Un agudo y acucioso análisis sobre la situación de la democracia en los países más representativos del mundo occidental, es lo que nos ofrece la estudiosa Anne Applebaum en su último libro, “El ocaso de la democracia”.
El ensayo empieza con un recuerdo personal, lleno de simbolismo: la fiesta que ofreció en su casa de campo en Polonia para recibir el nuevo milenio. Como se recordará, la noche vieja del 31 de diciembre de 1999 despertó muchas inquietudes. Se especuló acerca de los eventuales cambios que podría producir ingresar a una nueva era, principalmente en el ámbito de la informática: las dudas sobre el funcionamiento de las computadoras y la permanencia de los archivos virtuales. Hubo la sospecha de que el cambio de digito (el número 2000) podría ocasionar una catástrofe.
Pero la autora no se detiene en dichas consideraciones sino en la identificación de sus invitados, esa noche especial, con los ideales de la libertad y la democracia. Recuerda que sus amigos, venidos desde diversos lugares del mundo para la ocasión, tenían como denominador común esa coincidencia.
Con el transcurso de los años, sin embargo, Anne Applebaum ha podido constatar que la mencionada coincidencia entre las mismas personas, ahora, ha cambiado sustancialmente. De hecho, a lo largo del libro va dando cuenta de las notables transformaciones ocurridas que no hacen más que sorprenderla, al extremo de haberla motivado a escribir el libro.
De fervientes demócratas a exaltados autoritarios; de gentes de vocación liberal a fervientes devotos de regímenes totalitarios; de personas creyentes en la libertad, en el Estado de derecho y el respeto a la legalidad a fanáticos entregados al ejercicio del poder sin controles ni contrapesos.
Tales cambios, radicales como inusitados, tienen no obstante varias explicaciones que Applebaum las identifica y disecciona con solvencia y persuasión.
Considera que las teorías conspirativas vienen jugando un rol fundamental. La idea de que la inmigración, principalmente aquella proveniente del mundo árabe, va a destruir Europa viene asentándose desde hace algún tiempo y es la que alimenta el nacionalismo a ultranza que menoscaba la vigencia del sistema democrático. Es el mismo fenómeno, sostiene la autora, que empezó a tener Estados Unidos con la presidencia de Donald Trump respecto de los migrantes latinoamericanos. El mejor ejemplo fue el lema de América Primero que se encargó de repetir permanentemente Trump durante su mandato. Así como los migrantes árabes quieren acabar con Europa, los de América Latina quieren hacer lo mismo con Estados Unidos. Ahí está el sustento del nacionalismo, a un paso del autoritarismo.
El libro hace un par de referencias históricas relevantes. La primera es la del famoso caso Dreyfus, en Francia. Como se conoce, Alfred Dreyfus, un oficial francés, fue acusado de ser espía de Alemania. Luego de ser juzgado fue encontrado culpable y encarcelado en la denominada Isla del Diablo. El dato que aporta Applebaum es que la sociedad francesa se dividió en dos: quienes consideraban a Dreyfus culpable y quienes lo creían inocente. Esa división lo que hizo fue desenmascarar las profundas diferencias del país. Tanto es así que se demostró que Dreyfus era inocente, pues se habían fabricado pruebas para inculparlo, pero las divisiones entre los franceses nunca se resolvieron.
El otro caso que menciona Applebaum es actual y tiene directa relación con la pandemia del coronavirus. El mal uso que algunos gobiernos hacen de la Covid-19 para restringir libertades ciudadanas, configurándose entonces regímenes autoritarios con aparente ropaje de legalidad. El ejemplo más representativo es el del presidente Víktor Orbán, en Hungría: se ha emitido una ley que permite a su Gobierno detener y encarcelar a cualquier periodista que critique las medidas que se dicten para combatir la pandemia.
Las conspiraciones, las migraciones, la judicialización de la política y la politización de la justicia, así como la pandemia, se convierten en pretextos para restringir libertades y poner en cuestión la vigencia de la democracia. Ahí está su ocaso.
Las reflexiones de Anne Applebaum en “El ocaso de la democracia”, si bien suscitan un sano estímulo para estar alertas a las tentaciones autoritarias de los gobiernos, terminan con un desanimo preocupante acerca de la fortaleza del sistema democrático para prevalecer. Que el libro tenga como sub título: la seducción del autoritarismo confirma el desencanto.
