otros 16 objetivos de la nueva visión de desarrollo de las Naciones Unidas”, se aprecia en la web oficial de la OIT.

 

Debate y observaciones

La presentación de esta norma recoge la definición señalada previamente por la OIT: “el  trabajo decente es el aquel  que garantiza una serie de condiciones  relacionadas con el  cumplimiento de los derechos  laborales fundamentales; el  acceso a ingreso  justo y proporcional  al esfuerzo realizado; a  trabajar sin ningún  tipo de discriminación,  principalmente de género;  así como el disfrute de jornadas laborales reguladas  y descanso periódico, seguridad ocupacional, acceso a la protección  social, y  al diálogo  social tripartito”.

Para la presidenta del Consejo de Ministros, Violeta Bermudez, el empleo decente “es aquel donde la persona trabajadora tiene reconocido todos sus derechos, está en planilla y trabaja en condiciones dignas, y es la primera vez que el Perú introduce este concepto”, comentó en conferencia pública.

Estas características laborales, tal y como precisa la norma, solo se aplica para 1 de 10 trabajadores en nuestro país; además, el porcentaje de la PEA (Población Económicamente Activa) que cuenta con contratos y un salario mayor al sueldo mínimo, no supera la tercera parte.

Según comentó el abogado laboralista Javier Mujica para La República, hacía falta implementar esta política porque en el Perú el 70% del empleo total se desarrolla en la informalidad, y del 30% formal, el 70% está sujeto a contratos precarios, por lo cual urge garantizar la estabilidad laboral.

Asimismo, para la psicóloga laboral Fiorella Montes, esta iniciativa del Estado es muy importante pues regula y da lineamientos a los requisitos de empleabilidad y selección de los postulantes. “En la actualidad existen muchas organizaciones que traban la bienvenida al mundo laboral de los futuros profesionales sea por procesos muy estrictos en la filtración de postulantes, así como lo coloquialmente llamado vara para entrar, o un exceso de trabajo para los nuevos ingresantes. Esto último genera una desmotivación y pérdida de sentido de vida pues desde el colegio, en el contexto peruano, hay una marcada insistencia en saber que estudiar desde los 16-17 años, y de lograr encontrar una carrera que convenga”.

Mediante esta política, el Estado peruano promoverá las  condiciones institucionales, económicas  y sociales necesarias  para garantizar que  mujeres y  hombres en su diversidad  que conforman la PEA ocupada que no cuenta  con un contrato legal  de trabajo, ingresos  superiores a la remuneración mínima vital, acceso a  los sistemas de protección y seguridad social, y una jornada de  trabajo de 48horas semanales, puedan acceder en igualdad de condiciones y libres de cualquier  discriminación a un trabajo decente productivo. Además, se incluye a aquellas personas que no cuentan con un empleo, ya sea que lo busque activamente (desempleado abierto) o lo buscó antes y continúa con el deseo de conseguirlo (desempleo oculto).

 

Causas que afectan el trabajo decente

El plan promovido y estudiado desde el Ejecutivo realiza un análisis de los principales factores que se encuentran dentro del déficit del empleo decente, a continuación, resumiremos los problemas detectados:

1.- Bajo capital humano de la fuerza laboral que afecta sus competencias para el trabajo:

El capital humano se refiere al conocimiento, capacidades y salud que cuenta cada trabajador, un bajo nivel de competencias cognitivas, técnicas digitales y socioemocionales redundan en una menor productividad laboral, impidiendo el acceso a trabajos bien remunerados y decentes.

2.- Débil vinculación entre oferta y demanda laboral:

Cuando un trabajador o una trabajadora tiene muchas más capacidades para un trabajo de lo que este requiere o, caso contrario, sus habilidades no son lo suficiente para el tipo de trabajo, no habría un ingreso justo que es una de las características del empleo decente.

3.- La mayor parte del empleo se genera en unidades productivas de baja productividad:

La productividad es diferente por sector y tamaño de empresa. La baja productividad se debe a dificultades de financiamiento, escasas capacidades de gestión, innovación y absorción tecnológica, complejidad en la legislación tributaria e inadecuada regulación de negocios, así como duración de trámites relacionados, y problemas de competencia /o débil acceso y articulación a mercados.

4.Limitaciones en el diseño y aplicación de la regulación laboral y protección social:

El documento precisa que el nivel de cumplimiento de derechos laborales es bajo en el Perú. El 35.4% de la PEA ocupada trabajó más de 48 horas a la semana en 2019, del mismo modo, el 35% de la PEA ocupada tiene acceso a un fondo de pensiones; y el 31.1% de las y los trabajadores contaban con un seguro de salud pagado por el empleador.

5.- Desigualdad en oportunidades de empleo:

El concepto de empleo decente tiene como parte de su definición el empleo libre de discriminación por lo que un contexto donde hay desigualdad en oportunidades por motivos ajenos de méritos profesionales causaría una reducción del empleo decente.

Sobre esto, Fiorella Montes puntúa que esta desigualdad en las oportunidades de empleo genera que, a largo plazo, muchas personas en edad laboral van buscando sustentar sus gastos haciendo otros negocios o trabajando en otros puestos que no van con lo que originalmente estudiaron, generando profesionales en carreras que terminaron siendo huecas o sin sentido.

Asimismo, advirtió que el impacto de la COVID 19 de forma global; ha provocado que ahora se exige que los trabajos sean remotos en su mayoría, lo cual ha motivado a sectores empresariales a recortar puestos o no pagar a nuevos ingresos por el pequeño aprovechamiento de que es mediante tecnología virtual.

6.- Entorno social e institucional que no favorece el crecimiento empresarial formal:

La institucionalidad se vincula con el empleo decente porque determina las reglas de juego permitidas y aceptadas entre las empresas, las y los trabajadores; así como se vincula con la infraestructura de la ciudad pues esta última condiciona las acciones de las y los trabajadores en su búsqueda de un empleo decente. En los últimos años el uso de las TICs (Tecnologías de la Información y Comunicación), en especial el internet, ha adquirido vital importancia para alcanzar un mayor desarrollo económico y el estado de la infraestructura en telecomunicaciones; sin embargo, en esto en el Perú se encuentra aún rezagado.

Objetivos Priorizados

El Plan presenta seis objetivos prioritarios cuya responsabilidad en la implementación recae sobre el MTPE y otros ministerios al ser una política multisectorial, a continuación, resumiremos los objetivos y sus lineamientos:

  1. Incrementar las competencias laborales de la población en edad de trabajar: Mediante el incremento de acceso y culminación de la educación básica para el desarrollo de competencias. Incrementar el acceso y calidad de la educación superior, asegurar el desarrollo de competencias laborales a los más jóvenes e incrementar el acceso a la enseñanza enfocada en competencias laborales.
  2. Fortalecer la vinculación entre la oferta y demanda laboral:

Se plantea articular la oferta formativa a las ocupaciones y habilidades que demanden la empresa, así como brindar información sobre orientación vocacional y profesional libre de estereotipos de género a mujeres y hombres.

  1. Incrementar la generación de empleo formal en las unidades productivas:

Ampliar la oferta de fuentes de financiamiento de emprendimientos en etapa inicial, brindar información y asesoría sobre financiamientos, mejorar las capacidades para el desarrollo de competencias de manejo empresarial, simplificar los regímenes tributarios, estrategias que promuevan la asociatividad de las cadenas de valor productivas y mejorar las herramientas de fiscalización.

  1. Ampliar el acceso a la protección social, derechos y beneficios sociales de los trabajadores:

Ampliar la cobertura de pensiones de los trabajadores, implementar acciones que fomenten la formalización laboral, actualizar y ampliar progresivamente la cobertura de actividades en beneficio del aseguramiento de riesgos laborales, implementar mecanismos de protección ante la pérdida de empleo y difundir el conocimiento sobre el derecho de los trabajadores mediante el diálogo social.

  1. Incrementar la igualdad en el empleo de la fuerza laboral:

Implementar instrumentos contra el hostigamiento sexual laboral y la discriminación en la posición laboral. Dar incentivos para la contratación de grupos que viven bajo discriminación o en condición de vulnerabilidad; incrementar sus competencias para mejorar su empleabilidad.

  1. Generar un entorno social e institucional adecuado en el país:

Ampliar la cobertura y calidad de los servicios públicos de transporte, electricidad e internet, atendiendo las necesidades diferenciadas de mujeres y varones; así como la implementación de mecanismos que eleven la confianza en las instituciones del país.

El próximo gobierno

Al respecto, el economista laboral Pablo Lavado en su columna “Familias, empresas y Estado”, compartió que el próximo gobierno debe trabajar en dos aspectos. “Primero, incrementar la productividad de las personas, mejorando la calidad de los servicios de salud y de educación. Segundo, construyendo un sistema de protección social (seguro contra ‘shocks’ de salud y de ingresos y pensiones) que tiene que estar desligado del vínculo laboral y pensando en el trabajador independiente e informal”.

Además, resaltó que se debe fomentar el crecimiento de las pequeñas y medianas empresas ayudando a fortalecer sus vínculos con la gran empresa, otorgando créditos para capital de trabajo y tecnología para el incremento de su productividad, ya que su crecimiento contribuirá a la absorción de empleo.

Al respecto de la transición de gobierno, la premier Violeta Bermúdez se refirió el 09 de junio, señalando que: “Desde el Gobierno de Transición y Emergencia estamos ahora comprometidos en articular todo el trabajo que hemos venido desarrollando en instrumentos de gestión, de tal manera que la transición con el nuevo Gobierno sea ordenada…De tal manera que sigamos adelante con un objetivo común, que el país viva en paz y que pronto podamos retornar a nuestras actividades anteriores a la pandemia y potenciar el desarrollo de nuestro país”

 

 

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