En algunos medios y corillos, algunos enemigos políticos y hasta algunos amigos por desconocimiento, especulan y hablan que el “Qosqo Runa se opuso a la explotación del gas de Camisea” y para redondear su faena y falacia señalan que “perdimos tiempo y oportunidad en el desarrollo”, como si ahora los cusqueños estuviéramos felices con tanto “progreso” en pagar el gas más caro del país y América Latina, lo que es peor observar como exportan el gas, pagando unos impuestos miserables, mientras que dejan sin petroquímica y generación de empleo productivo al país y el Cusco.
El Qosqo, sus organizaciones sociales y profesionales, universidad, municipios, salvo una minoría insignificante de opinantes por entonces; lo que enfrentamos y rechazamos, fue el modelo privatista y exportador que ofrecía la Shell ayer y hoy el Consorcio Privado junto a los gobiernos de entonces: Belaunde, García, Fujimori, Toledo, Humala etc. Lo que por entonces eran una amenaza a la soberanía, el desarrollo, la industrialización, ahora es una dura realidad en esta veintena de años con que se han implementado y ratificado, este modelo cuestionado por la vida y la praxis, baso esta afirmación para acabar con las especulaciones, invitando a cotejar los documentos oficiales de la Izquierda Unida, Frente Unido, Carta a la Región, entre otros, que fueron trabajados por un equipo bajo la dirección directa del Qosqo Runa, que pueden ser consultados en cualquier biblioteca pública o privada.
Desde un inicio la visión elaborada acerca de la explotación, uso, industrialización, comercialización del gas sus derivados e infraestructura fueron de carácter global e integral como recurso energético y estratégico, a fin de evitar la dispersión del contenido de las propuestas; estas preguntas y reflexiones defendidas por el Qosqo Runa siguen vigentes y son inseparables en el actual debate acerca del porvenir del gas, gasoducto, etc. una memoria y reflexión comparativa resultan importantes:
- ¿Quién es el dueño del gas, el Estado Peruano o la Empresa? Ahora como en aquella ocasión de los noventa, la pregunta sigue siendo real y válida; por entonces la propuesta de contrato y en el contrato actual el Estado Peruano pierde la soberanía y propiedad de este recurso en manos del consorcio privado; ahora el Consorcio define y dispone el uso del gas en calidad de dueño absoluto y único del gas en los distintos pozos de explotación; al extremo que nosotros tenemos que comprar el gas de acuerdo a sus tarifas altas y monopólicas, no obstante existir teóricamente algunas cláusulas de tarifa preferencial, que nunca se materializaron por disposición de la empresa y la levedad entreguista de los gobiernos de turno.
- ¿Para qué sirve el uso del gas, para el desarrollo de la sociedad peruana o simplemente para el mercado internacional? Como quiera que el Consorcio es el dueño del gas, para ellos la prioridad de su uso es la exportación, por estas consideraciones grandes volúmenes legales e ilegales de BTW, salen de exportación en barcos a mercados, que el Estado Peruano no puede verificar y supervisar. Porque este siempre fue el objetivo de su comercialización, los grupos de poder y el consorcio nunca tuvieron compromiso con el uso del gas, para la familia peruana, su petroquímica, tampoco en el cambio de matriz energética y menos en la masificación real del gas. Por esta razón no resulta casual su oposición total a la construcción del Gasoducto Surperuano y la petroquímica; su actual paralización por corrupción parte de esa trama.
- ¿Cómo se define el pago de los impuestos y el canon? Considerando que el Consorcio es propietario del gas, ellos disponen y condicionan la forma y porcentaje del pago de los impuestos vía canon; que proviene de un porcentaje mínimo de los $2.5 por BTW que han puesto como precio base de comercialización. Sin embargo este supuesto argumento técnico contable oculta un doble robo y estafa. En primer lugar ellos revenden el BTW de gas a 18 o 25 dólares a otros mercados, que lo contabilizan a solo $2.5 que está en el contrato, en cuyo marco se calcula el canon y no en los verdaderos precios que vende la empresa, de los cuales no paga nada y simplemente se los apropia. En segundo lugar no hay control y medición por parte del Estado Peruano de la cantidad de BTW de gas explotado y vendido por la empresa privada; el Gobierno Nacional se entera de las cantidades aproximadas de comercialización a través de unos datos publicados por una organización internacional, que nunca los verifican y contrastan a boca de pozo por la absoluta ineficiencia del Ministerio de Energía y Minas; tanto es así que el Perú ha ganado varios arbitrajes al Consorcio al haber demostrado que sobre exportaron y subieron el precio del BTW del gas a otros mercados, gracias a las denuncias internacionales y no por la capacidad del Estado Peruano.
- El carácter, propiedad y ruta del gasoducto, está diseñada y definida de acuerdo al uso y propiedad del gas. El actual Gasoducto Camisea a Pisco confirma dicha afirmación y preocupación del Qosqo Runa de entonces; el ducto es una tubería básicamente para la exportación, privada a pesar que la construcción fue financiada por todos los peruanos con el pago en los recibos de luz. Ni antes y tampoco hoy a estos grupos de poder les ha interesado un gasoducto basado en el país, en el macro sur, menos para surtir gas y líquidos a las petroquímicas, como tampoco hacer llegar dicha energía a nuestros hogares y vehículos.
Como gran concesión ahora juegan todavía a otra alternativa, la de construir otra tubería de Pisco a Moquegua, para surtir gas a una Central Térmica y generar electricidad, para las diversas minas de enclave que hay en el Sur del País; quieren regalar nuestro gas vía electricidad a las mineras que ya tienen exoneraciones tributarias, mientras tanto desean contentar y endulzar al pueblo con balones de gas traídos en cisternas desde Melchorita. Otro nuevo recurso para evitar construir el Gasoducto Macro Sur.
- La imposición del precio y la venta monopólica del gas al pueblo peruano. Ante el anuncio de Bolivia de construir un gasoducto para el sur y vender gas a un precio de mercado menor que Camisea, ha puesto en entredicho y desenmascarado el carácter monopólico de esta comercialización del Consorcio; en primer lugar ha demostrado que se puede y debe vender en precios menores y que puede y debe llegar a nuestros hogares. Es a partir de esta pulsación que Camisea quiere responder en el Cusco con 2 grifos de gas en Cusco y 1 en Quillabamba, un pequeño dulce como parte de una “masificación” para impedir la llegada del gas boliviano más barato.
Como se puede verificar en la realidad actual el modelo gasífero globalmente, no responde al país y al pueblo; es un modelo agotado y cuestionado por donde se le mire. Por ello en la línea coherente de Daniel Estrada, quienes somos sus camaradas, amigos, ratificamos que para el desarrollo y progreso regional y nacional, que es una agenda impostergable, resulta necesaria y urgente la revisión de ese contrato entreguista y monopólico; recuperar la soberanía del gas y darle un uso industrial y social para el país y el Macro Sur, construir un gasoducto para industrializar y generar valor agregado y empleo productivo. Ese fue y es el pensamiento estratégico del Qosqo Runa, lejana a una visión entreguista y falaz que esgrimen algunos defensores del modelo neoliberal en crisis y agotamiento; como distante de los diletantes obstruccionista.
Es frente a este contexto global que tenemos que luchar con una ESTRATEGIA GLOBAL que pasa por:
- REVISIÓN DEL CONTRATO DE EXPLOTACIÓN DEL GAS, para recuperar la propiedad y soberanía del gas; no hacer eso es seguir amarrado a las decisiones de consorcio y de los grupos de gobierno.
- DE LA REVISION DEL CONTRATO CAMBIA EL CARÁCTER Y CONTENIDO DEL CANON, con lo cual se debe elevar los impuestos y el canon de acuerdo a los precios internacionales.
- DEFINIR LA PRIORIDAD DEL USO DEL GAS, que en este caso debe ser para EL DESARROLLO INDUSTRIAL Y PRODUCTIVO DEL PERU, así como la masificación del consumo nacional y vehicular.
- ESTO SIGNIFICA UNA GASODUCTO PARA LA PETROQUIMICA Y LA INDUSTRIALIZACIÓN DEL PERU, que es muy distinto al gasoducto costero exportador.
- ROMPER EL MONOPOLIO DE LA COMERCIALIZACIÓN DEL GAS, recogiendo las experiencias de otros países, en que sus propietarios tienen precios especiales y promocionales como corresponde; caso Bolivia, Canadá, Rusia, entre otros.