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lunes, diciembre 2, 2024

LOS 44

Como sabemos el objetivo de los partidos de oposición al gobierno de Pedro Castillo ha sido, primero, impedir que asuma el gobierno antes del 28 de Julio; segundo, generar una crisis política para apresurar su salida política del gobierno. Hubo un primer intento de vacar a Pedro Castillo pero que fracasó porque no obtuvieron los votos necesarios para que la moción de vacancia ingrese a debate por el Pleno del Congreso. Ese sentido, la derecha peruana no ha dado tregua ni menos buscado consenso.

Hoy estamos ante un nuevo intento de vacancia alentados por innumerables desatinos del propio Presidente y de su entorno presidencial. La estrategia es diferente: exigen que él mismo, voluntariamente renuncie a su cargo y que se vaya a su casa; no sólo él, por cierto, sino también la vicepresidenta Dina Boluarte. Con el camino despejado, la Presidenta del Congreso asumiría el encargo de la Presidencia de la República para que, en un corto plazo, convoque a elecciones presidenciales. De esta forma el camino estaría despejado, se elegiría un nuevo Presidente, pero con el mismo Congreso, que como sabemos está controlado y dominado por las fuerzas más conservadoras de la derecha peruana. Ellos perdieron las elecciones, pero quieren gobernar mediante estas tretas.

No obstante, hay un problema: Pedro Castillo no va a renunciar a su cargo. No hay evidencia alguna que él vaya a dar un paso al costado y renunciar. No lo va hacer. Es más, sería un trágico error que haga eso. La crisis política se tornaría más grave aún.

Ahora bien los congresistas y los medios de prensa que apoyan la vacancia se esfuerzan en ceñirse a las salidas constitucionales para legalizar su aventurerismo golpista. Pero, por más que se esfuercen en lograr ese objetivo, hay una verdad inconmovible: requieren  87 votos. Si no logran ese número de votos, adiós salida constitucional.

A Pedro Castillo solo le quedaba conseguir 44 votos congresales para cerrar el paso a los intentos de vacancia. No los tenía antes. Los tiene ahora y con ellos los bloquearía a la oposición, puesto que ellos a lo máximo sumaría 86; por tanto, todos los intentos de vacancia irán al naufragio por una cuestión de números.

Cómo llegaron a los 44 votos. Veamos.

  • Bancada de Perú Libre: 32 congresistas
  • Bancada de Perú Democrático:   7 congresistas
  • Bancada de Juntos por el Perú   5 congresistas

 

Como se sabe, las bancadas de Perú Libre y Perú Democrático son una fuente permanente de inestabilidad por sus desatinos y sus permanente conflictos entrecruzados. No obstante, ambas suman 39 votos; están unidos solamente por la identificación con el Pedro Castillo, pero no son una fuente confiable porque en ella hay tres tendencias: la liderada por Vladimir Cerrón, su hermano Waldemar y Bellido; la liderada por los del Partido Magisterial con Alex Paredes, y la liderada por Guillermo Bermejo y su nueva bancada Perú Democrático en la que está el inefable Héctor Valer defenestrado de la PCM. ¿Qué los une? Al momento solo el interés por controlar la PCM y  colocar ministros. Pero esto tiene un límite. Ya Vladimir Cerró amenazó a Pedro Castillo de que si no nombra a ministros de Perú Libre, darán paso a sus congresistas para  votar por la vacancia. Así, las cosas claras, la advertencia está hecha.

Pero por el lado de Juntos por el Perú, la situación también es crítica. En verdad nunca hubo una alianza política o programática entre Nuevo Perú liderada por Verónika Mendoza y Juntos por el Perú, liderado por Roberto Sánchez, dueño del partido y de la inscripción. Roberto Sánchez se siente cómodo en su ministerio, no le importa quien esté en la PCM o en otros ministerios; tampoco que hayan defenestrado a los ministros de Nuevo Perú. Pero la correlación de fuerzas en esa bancada es muy clara: de cinco congresistas solo uno (Roberto Sánchez) es de Juntos por el Perú, los otros cuatro son de Nuevo Perú.

Así, inesperadamente Nuevo Perú, con sus cuatro votos se han convertido en el fiel de la balanza. Si ellos deciden no dar el respaldo a Pedro Castillo, pues el camino de la vacancia está abierto. A la fecha Nuevo Perú ha sido un aliado importante de Pedro Castillo y de su gobierno. No obstante ha sido (y es) ácidamente cuestionado por Cerrón – Bermejo – Bellido que no han escatimado insultos y desprecios. Así y todo, decidieron ser seguidores a un partido y a una bancada parlamentaria que solo los despreció.

Si la crisis se agudiza tanto por la persistencia en el error de Pedro Castillo y por la consolidación de un gabinete de alianzas entre conservadurismo de izquierda y de derecha, o porque la extrema derecha en el Congreso avanza hacia la vacancia, los votos de la bancada de Nuevo Perú le son absolutamente vital para evitar que Pedro Castillo y a su gobierno sean vacados.

Puesto en esta situación, creo que Nuevo Perú no debe hacer seguidismo incondicional a Cerrón – Bellido – Bermejo. Nada les debe. Y sí, por el contrario, debe imponer condiciones a Pedro Castillo para retomar el camino de realizar los cambios en democracia, respetar los avances en la reforma del Estado y luchar sin cuartel a la corrupción que ha sido la principal causa de la actual crisis política.

Caso contrario…

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