El populismo, un día se disfraza de izquierda y otro día se viste como derecha; gana las elecciones agarrando el violín con la izquierda y la toca con la derecha; astuto como sindicalista que es Pedro Castillo, porque tonto no es para nada, flota al compás de la flauta que la coyuntura impone; ahora tiene un gabinete conservador, misógino, centralista, con derechistas corruptos, buscando atenuar o prolongar su agonía y vacancia.
Esta historia tampoco es nueva en el Perú. Hace unos años apareció en un tractor el ex rector de una universidad, levantando las frases muy simples y generales de “tecnología, honradez y trabajo”, con el cual logró pasar a la segunda vuelta, en cuyo segundo tiempo se acomodó al discurso anti sistémico y anti neoliberal que enarbolaba Mario Vargas Llosa, a quien derrotó con la ayuda de la izquierda y el Apra.
Como buen populista en los primeros meses de gobierno, invitó a tirios y troyanos, apristones e izquierdistones a su primer gabinete, luego de unos meses los votó sin explicación alguna y se reubicó en las esferas del modelo neoliberal, el militarismo y la corruptela que terminó en una cruenta dictadura, de cuyos hechos fue juzgado y ahora purga carcelería.
Años más tardes un militar, recurrió al discurso nacionalista y populista, para engañar a sus electores entusiasmados con el cambio; travistió su camiseta roja a una blanca, firmó una hoja de ruta ante el garante neoliberal el Dr. Vargas Llosa; para ganar las elecciones con el apoyo entusiasta, nuevamente de esa izquierda del “mal menor”. Como es la costumbre invitó a otros izquierdistas a su gabinete y los licenció, cuando el pueblo empezó a exigir el cumplimiento de sus promesas como “el agua es primero que el oro” en el conflicto de Cajamarca.
Los grupos de poder económico que nunca participan en las elecciones, pero siempre ganan y gobiernan; tienen a mano un conjunto de mecanismos y tácticas para torcer la voluntad popular; a Fujimori lo cooptaron las multilaterales internacionales con el programa económico del “Consenso de Washington”, así como a través de los militares con el discurso de la “lucha antisubversiva” frente a un senderismo desatado en terror, Vladimiro Montesinos fue el operador de esta cooptación.
A Ollanta Humala, primero sedujeron a su mujer con oropel y chanel, una clase mediera provinciana con ambiciones incontrolables y sueños de chola blanqueada; luego fue fácil ganar al marido por la vía de los tecnócratas del modelo económico que, todavía despertaba ilusiones. El aseguramiento vino con los maletines de dólares que, era la práctica común y el ADN de los empresarios mafiosos. Ya había los antecedentes infalibles con Alan García y Alejandro Toledo.
Como es la tradición en la política criolla, los Humala invitaron los primeros meses de su gobierno a progres e izquierdistas; para luego patearles el trasero y reemplazarlos por la tecnocracia neoliberal. Como es la otra costumbre en la mafia empresarial, cuando los agachados y pusilánimes ya no sirven, los niegan y los basurean, los delatan con el formato prostituido de la “colaboración eficaz”, para meterlos en la cárcel como lo hicieron con los Humala, Toledo y acosarlo hasta el suicidio como a don Alan García.
A estas alturas de la post pandemia, para algunos ya no resulta ni novedoso ni llamativo que Pedro Castillo, el que se disfraza de profesor y humilde campesino; pero en realidad es un viejo zorro del sindicalismo, capaz de rejuntar al senderista arrepentido en el CONARE y los parlamentarios del mafioso apro fujimorismo, en la huelga magisterial; ha transmutado a su real papel de pragmático conservador, dejando en la orfandad a los pocos ingenuos y aprendices de caviar.
Ahora Pedro Castillo, está rodeado por las figuras grises del Opus DEI, Perú Libre el cascaron provinciano de los misóginos e ineficientes, así como de algunos mini partidos como el todavía dice izquierdista Juntos por el Perú, revueltos junto a la centro derecha, negociantes rutinarios y al mejor postor con sus escasos pero necesarios votos congresales.
Dicen que la jugada del Gabinete parchado, es para salvar la vacancia y a medida del voto de confianza del nuevo gabinete; otros analistas severos pero malvados escribas, señalan que se le pasó la mano al Rasputín Cerrón Rojas que, de Vladimir como Lenin solo tiene el nombre, aunque él se crea la quinta espada del marxismo-leninismo, luego del cuarto don Abimael Guzmán que arde en los infiernos, si existe. Esta nueva cría que nació moribunda, promovida también por el ex Perú Libre Bermejo, es peor que las anteriores; tal vez por eso, temporalmente se han silenciado los encendidos y enloquecidos twitts del dueño de Perú Libre, insultando a los malditos caviares.
El Gabinete Valer es tan mediocre y conservador que, es una vergüenza hasta para los grupos que tienen sus topos en el gabinete, para recibir el voto de confianza. En el mundo real, tiene pocas probabilidades de remontar la caída libre en la opinión pública, particularmente en los votantes del cambio, los cuales hace tiempo se encuentran asqueados, del chantaje golpista de la derecha y de los autogoles del gobierno y la junta de sus paisanos y sobones.
A estas alturas, si tenemos un gobierno o ejecutivo que no respeta y recoge la voluntad de cambio y la lucha frontal contra la corrupción; no tanto por la presión de la ultra derecha y sus amenazas de vacancia, sino fundamentalmente por la falta de voluntad e iniciativa política, carencia de capacidad personal del gobernante que, acaban en autogoles y pueden terminar en una implosión.
Si el Congreso, se ha convertido en una velada dictadura parlamentaria, el muro de contención para reformas urgentes como las tributarias, del medio ambiente, en cambio sí legislan apresuradamente para el retorno de universidades mafiosas y otras leyes antisociales, entre otras; ha traspasado toda legalidad y legitimidad constitucional, usurpando funciones del poder ejecutivo que no le corresponden.
Curiosamente estos mismos defensores de la Constitución fujimorista ahora la trastocan, parchan y remachan, demostrando efectivamente que la constitución está agotada y reinterpretada al gusto del cliente. Paradójicamente niegan el derecho al referéndum constitucional al pueblo, pero aprueban normas legales en función de los intereses de la red mafiosa y corrupta de los poderes fácticos y empresariales.
Ante esta crisis del régimen en las alturas, empate catastrófico y destructivo entre el ejecutivo y legislativo que llevan a la catástrofe al país; no queda otro camino que exigir desde los movimientos sociales y democráticos que, se vayan a sus casas, tanto el ejecutivo como el legislativo.
La vieja clase política de izquierdas y derechas, así como los veteranos analistas y opinólogos, dirán ese no es el proceso y el camino para la gobernabilidad, tal vez, pero ¿cuál es el camino? ¿Esperar que se materialice la dictadura parlamentaria, por incompetencia y autogoles del ejecutivo? Vamos a mirar la restauración completa del bloque corrupto del poder económico que, ha copado el Tribunal Constitucional, el BCR, el Ministerio Público y el Poder Judicial, todo y todo, desde la maquinaría del Congreso?
Nadie aboga por la vacancia de Castillo, sería incompleta la salida si se acepta el montaje de la dictadura parlamentaria; pero existe otra ruta y camino como es la renuncia presidencial, con lo cual se van todos los responsables de la crisis. Corresponde tomar iniciativa y articular al movimiento social, asumiendo el protagonismo en las calles, en este momento destituyente y crítico del viejo régimen; para precisar y definir posiciones e iniciativas populares, en este contexto tan complicado y excepcional, dando una salida y un desenlace democrático y cerrar el paso a cualquier tentativa golpista ante el vacío de poder. Para grandes problemas, grandes soluciones.