El reciente accidente de la empresa León Express, en la zona de la localidad de Matucana, que dejó 34 fallecidos y más de 20 heridos, evidencia, una vez más, la precariedad institucional del país. No basta con determinar, según Sutran, que la tragedia fue a consecuencia de “un exceso de velocidad en tramos donde no se permiten esos niveles, y constató que el servicio se inició desde un lugar no autorizado”. El problema es mayor; no termina con la sanción impuesta por el MTC a la citada empresa de transportes.
León Express viene operando desde hace más de un año en la ruta Huánuco–Lima- Huánuco. “Un año más demostrando que el trabajo arduo y honesto nos pueden llevar al mejor lugar. ¡Gracias por ser parte de esta gran familia corporativa!”, publicó en su Facebook el 28 de julio pasado. El bus que se despistó y volcó partió de la ciudad de Huánuco el 30 de agosto por la noche. ¿Cómo seguía operando desde un lugar no autorizado durante más de un año? Además, este vehículo tenía, como antecedente, 9 papeletas impuestas por exceso de velocidad.
De acuerdo con el reporte sobre fiscalización de los límites máximos de velocidades con el uso de cinemómetros, “desde el 1 de enero hasta el 31 de julio de 2021, la Sutran ha detectado 91,930 excesos de velocidad a través del control que realiza con cinemómetros en carreteras”. No es ninguna novedad que, en el Perú, unidades de transporte público de pasajeros interurbanas, con miles de deudas en papeletas, sigan circulando como si no hubiera Estado alguno. Los lobbies, la presión gremial y la informalidad pesan más que la institucionalidad.
La carretera Central hace tiempo que ha colapsado. El ingeniero Ceferino Linder Teodoro Leandro, especialista en temas viales, puso en cuestión la concesión de esta vía a la empresa Deviandes por el segundo gobierno de Alan García y denunció que no se estaba cumpliendo con las diversas obras de mejoramiento establecidas en el contrato. Asimismo, dirigentes de diversos gremios de Junín, hace algunos años atrás, denunciaron que el monopolio que ejerce sobre esta vía la empresa concesionaria hacía imposible la construcción de otros proyectos alternos.
Cualquier accidente entre la Oroya y Lima o algún bloqueo de la carretera por demandas sindicales se paraliza el tránsito vial de casi medio país. Esta es nuestra realidad. El gobierno del expresidente Francisco Sagasti, como es de conocimiento, anunció la construcción de una nueva carretera central. Se trata de una autopista bajo la modalidad de gobierno a gobierno con Francia, con una inversión de 11, 571 millones de soles. La paradoja es que hay tres proyectos alternos a la carretera Central que están en marcha desde hace muchos años: Cerro de Pasco–Huayllay– Canta, Ambo–Yanahuanca–Oyón y Huánuco–La Unión. Todas ellos tienen como destino la ciudad de Lima. ¿No creen ustedes que era mejor garantizar la ejecución de estas 3 obras para descongestionar la carretera Central cuyos costos totales no sobrepasan ni la mitad del presupuesto de dicha autopista?
Hay mucha precariedad, incluso en lo que significa visión de país. Las carreteras rurales y vecinales, en su mayoría, son trochas carrozables. Los productos de los campesinos tienen sobrecostos respecto a los de la costa peruana. Un presupuesto, como el de la nueva vía central, contribuiría mucho a mejorar la competitividad agrícola y reducir la pobreza en el campo. Primitivo Nolasco Caico, es un caficultor, segundo puesto, en la reciente Expoferia del Café 2021, organizada por la Municipalidad Provincial de Leoncio Prado. Proveniente de la comunidad de Chipaquillo (Huamalíes – Huánuco), azotada por la violencia terrorista en los años 80 y 90, logró salir adelante con la producción de uno de los mejores granos de café que produce el país. Su problema, como el de muchos productores que apuestan por el desarrollo alternativo, es que no cuentan, precisamente, con adecuadas vías de comunicación para trasladar sus productos a los mercados.
La tragedia ocasionada por una de las unidades de León Express es todavía nuestra tragedia como país, con instituciones frágiles, con una democracia precaria, con élites políticas y mediáticas ensimismadas en sus intereses de grupo. Es cierto que hay excepciones, pero en el escenario actual –por lo menos hasta ahora- los actores de la polarización constituyen la antípoda de la democracia y el desarrollo social.
Completamente de acuerdo, no se actúa frente a la informalidad. Resultados saltan a la luz, ahora más de 30 hogares enlutados.