Por Héctor Chunga
¿Cómo y qué informaremos desde el Perú los demócratas a la comisión de alto nivel de la OEA en medio del tránsito a nueva convivencia global entre los cambios y demandas de la época actual? ¿Cuál es nuestra talla y el de la propia OEA? El organismo multilateral lleva su propia procesión, y los países de la Comisión de alto nivel que llegará, que es una conveniencia de todos. Preside Paraguay con Ecuador, Colombia, Argentina, Uruguay, Belice y Costa Rica. El miembro virtual de siempre es EE.UU, que nos adeuda dialogar y acabar su forzada 3° guerra mundial desde su OTAN frente a Rusia, sacrificando a su hermana Ucrania apuntando a China.
Es época de nuevas tecnologías. Perú y Latinoamérica tenemos con que el pan y la belleza caminen a ser libertad individual y de los pueblos. Estas permiten el uso de tiempo cada vez menor en trabajo laboral (empleo digno para el pan) y la ampliación de la disponibilidad de tiempo para el trabajo en ocio productivo (de la belleza). Ambos crean, producen dignidad, humanizan. Será el rasgo superior del tránsito actual de época post capitalista neoliberal, post capitalista desde el Estado, post socialismo euroasiático y de socialismos des-industriales sudamericanos. La multipolaridad se define entre EE.UU, Rusia y China, que elude confrontar, pero se arma, preparando liderar un desarrollo compartido.
Desarrollo es realizar las capacidades, libertades, de nuestra personalidad y de los pueblos, superando crisis de crecimiento y desarrollo (CRED). En psicología –en salud- aprendemos no confundir ambas manos. Crecer es constante y tiene un límite. En el Desarrollo son las oportunidades y la voluntad o autodeterminación. A esto dedicó Marx, no a economía en sí, continuando lo que antes la humanidad se aproximó a dilucidar de nosotr@s mismos. Lo innovó Amartya Sen y Naciones Unidas asumió en parte, acotando. No tienen que ser comunistas, solo sabios. La caída del Muro de Berlín –1989- fue víspera del primer Informe sobre Desarrollo Humano. Las naciones en la OIT asumimos en 1993 la autodeterminación –y realización- de sus prioridades de desarrollo como el centro de los derechos colectivos de los pueblos originarios, en el Convenio N° 169, que ratificó Perú. Y China acaba de reajustar su plan: pasar de crecimiento acelerado a desarrollo moderado y compartido, como aprendieron y aportaron el 2008 Porter y Kramer mientras reventaban las burbujas del capital en todo lado.
Dos capacidades superiores logradas y potenciales en el planeta generarán actores y nueva cultura de convivencia. Primero en nano tecnología digital vía chip o semiconductores. Ahorran horas/hombre/distancia/contaminación energética enhebrando electricidad, internet, Litio y Cobre. Perú tiene estos últimos y por ampliar los primeros. Sí podemos microindustrializar. La segunda capacidad global lograda es la nano producción nutricional: alta productividad diversificada en pequeños espacios, usando tecnología hídrica con capacitación pertinentes para agricultura familiar –rural y urbana- autogestionaria. Avanza en Perú sin ser política pública la irrealizada 2° reforma agraria. Y podemos hacer fertilizantes, renegociando los fosfatos en Sechura – Piura. Somos únicos en Latinoamérica con pequeños productores propietarios individuales y comunales -cero gamonales- desde la única reforma integral -no solo agraria-, la del siglo XX.
Como todo cuesta en la vida, en la reconfiguración incipiente de actores para una nueva convivencia, se disputa en el globo si ésta será más democrática o si será autoritaria.
En Brasil ganó hoy, con las justas, heroicamente, la mitad +1 del pueblo por democracia. Derrotaron la opción autoritaria de Bolsonaro. Vuelve a gobernar Lula aunque no como gobierno de izquierda sino una coalición amplia junto al vicepresidente Alckmin, ex gobernador de la capital y ex militante destacado de la derecha neoliberal progresista, el PMDB, que reconoce derechos con tal que no se mueva un quinto del modelo económico. El 2016, el PMDB sumó a la destitución congresal de la ex presidenta Dilma Rousseff, del PT.
Esta coalición de gobierno entre centro izquierda y derecha neoliberal se produjo al variar en 2021 el eje de disputa que, pensaron de inicio, sería antineoliberal. Surgió para neutralizar que toda la derecha se uniera en contra de las izquierdas que quería aliar Lula. La complejidad de lo que viene en un gran país dividido está por sortearse. Mantenerse aliados, reimpulsar el bloque de las nuevas potencias -en el BRICS- entre la multipolaridad global, tiene al frente qué hará la mayoría ultraconservadora bolsonarista en Senado, Diputados y afuera.
Sin embargo, de otro lado, la “nueva realidad” revoluciona en positivo las relaciones entre Sociedad/Cultura, Estado y Mercado. Un rasgo es que, aún cuando todo cambio de época tiene incertidumbres, de los pueblos surgen espontáneos actos –irrupciones- democráticos, de autodeterminación. A veces, canalizadas institucionalmente, como nuestro victorioso Referéndum de reforma constitucional con 86% votando por SÍ, SÍ, SÍ, NO al final de 2019 y la victoria -por un pelo- de la espontánea mitad + 1 en 2° vuelta de junio de 2021.
Otras veces, se encauzan como estallidos estratégicos: Chile de 2019 abrió proceso de largo plazo que intentan administrar -más que gobernar- Boric y la Convención Constituyente. Sigue marcando el proceso el espontáneo pueblo aunque al timón estén sus elegid@s. El poder constituyente chileno confirma luego a casi 20 años de Chiapas, México: se manda obedeciendo el poder constituido (gobierno y convencianos). Con las redes sociales también superamos la subvaloración de la “plebe” y de la “masa”.
En nuestro futuro de democracia económica, no solo política, el factor constante seguirá siendo el representativo, pero el determinante será el participacionista. Dos caras de Jano, una misma moneda. Vamos recuperando que la Sociedad también somos Estado. Éste no se reduce a sus administradores. La burocracia es dueña de la cancha. La sociedad también somos Mercado, podemos ser dueños de la pelota, del juego total. Chile se lo advierte a sí mismo, a Perú y mundo. La democracia es total: económica, no solo política, o seguirá en crisis, globalmente.
Si hace más de 30 años Perú fue el siguiente laboratorio neoliberal luego del vecino ¿Perú y Chile nos encontraremos con esta conciencia para –luego- legalizarla como reforma?