Hace unos días los resultados de la Encuesta Demográfica y de salud familiar 2021, elaborada por el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI), retumbaron las diferentes plataformas del país. Ya que demostraban que lo presente que están los diferentes tipos de malnutrición en nuestro país.
Por un lado dicha encuesta demostraba que a nivel nacional el 38.8% de niños de 6 a 35 meses de edad padecen anemia, mientras que el 11.5% de niños y niñas menores de 5 años de edad padecen desnutrición crónica, siendo las regiones de Huancavelica (27.1%), Loreto (23.6%) y Cajamarca (20.9%) las regiones con mayor prevalencia de desnutrición crónica.
Además, la ENDES también visibiliza el cómo las mujeres son un grupo poblacional afectado por la anemia, demostrando que el 18.8% de mujeres peruanas entre 15 y 49 años de edad padecen anemia, mientras que el 27% de mujeres embarazadas en nuestro país, son anémicas.
Por otro lado el Documento “Perú: Enfermedades no transmisibles y transmisibles 2021”, elaborado también por el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI), visibiliza los niveles de malnutrición por exceso, mostrando que el sobrepeso se mantiene en la población peruana, teniendo al 36.9% de personas mayores de 15 años con sobrepeso, presentándose una prevalencia en el 35.6% de mujeres mayores de 15 años y un 38.2% de prevalencia en hombres mayores de 15 años. Siendo las regiones de Áncash (40.2%), Pasco (40.9%), Madre de Dios (39.6%), Lambayeque (39.2%) y Moquegua (38.9%) las regiones más afectadas por el sobrepeso.
La obesidad también se encuentra presente en nuestro país, teniendo una prevalencia de 25.8% en personas mayores de 15 años, presentándose una prevalencia de 30% en mujeres mayores de 15 años y un 21.4.2% de prevalencia en hombres mayores de 15 años. Siendo las regiones más afectadas Tacna (35%), Moquegua (34.8%), Madre de Dios (31.9%) y Lima (31.1%).
Estas cifras nos demuestran la importancia de tomar acciones inmediatas para hacer frente a la doble carga de malnutrición que se presenta en la población peruana, pero además de responder desde las políticas públicas de los diferentes de niveles de gobierno. Ya que la responsabilidad para garantizar un estado nutricional adecuado en la población, recae tanto en el gobierno central, así como también en los gobiernos locales.
En ese sentido es necesario resaltar las políticas alimentarias locales que a la fecha he promovido desde la Municipalidad de Lima, pero que hasta el momento o no se han aprobado o no se han ejecutado ¿Qué se está esperando? Me lo sigo preguntando.
Tenemos por ejemplo a la ordenanza 2366, aprobada el 26 de junio del 2021 y que promueve la generación de entornos saludables para los niños, niñas y adolescentes en Lima Metropolitana, la cual crea 3 programas: “Lima Aprende Saludable”, “Lima Come Saludable” y “Puntos Saludables”, los cuales contribuirían a la generación de una ciudad saludable, pero que lamentablemente hasta el momento no se logran poner en práctica.
Por otro lado, y para hacerle frente al hambre existente en nuestra ciudad, impulsé 2 proyectos de ordenanza los cuales están camino en camino a ser aprobados: El Proyecto de Ordenanza que promueve la recuperación y rescate de alimentos agrícolas, acuícolas frescos en mercados mayoristas y mercados de abastos de Lima Metropolitana y el Proyecto de Ordenanza de promoción de la agricultura urbana y periurbana como estrategia para una alimentación saludable, ambientalmente segura y la promoción del desarrollo económico local de la Provincia de Lima. Proyectos de ordenanza que ingresé a la Municipalidad Metropolitana de Lima el año pasado, y hasta el momento siguen en espera a ser aprobados por el Concejo Municipal de Lima.
Dichas situaciones y datos, nos demuestran que la desidia política también puede ahondar situaciones tan graves como la malnutrición. Es por ello necesario que la ciudadanía se mantenga vigilante, para exigir respuestas reales desde los diferentes niveles de gobierno, y así hacerle frente a la próxima crisis alimentaria ya anunciada. Esperemos nuestras autoridades no reaccionen demasiado tarde.