La preocupación sigue latente en paises del viejo continente debido al coronavirus. Este es el caso de Francia que teme de que a finales de julio, el país enfrente una nueva ola de contagios debido a la variante Delta.
Hasta la noche de ayer, el gobierno de Emmanuel Macron había registrado 6,950 nuevos casos de contagios y 54 decesos. Situación y panorama nada alentador que ha obligado al jefe de estado francés a adoptar nuevas medidas para no lamentar más tragedias.
Macron anunció que impondrán la vacunación de manera obligatoria para el personal de salud y ampliar el uso del pasaporte sanitario en espacios públicos como restaurantes o cafés.
Francia dejó atrás los días de confinamiento priorizando la reactivación económica hace casi un mes. Pese a esto y con un proceso de vacunación en marcha, la afluencia de personas para ser inoculados contra la covid-19 no fue la esperada.
El mandatario decidió que el pase sanitario, que permite a los ciudadanos asistir a establecimientos públicos tendrán variaciones. Actividades de entretenimiento o culturales entrarán dentro de los lugares que deberán contar con dicho pasaporte.
El resultado fue uno solo: más de 2 millones de citas fueron reservadas para la vacunación contra el coronavirus en la plataforma Doctolib.
Fechas expuestas
“A partir del 21 de julio, habrá que estar vacunado o presentar un test negativo reciente”, precisó Macron.
A la fecha mencionada anteriormente sobre el pase sanitario se suma otra data. A partir del 15 de septiembre un grupo de personas con cargos específicas tendrán la obligación de estar vacunadas.
“Para todo el personal de hospitales, clínicas, residencias para seniors, para todos los profesionales o voluntarios que trabajen en contacto con personas frágiles, incluidos aquellos a domicilio, la vacunación será obligatoria”, afirmó el mandatario en conferencia de prensa.
El motivo se debe a que pese a las facilidades del gobierno de volver a la «normalidad» tras más de 14 meses de confinamiento, la población no acudió a vacunarse. Una respuesta que poco o nada le agradó a Macron y que forzar a la gente con ciertas restricciones a su libertad de llevar una vida normal ha sido la única solución.