Por Diana Miloslavich Tupac
Para nuestra frágil democracia es importante destacar y saludar que en medio de una Pandemia despiadada, este 11 de abril fueron 16 millones 495, 464 peruanos y peruanas a votar, según actas procesadas por la ONPE, a las 2am del día de hoy. Siendo el candidato Pedro Castillo Terrones quien alcanza un 19.11% de la votación presidencial y la candidata Keiko Fujimori el 13,31%. 6 millones 415, 013 se abstuvieron de participar en las elecciones, un 28% de la población que hay que tomar en cuenta. Y Hay 2 millones de votos en blanco para analizarlos.
¿Qué destacar de estos resultados?
Una primera alerta es la desposesión sistemática de un sector importante de la población peruana que se expresó en los resultados de las elecciones. Poblaciones enteras del país sobreviven bajo un Estado precario que no les garantiza servicios básicos como educación, salud, empleo, etc pero tampoco derechos.
Una segunda alerta que nos llega es que el Perú no es Lima, lo que nos ayuda a repensar el país, no solo desde los partidos políticos, sino desde el lugar en que nos ubicamos en la sociedad. No es poca cosa que el candidato de Perú Libre gane en 14 regiones: Amazonas, Ancash, Apurímac, Arequipa, Ayacucho, Cajamarca, Cusco, Huancavelica, Huánuco, Junín, Moquegua, Pasco, Puno y Tacna. Y Fuerza Popular en 8 regiones, mientras que Alianza Para el Progreso en 3 y Renovación Popular vaya ganando el voto en el extranjero y en Lima (con 253,522 votos) y que este ocupará curules, porque así es nuestro sistema político que debemos cambiar, pero no es un número significativo para la población que tenemos en la ciudad. Y tener en cuenta que hubo una abstención de alrededor de 1 millón de votantes hábiles en Lima Metropolitana
Tercera alerta. El Congreso tendría una composición de 11 bancadas, lo que hará difícil el consenso y dialogo, pero a la vez sabemos que las bancadas tendrán dificultades internas para su propio trabajo; las debilidades de los denominados partidos políticos se expresarán en conseguir consensos internos.
Seguimos apostando por una Democracia, por eso debemos poner en el centro nuevamente la urgencia de seguir adelante con una profunda reforma política, con los cambios que han quedado pendientes y que vayan de la mano con reformas del sistema de salud urgentes. Haya o no consensos para un camino constituyente, este tomará tiempo, aun teniendo aliadas y aliados en la defensa de derechos y que, estamos seguras librarán batallas con apoyo ciudadano, no es seguro que tengan grandes resultados. Sin embargo, como dice un periodista, en el Perú, nada está dicho.
Para la segunda vuelta será difícil que sectores progresistas puedan construir un diálogo con Perú Libre y su bancada, que este ponga en el centro la defensa de los derechos humanos, la defensa de los derechos de las mujeres de la comunidad LGTBI y sus agendas planteadas en el proceso electoral.
Esperamos que las dificultades encontradas el día de la votación se subsanen, que la ciudadanía asista a votar, y que la ONPE cambie el horario para los/las adultas mayores, personas vulnerables, etc. Y para quienes vienen expresando que no se sienten identificados con ninguna de las dos opciones que salieron elegidas, les hacemos un llamado a que vayan y voten pues esas son las reglas democráticas.
Se necesitan cambios urgentes, para evitar que siga en aumento de las muertes por la Pandemia, la desolación, el sufrimiento y el temor en la que vivimos día a día tiene un límite, según SINADEF el promedio de muertes en el Perú es de 541 por día y seguimos al alza. La vacunación puede ser el único punto de acuerdo inicial.
Para cerrar expresar que tenemos la obligación de preservar las vidas. Así como la responsabilidad política de organizar las resistencias democráticas para que seamos un país viable para todos y todas, ante la falta de Estado, el racismo, la pobreza, las violencias de género, la xenofobia, y las desigualdades.