El presidente de Estados Unidos señaló que se le acaba la paciencia ante la insistencia de los denominados antivacunas. En una de sus declaraciones más efusivas mostró señales de estar “agotado”, Biden fue crítico con aquellas 80 millones personas que no han recibido alguna dosis.
Pese a que en Estados Unidos existe la mayor disponibilidad de vacunas e incentivos por ser inoculados, el titular de la casa blanca afirma que este sector de personas que se abstienen a recibir las dosis contra la covid-19 son el 25% de la población que está apta para vacunarse.
Hasta el 6 setiembre según Bloomberg, dicho país contaba con el 52.7% de la población con su esquema de vacunación completo (dos dosis).
Ayer el mandatario estadounidense en un discurso en la Casa Blanca, anunció la vacunación obligatoria de todos los empleados del Gobierno federal, es decir, un total de 2,1 millones de personas, entre otras medidas para contener el incremento de contagios en el país debido a la variante Delta.
«Muchos de nosotros estamos frustrados con los casi 80 millones de estadounidenses que todavía no se han vacunado. Aunque los no vacunados equivalen a aproximadamente el 25 % de los estadounidenses que cumplen los requisitos para inocularse contra la COVID-19, en un país «tan grande» como EE.UU., una minoría como esa «puede causar mucho daño», y lo está haciendo, enfatizó.
Además, Biden cansado de la situación hizo un llamado de atención a la población puesto que la “resistencia” de no querer ser vacunado ha hecho que incremente las hospitalizaciones y muertes por la variante delta del coronavirus en el país.
«Hemos sido pacientes, pero nuestra paciencia se está agotando, y su negativa (a vacunarse) ha tenido costes para todos«, confirmó.
Nuevas medidas
El jefe de estado firmó un decreto que establece un mandato de vacunación para los empleados federales y los contratistas del Gobierno, que hasta ahora tenían la opción de no ser vacunados si se sometían a pruebas de COVID-19 de manera regular.
No obstante, precisó que el Departamento de Trabajo publicará una norma de emergencia que obligará a todas las compañías que tengan 100 o más empleados a asegurar que están vacunados con la pauta completa o muestran un resultado de test negativo al menos una vez a la semana.
Es decir, sus nuevos mandatos afectarán a 100 millones de trabajadores, dos tercios de la fuerza laboral del país.
Como última advertencia, Biden aseguró plantar cara a los gobernadores y políticos republicanos que han intentado prohibir los mandatos de mascarillas o vacunas en las escuelas, al afirmar que se encargará de «apartarlos del camino» si se niegan a cooperar con su estrategia.
La expansión de la variante delta ha devuelto un panorama sombrío a EE.UU., el país con más muertes por COVID-19 del mundo, cuya media diaria de casos volvió a superar los 150 000 la semana pasada por primera vez desde enero, lo que ha saturado los hospitales y provoca más de mil fallecimientos cada día.
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