Con información de RFI
Desde de las gaseosas y comida rápida estadounidenses a los productos de lujo francés, cada vez son más las grandes empresas occidentales que dejan de trabajar en Rusia debido a la invasión de Ucrania. La opinión pública occidental ha pesado en la decisión de las compañías.
El último en la lista es el grupo editorial estadounidense Condé Nast, que anunció el cese de sus operaciones en Rusia, donde publica desde hace más de veinte años la edición rusa de la famosa revista de moda Vogue.
«Hemos decidido suspender por el momento todas nuestras operaciones editoriales con Condé Nast Rusia», escribió el jefe del grupo, Roger Lynch, en un comunicado publicado en su web.
«Seguimos conmocionados y horrorizados por la violencia sin sentido y la trágica crisis humanitaria en Ucrania (…) Es fundamental que podamos producir nuestros contenidos sin riesgo para la seguridad de nuestro personal«, explicó, en referencia a «la reciente adopción por parte del gobierno ruso de nuevas leyes de censura que ahora nos impiden hacerlo.»
La edición rusa de la revista Vogue se publica en Rusia desde 1998. También se publican las revistas GQ, GQ Style, Tatler, Glamour y AD.
En mundo de la moda y el lujo ya estaban siendo afectado por la decisión de dejar de operar en Rusia, como Chanel, Hermès, Prada y LVMH.
El gigante mundial de los cosméticos L’Oréal anunció el martes que decidió cerrar sus tiendas administradas por la marca en Rusia así como sus sitios en los grandes almacenes del país, pero su fábrica situada cerca de Moscú seguirá produciendo.
Esta fábrica, inaugurada en 2010 en la región de Kaluga, al sur de Moscú, fabrica champús y colorantes, así como productos de higiene y para bebés.
El grupo indica además que «suspendió todas las inversiones industriales y publicitarias» en Rusia, en una declaración transmitida a la AFP el martes.
«En lo que respecta nuestra actividad en Rusia, estamos completamente alineados con la posición del gobierno francés y las autoridades europeas», indicó L’Oréal.
La decisión de las grandes marcas no solo afecta al lujo. Presionados por la opinión pública para cortar sus puentes con Moscú, el gigante de los refrescos Coca Cola anunció el martes la suspensión de sus operaciones en Rusia, mientras su competidor PespsiCo prevé suspender la venta de bebidas pero seguir suministrando alimentos.
McDonald’s, cuyo llegada a Rusia tras la caída del Muro de Berlín había simbolizado la derrota del bloque comunista, anunció el cierre de sus 850 restaurantes en el país. Starbucks también suspendió sus actividades.
We will be temporarily closing all restaurants and pausing all operations in Russia. Click to read the message from our CEO in its entirety: https://t.co/ncoB2A8GC6
— McDonald's (@McDonalds) March 8, 2022
Heineken también anunció este miércoles que suspendía sus operaciones en Rusia.
#Heineken stops producing and selling #beer in #Russia. pic.twitter.com/998XQqAHEu
— NEXTA (@nexta_tv) March 9, 2022
En el sector del entretenimiento, la plataforma de video Netflix también se había sumado ya al boicot.
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