Desde hace algunas semanas, y con más fuerza desde la proclamación de Pedro Castillo por el JNE, los medios de comunicación han centrado su atención en la elección de los próximos ministros y ministras del que será el primer gabinete de este nuevo gobierno.
Nombres van y nombres vienen, tantos como personas se acercan al centro de operaciones de Castillo en Breña. Si más de centro, si con experiencia, si del ala cerronista de Perú Libre, si parte de la alianza con Juntos por el Perú, cada día circulan más nombres y una pregunta se repite: ¿qué tipo de ministros y ministras debería tener el presidente Castillo? Sobre ello quisiera esbozar algunas ideas que considero importantes tener en consideración, sino para elegir ministerios (tarea que no nos toca) sí para analizar las elecciones que se hagan.
Acostumbrados a perfiles altamente técnicos para el cargo ministerial desde hace varias décadas, es innegable la necesidad de contar en el Estado con profesionales altamente calificados que permitan una buena gestión de las políticas y programas. Sin embargo, me parece importante anotar que la técnica y los diplomas por sí mismos no garantizan la gobernabilidad ni un reparto equitativo del crecimiento económico. Los técnicos pueden mostrar los mejores datos, pero se necesita de liderazgos con una visión clara de un proyecto político, una visión de país, que de dirección y tome decisiones coherentes de hacia dónde apuntar con la evidencia
Por ello, un ministro o ministra requerirá efectivamente de una capacidad técnica y, además, y esto sí creo que es fundamental para una rápida adaptación al cargo, algún tipo de experiencia en la gestión del Estado, pues de las capacidades, operatividad y administración de este depende también la forma en que se pueden o no sacar adelante determinadas políticas.
Castillo se encuentra frente al reto de mostrar resultados de los primeros cien días de gobierno para mantener y mejorar su apoyo popular, y para ello la gestión del Estado será fundamental
Además de la capacidad política para dirigir las prioridades de gobierno, es importante que una ministra o ministro cuente con capacidad política para dialogar con diversos actores e intereses, oyendo y no confrontando, pero si siendo firme en cuanto a sus prioridades y funciones si así se requiere.
También deberá poder gestionar de la mejor forma sus relaciones con el Congreso, pues para muchas de sus actuaciones se requiere de la creación o modificación leyes y porque es habitual que los titulares de las carteras tengan que asistir a comisiones a responder preguntas o, como ya hemos visto, pueden ser interpelados.
Una característica de la que se habla poco, y a veces se deja muy de lado en la decisión de quienes ocuparán los ministerios es la habilidad de comunicación. Lo que no se comunica no existe, y aunque se tenga al mejor jefe de comunicaciones (que también es una cualidad saber elegirle) el Ministro o Ministra será quien le transmita sus prioridades a comunicar y quien dé la cara. Tenemos carteras ministeriales en el Perú que parece que no existieran porque nunca comunican, y eso puede ser muy perjudicial.
Hablamos también aquí de la comunicación verbal y no verbal, porque de su relación con la ciudadanía en sus actos públicos también podemos deducir cosas, así como de su manejo de crisis (comunes en nuestro país)
Hemos hablado de técnica, de política y de comunicación y lo hemos hecho en singular, pero no quiero dejar escapar el factor de decisión vinculado a lo que el “equipo de gobierno” conformado por ministros y ministras transmite en términos simbólicos. ¿gabinete partidario o de amplia base? ¿más técnico o político? Cada cosa habla de las prioridades.
Quizás en la “ancha base”, y en un gobierno que se considera representante de “el pueblo” podría pensarse en un gabinete de alta representatividad de la sociedad: más mujeres (no renunciemos a la apuesta por la paridad ministerial), más jóvenes, más profesionales de origen afrodescendiente o indígena.
Mientras reflexionamos todo esto, seguiremos esperando el momento de conocer los nombres de este primer gabinete, y deseando el éxito de su gestión, que será el éxito de peruanos y peruanas.