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jueves, abril 24, 2025

Técnicas del golpe de estado

No debe quedar dudas que la coalición de las derechas que fueron derrotadas en las elecciones pasadas está dispuesta a derrocar al presidente constitucional Pedro Castillo. Esta decisión, fue tomado desde antes de su proclamación, felizmente no tuvieron éxitos; o, mejor dicho, fueron derrotados. Primero, intentaron que el JNE no culmine el proceso de revisión de actas impugnadas, con el oscuro propósito de llegar al 28 de Julio sin que se proclame al presidente para que el presidente del Congreso (se imaginaban que podía ser el ex almirante Jorge Montoya congresista por Renovación Popular), y éste, convoque a un nuevo proceso electoral para elegir Presidente. Fracasaron. Luego intentaron anular el proceso electoral para lo cual “lanzaron una ofensiva ante organismos para que declaren nulas las elecciones aduciendo fraude. Volvieron a fracasar.

Pensaron en otras estrategias, pero no se pusieron de acuerdo. Unos pensaron que había que impedir que juramente el 28 de Julio; otros se trazaron la meta de promover su vacancia en el más breve plazo: ¿un mes? ¿dos meses?… Optaron entonces por promover un golpe de estado.

EL GOLPE DE ESTADO

Las técnicas del golpe de estado han evolucionado. Ya las circunstancias para hacer un golpe militar, con tanques tomando palacio y comandos desalojando al presidente y cerrando el gobierno ya no es una opción, por ahora. Claro, los más chambones y alucinados lo intentaron: militares retirados firmaron comunicados pidiendo a los mandos militares impedir que Pedro Castillo asuma el gobierno; otros, como Phillip Butters incitaba a los afiebrados fujimoristas les decía “Tienen que ir y tomar Palacio de Gobierno…Van por Lampa, Carabaya y tienen que tomar Palacio en acto pacífico, caminen, no habrá ningún policía que los detengan, ni los Húsares de Junín, entran y sacan a Sagasti en pijama” (1)

No obstante, persisten. El núcleo duro de la coalición de la derecha insiste en un golpe de Estado inmediato. No se ponen de acuerdo si debe ser un golpe ya, en estas semanas, o si esperan unos meses más para provocar el derrocamiento de Pedro Castillo. “Hoy día son cada vez más los convencidos de que hay que acabar con este gobierno lo más pronto posible…”, dice el afiebrado Rospigliosi (2), pensando que cuánto más beligerante escriba o grite logrará su objetivo. Otros, más perspicaces y estratégicos recurren a Sun Tzu para diseñar su estrategia de guerra:

“En la oposición – dice el autor Oscar Silva, columnista de Lampadia -, no se percibe una estrategia perspicaz más allá de enarbolar rutinariamente los mecanismos constitucionales respecto al balance de poderes… en la oposición predomina una visión de guerra defensiva…, la visión de la victoria es difusa y fluctúa entre un deseo de amenguar la labor del gobierno – y así facilitar una transición política ordenada al término de su mandato – y la vacancia presidencial que permita nuevas elecciones generales en el corto plazo” (3). Y, claro, a continuación, se percata que la coalición de las derechas no se pone de acuerdo a cómo lograr vacar o derrocar al presidente. Tiene que ser ya, dicen; cuánto más se demoren en derrocar a Castillo, éste se consolidará y “llevar a cabo sus supuestos objetivos de igualdad social.” (sic)

¿Qué hacer, entonces? Repasan a Sun Tzu. Se dan cuenta que tienen que actuar rápido; que deben dejar de enredarse en sus tácticas, que deben “precisar dónde, cuándo y cómo enfrentarse al Ejecutivo; que deben destruir la estrategia del enemigo y “destruir las alianzas que soportan el poder ejecutivo Dividir al contrincante…”. Finalmente, recomienda, deben tener claro “qué es lo que se intenta defender: la democracia, el modelo económico o ambos…, el que está confundido en sus propósitos no puede responder al rival.”.

Queda claro que la estrategia del golpe al gobierno de Pedro Castillo está en marcha. Antes o después de la presentación del gabinete; antes o después de la censura de un gabinete. No van a dar tiempo para que el gobierno se consolide; no le permitirán gobernar, tampoco darán tregua. No se detendrán ante los llamados de diálogo o concertación; en todo caso para ellos, los pedidos de diálogo serán coartadas para ganar tiempo y fuerza.

MAS VALE PREVENIR QUE LAMENTAR

Todo lo narrado lo sabemos. No es ningún secreto. La derecha ha tenido el descaro de no ocultar ni intenciones, ni su estrategia. El golpe de Estado ya está anunciado. Sería un error, por tanto, no darse por enterado, y menos, subvalorar al contrincante, en este caso a la coalición de las derechas.

Creo que el principal error que está cometiendo el gobierno y particularmente, los líderes de Perú Libre, es no haber mantenido la unidad de la coalición democrática de partidos, movimientos, líderes políticos y sociales, y prensa democrática, con el cual derrotaron a Keiko Fujimori y la coalición de derechas. Los celos absurdos, las hegemonías mal entendidas, los protagonismos innecesarios han jugado en contra de la estabilidad del gobierno del profesor Castillo.

Nótese que el principal objetivo declarado de la derecha es romper la unidad de fuerzas que hizo ganar a Pedro Castillo. Obsérvese que el tiempo juega un rol preponderante en la estrategia de la derecha: o lo vacan ahora, o Castillo se fortalece con políticas de atención a la población.

Es hora que el gobierno evalúe mejor su estrategia. Resulta evidente que luego de juramentado el 28 de Julio y de nombrado el Gabinete Bellido el gobierno ha perdido la iniciativa. El Gabinete Bellido se ha visto acosado por la ofensiva de la derecha y de la prensa crítica que no le ha dado tregua.

Sería un gravísimo error del gobierno considerar que la población que votó por Pedro Castillo y que depositó sus expectativas en su gobierno lo respaldará por algún tiempo. No es así. La confianza se puede perder si es que no logra consolidar alianzas políticas con los partidos y movimientos que lo respaldaron; mejor aún, si es que no logra romper la coalición de la derecha. Debe considerar que hacer alianzas políticas siempre significa compartir objetivos, establecer compromisos, ceder y ponerse de acuerdo en agendas compartidas. Es decir, hacer todo aquello que le permita ganar tiempo para estabilizar la gestión del gobierno.

Están advertidos.

(1)https://elbocon.pe/trends/phillip-butters-a-los-simpatizantes-de-keiko-tienen-que-ir-y-tomar-palacio-de-gobierno-video-keiko-fujimori-pedro-castillo-willax-television-noticia/

(2)https://www.lampadia.com/analisis/gobernanza/acabar-lo-mas-pronto?utm_source=mailing+12082021a&utm_medium=email

(3)https://www.lampadia.com/opiniones/oscar-silva-valladares/sun-tzu-y-la-contienda-politica-actual-en-el-peru/

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