Con información de RFI
Desde el golpe del 1 de febrero de 2021, la empresa energética Total estaba en el punto de mira de las ONG de derechos humanos. Como socio y operador del yacimiento de gas de Yadana, Total se había negado inicialmente a poner fin a sus actividades en el país, prefiriendo proteger a los empleados de su filial. La estadounidense Chevron también abandonará el país.
Los gigantes energéticos TotalEnergies (Francia) y Chevron (Estados Unidos) anunciaron el viernes que abandonarán sus actividades en Birmania por la situación del país tras el golpe de Estado.
«El deterioro de la situación de los derechos humanos y del Estado de Derecho en Birmania desde el golpe de Estado de febrero de 2021 nos ha llevado a reevaluar la situación y ya no permite a TotalEnergies hacer una contribución suficientemente positiva en el país«, dijo el grupo TotalEnergies en un comunicado.
«A la luz de las circunstancias en Birmania, hemos revisado nuestro interés en el proyecto de gas natural de Yadana para permitir una transición planificada y ordenada que lleve a una salida del país», apunto por su parte el portavoz de Chevron, Cameron Van Ast, en un comunicado.
TotalEnergies también se retirará de su yacimiento de gas de Yadana, en el mar de Andamán, que suministra electricidad a la población birmana y tailandesa, y produce unos seis mil millones de metros cúbicos de gas al año.
La filial de Chevron, Unocal Myanmar Offshore Co., está presente en Birmania desde principios de los años 1990. Tiene una participación minoritaria en el proyecto de Yadana.
Según la oenegé Human Rights Watch, los proyectos de gas natural son la mayor fuente de ingresos en divisas de Birmania, generando más de mil millones de dólares al año. Más de 1.400 civiles han sido asesinados mientras los militares reprimen la disidencia después de que un golpe de Estado destituyera el año pasado a la líder civil Aung San Suu Kyi, según un grupo de control local.
TotalEnergies es socio (31,24%) y operador del yacimiento de gas de Yadana, en el mar de Andamán, junto a los estadounidenses Unocal-Chevron (28,26%), PTTEP (25,5%), filial de la compañía nacional de energía de Tailandia, y la empresa estatal birmana MOGE (15%).
En abril de 2021, el proveedor prefirió mantener su presencia en Birmania y se comprometió a pagar el equivalente de los impuestos que paga al gobierno birmano a organizaciones de derechos humanos.
Total pone así fin a su presencia de veinte años en Birmania. La empresa eléctrica francesa EDF ya había tirado la toalla en marzo de 2021, suspendiendo un proyecto de 1.500 millones de dólares para construir una presa hidroeléctrica.
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