– Hwang Pyong Won le pregunta a su hermano si tenía auto. Él le responde que no.
– ¿Algún teléfono donde pueda ubicarte? No, tampoco. Mi hija tiene uno, pero solo puedes llamar con un código proporcionado por el gobierno.
– Hwang prosigue: te veo delgado hermano, con ese abrigo no te cubres del frío, ¿deseas uno? Su hermano, algo nervioso como si lo vigilaran, responde raudamente: no te preocupes, el gobierno me da este abrigo para luego devolverlo.
– Está bien, responde Hwang, por lo menos llévate este dinero. Atemorizado que alguien del gobierno lo escuche, su hermano responde: no me lo des, una vez que pase la línea me lo quitan (Foley, 2003; Acemoglu y Robinson, 2012).
Los hermanos Pyong Won se separan cuando a uno de ellos lo captura el ejército de Corea del Norte al retirarse de Seúl, capital de Corea del Sur. Ambos se encuentran luego de décadas de estar separados. No se volverían a ver más.
Al finalizar la segunda guerra mundial y tras la retirada de la colonia japonesa, Corea se divide en dos países siguiendo el paralelo 38. Ambos Estados adoptan formas diferentes, no solo de gobierno, sino también en la organización de sus economías.
A partir de 1948, Corea del Sur adopta una dictadura tanto por Syngman Rhee, civil con estudios en universidades de muy alto prestigio a nivel mundial; y por el General Park Chung Hee. Corea del Sur pasa a ser un país antidemócrata por 31 años. Del mismo modo, Corea del Norte asume una dictadura impuesta por Kim Il-Sung, que aún continúa con su nieto Kim Jong-Un.
Sin embargo, bajo la dictadura de Rhee y Chung Hee, se respeta la economía de mercado, reconociendo la propiedad privada, apostando por créditos a empresas que desean emerger, y apoyando fervientemente al crecimiento económico. Ello no ocurre en Corea del Norte, que adopta una economía con planificación centralizada (el sistema “Juche”), prohibiendo la propiedad privada, la formación de mercados, no generando incentivos a la población, entre otros.
Según cifras del Banco Mundial, hasta el 2019 Corea del Sur presenta una población de 51.7 millones y con una esperanza de vida de 83 años. En cambio, Corea del Norte posee una población de casi la mitad (25.6 millones) y con una esperanza de vida diez años menor (72 años). Mientras que Corea del Sur tiene un PBI per cápita de US$ 42.3 mil; Corea del Norte no presenta información.
¿Cómo llegan a esta situación ambas Coreas? Un gran cambio social a escala siempre contiene una cuota de teoría económica, política y del comportamiento social. En muchas sociedades el poder político, económico, religioso y militar son creadores de instituciones en base a estructuras de relaciones humanas y de organizaciones, lo que genera posteriormente un orden social para dirigir toda una nación.
Así, aquellos países que adoptan instituciones inclusivas, es decir, aquellas que fomenten reglas de cómo debe funcionar una economía y cómo generar incentivos en los ciudadanos para mejorar su productividad, tienen enormes posibilidades de entrar al grupo de países desarrollados en el largo plazo. Entonces, no es de extrañar el éxito económico que ahora goza Corea del Sur, considerado uno de los tigres del Asia y proveedor de tecnologías de avanzada a nivel mundial.
El Perú debe encaminarse a ello. Pese a que las estructuras sociales se encuentran muy divididas, las instituciones deben ser fortalecidas por la sociedad en su conjunto, no siendo manipuladas por solo un sector de la sociedad. Eso genera instituciones inclusivas.
¿Qué se debe hacer? Señalo solo la visión económica para una reforma institucional:
- Generar (fortalecer) leyes de autonomía para instituciones claves: BCRP, SUNAT, SBS y CEPLAN, principalmente.
- Reforzar los planes de desarrollo concertados entre gobiernos central y subnacionales que permitan alinearse a los planes de competitividad.
- Priorizar la gobernanza electrónica y modernización del Estado, siendo transparente en la calidad de gestión pública.
- Ampliar las estrategias de la administración pública para mejorar la identidad institucional.
- Promover un programa de incentivos subnacionales que permita mejorar su transparencia presupuestal con la población.
- Reconstruir las finanzas públicas del Estado a todo nivel fortaleciendo la ley de responsabilidad y transparencia fiscal.
Muy buen artículo, transparencia, descentralización, normas claras y No a la Corrupcion.
Excelente artículo Renzo, su título lo dice todo: «Institucionalidad», y las cualidades para sostenerse en el tiempo y garantice crecimiento económico a la par de bienestar social a largo plazo.
Excelente narrativa y propuestas de lo que debe suceder en nuestro 🇵🇪 para fortalecer la institucionalidad pública fomentando la inversión privada que será sinónimo de crecimiento para todos los peruanos!
Excelente!
Esperemos que el gobierno tenga la visión de querer sacar a nuetsro Perú adelante y no vea solo sus beneficios personales.
Excelente artículo, fortalecer las instituciones, respetar la separación de funciones, transparencia y buen uso de los recursos públicos
Nada de esto va a pasar si el fujimorismo sigue obstruyendo todo lo que está a su paso.