En los últimos tiempos, hay una grave amenaza a la cultura andina, que también se expresa en el tema religioso; esta campaña subterránea de los sectores conservadores de la Iglesia Católica, busca seguir extirpando las “idolatrias” a la religiosidad popular; en el caso de Qoyllur Rit’i han venido retirando los símbolos andinos, como la bandera del Arco Iris año tras año.
En la actualidad han desaparecido dichas representaciones y fueron reemplazada por otras banderas, como pueden ustedes observar en las fotografías disponibles en las redes sociales de esos años y los actuales.
La reflexión del antropólogo Pablo Concha, precisamente rescata y señala que el Peregrinaje al Qoyllur Rit’i, tiene un origen en miles de años antes de la llegada de la invasión española, en los que los pastores de altura y agricultores de los valles, agradecían al agua por los frutos que producían con su intervención; hoy poco a poco fue reemplazo con el simbolismo cristiano; r re iventando los procesos y reemplazando los contenidos.
Los invito a leer estos apuntes y agradecer a Pablo la gentileza de permitir su publicación.
EL COSMOS Y LA PEREGRINACIÓN AL QOYLLUR RIT’I
Por: Pablo Concha Sequeiros(*)
Para la cosmología andina, la vía láctea era considerada un enorme río astral, el cual estaba representado en la tierra por el río ‘Mayu’ con sus constelaciones brillantes y oscuras, el cual era la fuente de agua para la vida. Según esta cosmovisión, el cielo y la tierra están conectados.
En la cadena de nevados de la zona del Ausangate, al igual que las hoyas de Moray, viven también y alineadas como representación terrenal de las 4 estrellas de la Cruz del Sur (Chakana), los cuatro Apus que son: El Hawsanqati, el Hawayqati, el Urayqati y el Qolqepunku, y el rio Vilcanota es la representación del Mayu Celestial o Willka Mayu.
En la Rinconada, también llamada Sinakara, lugar de la peregrinación del Qoyllur Rit’i, se encuentra un inmenso bloque de piedra caído del cielo (asteroide) en forma Ovoide, con mucha energía, ahí se encuentra pintado el cristo católico, que hoy alberga a miles de peregrinantes de la más grande fiesta realmente andina.
Otra representación terrenal del cosmos, se expresa entre la constelación del UKUMARI (oso celestial) y el UKUKU. Los Ukukus, se expresaron a través de los Tarpuntay o Willkas, que vienen a ser sacerdotes menores y ayudantes del Willka Uma (sacerdote principal andino), encargados del cuidado y mantenimiento de los espacios sagrados, tareas astronómicas, de los ritos y ceremonias religiosas del imperio, y como parte del solsticio de junio y el Aymoray.
Agradecían por las cosechas, y para este caso eran los encargados de subir al nevado del Ausangate a agradecer por el agua y traer bloques de hielo para bendecir a sus comunidades. El Ukuko es personaje mítico sacerdotal, que expresa la sencillez, la humanidad, la vigilancia y el servicio.
Luego de la Revolución de Túpac Amaru (1870), además de la continuidad de la ceremonia de agradecimiento al Apu, se produce las llamadas luchas clandestinas y silenciosas (Taky Onkoy) de pobladores en la zona, que realizaban catarsis por la derrota, realizan flagelaciones a sus cuerpos.
Al ser avistados ambos hechos por la Iglesia Católica, se implanta el culto a Cristo en la cruz, sobre el culto al agua y al Apu Ausangate. Para ello, se producen 2 hechos:
- Se desmitifica a los Ukukus, denostándolos como condenados, como seres endemoniados (kukuchis), que producían el mal, y
- Crean la leyenda del pastorcito Marianito y un niño externo llamado Manuel, que da origen al Cristo, pintado en el bloque de piedra ovoide que se encuentra en el lugar.
Para mantener la función religiosa y social andina, que da sentido a su peregrinación, recuperan el nombre del hijo del oso y una mujer, llamado Paulito; se han mimetizado en la forma antropomórfica de la alpaca y lo llaman Paulucha, también se dice, que es la castellanización del término paqucha, (alpaquita).
Se trata hoy de una fiesta que mezcla las tradiciones andinas con la religión traída por los conquistadores. Las 8 naciones andinas, que peregrinan al Qoyllur Rit’i, en el fondo veneran la integración del hombre con la naturaleza, la fertilidad de la tierra y la veneración a los Apus, y es la fiesta indígena más importante del sur peruano-
(*) Antropólogo. Cusco junio de 2022.