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jueves, marzo 28, 2024

Basta ya, abramos el camino de la transición al nuevo gobierno

Había decidido no volver a escribir sobre el proceso electoral, pero prendo la TV y miro un extenso reportaje sobre Fuerza Popular que quiere convencernos de que estamos por convalidar a un candidato de manera ilegítima, transmitido en Cuarto Poder de manera irresponsable. Me devuelven al monotema en el que nos han atrapado y confinado en lugar de escribir sobre la agenda de las mujeres, sobre lo que nos ha pasado durante la pandemia a las mujeres, sobre la prioridad que tendría que afrontar el nuevo gobierno, sobre lo que nos deja el gobierno de Sagasti.

Paso de la emoción que sentí al escuchar que una mujer ha sido elegida presidenta de la Convención en Chile, Elisa Locon —que abre un nuevo camino de esperanza para América Latina y los pueblos indígenas postergados, para las mujeres, la comunidad LGTBIQ—, pero regreso a mi triste realidad, Perú, donde seguimos sin poder colocar en el centro del debate lo que tendría que ser el inicio de un nuevo periodo en nuestro Bicentenario[1].

Seguimos en el estupor en medio de una tensión que no termina, de un sector de la población que sigue viviendo a espaldas de otro que ha pedido un cambio profundo por la vía democrática, y que insiste en una campaña en la que hasta el momento no se ha podido demostrar nada valedero. El proceso electoral ha sido transparente y legítimo.

Ahí están los datos, los números, los analistas, los especialistas que demuestran que no hubo fraude. Y ahí está también el papel vergonzoso de un sector de los medios que despide e intimida a periodistas. Ya hay una larga lista de ellos y ellas, a los que va mi solidaridad, mientras que otros buscan intimidar, amedrentar y “terruquear” a congresistas como Rocío Silva o a dirigentas como Anahí Durán, entre otras.

Este Congreso ya va de salida y nos quiere dejar un Tribunal Constitucional que no estará a la altura de lo que el país necesita para este momento tan difícil y precario que vivimos. Y que amedrenta a su Presidenta y a la Mesa Directiva. Un Ejecutivo vilipendiado, que ha hecho lo mejor que ha podido su gestión. Un presidente que reconoce todo lo que hace falta para salir adelante, que busca cambios, que coloca los retos que tendremos que afrontar los próximos años, y que tiene la claridad y la honestidad de discrepar con su propio ministro de Economía.

Mientras escribo también van sucediendo hechos duros en la vida de las mujeres que interrumpen mi artículo: una joven afroperuana es detenida en la Comisaria de Barranco, injustamente acusada por trabajadoras de la tienda Tai Loy, y luego de tres horas en las que la policía la desnudó, la dejaron libre: no tenía nada. Una expresión de una ola racista en medio de estas tensiones que vivimos en nuestro país, a eso estamos asistiendo en estos momentos. Asimismo, leo una alerta de que el cuerpo de Lady Catherine Reginaldo, estudiante de veintitrés años, fue encontrado en Huaytara, Huancavelica, luego de treinta días de desaparecida. Un nuevo caso en el que nadie pudo garantizar una vida llena de sueños.

Seguimos en la incertidumbre y nadie sabe cómo se irán resolviendo las cosas. Algunos creen que todo dependerá de cómo se nombre el gabinete ministerial. En parte tienen razón, pero no hay que dejar de tomar en cuenta a la ciudadanía, que es más grande del lado de quienes han salido a movilizarse. Hoy tenemos también ciudadanos y ciudadanas que han llegado a Lima a defender su voto, su esperanza de cambio. Ya llevan varios días instalados en lugares improvisados, solidarios, comiendo en ollas comunes, organizando su vida diaria casi en las calles de Lima. También vienen preparando un paro cívico para el 6 de julio, impulsando asambleas populares y un nuevo Frente Nacional por la Democracia y la Gobernabilidad.

Por otro lado, vemos exaltados jóvenes fachos caminando por la ciudad, haciendo una especie de patrullaje, como en la película La Boca del Lobo. O a esta nueva forma de usar palos con clavos para iniciar violencia en las calles del grupo llamado «La Resistencia», que han pasado a un segundo momento. Los conocí en las calles, beligerantes, pero ahora tienen una actitud racista. Y qué decir de la élite limeña, que no está capacitada para entender el país y sus desigualdades: ellos siguen viviendo en sus urnas, cuidando sus intereses y sin ninguna vocación por la democracia.

Sin duda educación y salud son una prioridad, pero también la pandemia de las violencia contra las mujeres, entre otros. Y otra prioridad será como seguir conviviendo en el mismo espacio geográfico en el que nos encontramos.

[1] Hemos saludado la elección de la doctora Jeri Ramón, primera rectora en la UNMSM desde Flora Tristan, la Campaña Somos la Mitad queremos Paridad y Feministas por la Democracia

2 Comentarios

  1. Muy buen artículo. Claro y toca aspectos medulares de nuestra precaria democracia y la fragmentación social en la que nos encontramos. La ultra derecha sigue jugando cartas sucias para evitar el cambio por el que votó y aspira el pueblo pero no pasará. Felicitaciones Diana.

  2. Diana felicitaciones por la excelente reflexión, realmente este golpe lento, deja al país en una incertidumbre e ingobernabilidad dónde todo está paralizado y la chica q sigue haciendo pataleta y la élite de peruanos q simplemente no aceptan ni respetan la institucionalidad democrática, siguen obstruyendo la proclama de Castillo, que a estas alturas debíamos estar analizando si su gabinete es paritario, x donde iría su línea política, entre otros… La ciudadanía cansada de seguir esperando.

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