Por Manuel Silva
La firma Moody’s, en un informe publicado el miércoles último, rebajó la calificación del Perú pasando de un nivel A3 al nivel a Baa1 (-1 puesto en la categoría), pero aún con perspectiva estable. Según informó el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF), dicha revisión de la calificadora crediticia se da en un contexto en el que 49 países emergentes y en desarrollo, y 16 países de América Latina y el Caribe (49% del total de dichas economías) tuvieron rebajas en su calificación crediticia entre enero de 2020 y agosto de 2021.
¿Qué es Moody´s? Moody’s Investors Service es la agencia de calificación crediticia de la compañía Moody’s Corporation. Moody’s Investors Service es una de las tres grandes compañías de calificación de crédito y abarca la calificación de bonos de deuda tanto del sector privado como público. Moody’s otorga una calificación según una escala estandarizada de letras y números, a la solvencia de los prestatarios (los emisores de los bonos). Esta escala mide la pérdida que puede sufrir el inversor en caso de que el prestatario incumpla sus obligaciones.
Tanto Moody’s como sus competidores tienen un papel muy destacado en el mercado de capital donde gobiernos y compañías pueden reunir fondos a largo plazo mediante la emisión de bonos y títulos de deuda. Las agencias de calificación de crédito califican el riesgo de crédito de estos bonos y su análisis son frecuentemente utilizados por bancos e instituciones financieras, así como inversores individuales como análisis complementarios y comparativos para sus decisiones. Dada su amplia cuota de mercado pueden influir notablemente en la decisión de muchos inversores e influir así en los mercados.
Los motivos de la caída
“La rebaja de A3 a Baa1 refleja la opinión de Moody de que un entorno político continuamente polarizado y fracturado ha aumentado el riesgo político y ha debilitado materialmente la capacidad de formulación de políticas. Estas condiciones han afectado negativamente la confianza de los inversores y han socavado la resistencia económica de Perú, lo que ha afectado negativamente las perspectivas crediticias de Perú a mediano plazo”, señala la firma extranjera en un comunicado en su idioma original.
Moody’s agrega que el pasado viernes 27 de agosto convocó a un comité de calificación para discutir la calificación del Gobierno del Perú. En ella, se discutió sobre los fundamentos macroeconómicos del Perú, incluida su fortaleza económica, y se concluyó que esto no han cambiado sustancialmente. No obstante, se determinó en la reunión que las instituciones del país y la fortaleza de la gobernanza han aumentado sustancialmente.
“Es un tema que si bien es preocupante hay que verlo con calma. En primer lugar, hay que tomar en cuenta que es la primera baja de calificación del Perú desde hace décadas. Bajar de calificación implica que el costo de financiamiento a nivel internacional, tanto a nivel privado y público, va a incrementar. Segundo, se debe señalar que el Perú no es un caso aislado, muchos países en la región en los últimos dos años, por el impacto del COVID-19, han visto una reducción en su calificación. Si se revisa a nivel de la región no es que el Perú sea un caso excepcional a la contracorriente, hay una situación de inestabilidad, precariedad y retroceso de la economía, y los mercados internacionales se mueven en esa lógica”, nos comparte inicialmente el economista Armando Mendoza.
Para la firma Moody´s, si bien la actividad económica se ha recuperado a un ritmo fuerte en la primera mitad del año y esto ha incidido en el aumento de su perspectiva de crecimiento del PIB peruano para 2021 a 12% del 9% previsto inicialmente; sin embargo, las proyecciones de crecimiento para los años siguientes se han rebajado ya que la agencia de calificación espera que la inversión privada permanezca deprimida dado que la política en desarrollo podría conducir a una menor confianza empresarial.
Como punto positivo señala que la decisión del presidente Castillo de adoptar una vía de consolidación fiscal menos agresiva que la del gobierno anterior puede brindar cierto apoyo a la actividad económica. Asimismo, el gobierno ha indicado que implementará una reducción gradual pero sostenida del déficit fiscal durante los próximos años. La opinión de Moody’s es que el plan de consolidación fiscal de las autoridades estará expuesto a persistentes presiones de gasto derivadas de las demandas sociales. Aún así, el escenario base de la agencia calificadora asume que la deuda pública se mantendrá por debajo del 40% del PBI, alcanzando un máximo del 37,5% en 2022.
“Un componente que ha contribuido a esto no solo ha sido el deterioro económico del 2020, sino el componente político ha jugado un papel en contra. Estamos hablando de una campaña electoral que ha sido una de las más disputadas en las ultimas décadas y que además desenvoco en un teatro del supuesto fraude que paralizó dos meses al país en un momento crítico . A esto se le suma que el nuevo gobierno ha entrado en situaciones de incertidumbre con la elección de algunos ministros, las disputas en el Congreso, todo eso genera una preocupación que se refleja en el informe señalado”, puntúa Mendoza.
¿Qué significa la caída?
Inicialmente, se debe señalar que la categoría A3 (donde nos encontrábamos) y la categoría Baa1 (donde estamos ahora), está dentro de un marco de grado de inversión a comparación del grado especulativo donde se encuentran países con inestabilidad y riesgo de inversión. La categoría A1, A2 y A3 son países con gran capacidad para cumplir con obligaciones financieras pero son suceptibles a cambios en sus condiciones económicas.
El grupo Baa1, Baa2 y Baa3, son países con una capacidad adecuada para cumplir con sus obligaciones financieras, pero con condiciones económicas adversas que pueden “debilitar” su capacidad de pago.
Como nos indica el economista, las calificaciones de estas firmas internacionales se centran en un tema: podrá este país cumplir y cubrir con sus compromisos en términos de endueudamiento, créditos de financiamiento o si es que existe un riesgo en el corto, mediado o largo plazo de que no serán capaces de cumplir con sus obligaciones.
Algunos de los posibles efectos estarían relacionados a un incremento de la tasa que deberán pagar tanto el Estado como las empresas privadas nacionales cuando decidan endeudarse, así como una caída de la inversión privada que generaría un descenso en la recaudación fiscal.
Las medidas del MEF. Al respecto, el propio ministro de Economía Pedro Francke se refirió a la rebaja de calificación de Moody´s. “Hemos recibido ayer la noticia de la agencia Moodys que nos ha rebajado un poco la calificación. Todavía estamos bien sólidos en el lado de países con grado de inversión. Este es el tema esencial para obtener financiamiento fácil. El mantener el grado de inversión y no es que estemos cerca a perderlo.”, señaló.
Dentro de su exposición en el Congreso donde presentó el Presupuesto Público, el ministro recordó que la deuda pública del Perú (35.3% del PBI) es de las más bajas de América Latina, y reiteró que el déficit fiscal se está reduciendo a 4.7% para este año.
“Se había proyectado en el presupuesto de este año que el déficit fuera por encima del 6%, pero lo estamos bajando un poco más (4.7%) y eso se refleja en un cierto aumento de la deuda pública. Eso hay que mantenerlo controlado, pero nuestra deuda pública es de las más bajas de América Latina”, dijo.
“Según el Fondo Monetario Internacional, estamos dentro del 10% de países con menos deuda pública entre los países emergentes, y esto tenemos que resguardar y evitar un endeudamiento excesivo”, agregó.
Además, manifestó que la rebaja de calificación de la agencia Moody’s no afecta el grado de inversión del Perú.
“Nosotros todavía estamos bien sólidos en el lado de países con grado de inversión, este es el tema esencial para poder obtener financiamiento fácil y no estamos para nada cerca de perder el grado de inversión”, afirmó.
Armando Mendoza nos señala que las políticas económicas deben estar dirigidas a mantener un correcto cumplimiento de las obligaciones a nivel internacional. “Las señales que se deben dar en la política económica del Gobierno deben ser en términos de poner como una prioridad mantener una solvencia de las riendas fiscales y la capacidad de poder cubrir con nuestras obligaciones. Aquí es vital el rol que está tomando el Ministerio de Economía. Desde hace unos días se anunció por parte del ministro de Economía que las metas de reducción del déficit iban a ser mayores a las que había proyectado el Gobierno anterior. Estamos yendo de un 3.7 % del déficit de PBI para el próximo año y para el 2025 se espera que estemos de vuelta dentro del margen del 1 % de déficit de PBI. Esas señales que se dan creo que no han sido tomadas aún por las firmas internacionales, pero en la medida que esto se empiece a implementar y el gobierno muestre que se está avanzando en ese sendero, ya deberíamos empezar a estabilizarnos en términos de la percepción que se tiene del Perú en nivel de riesgo económico”, concluye Mendoza.