O donde esta el real problema de la ciencia, tecnología e innovación
Hace unos días atrás la presidencia del consejo de ministros dio la RM 216-2021-PCM que crea el “Grupo de Trabajo Multisectorial de naturaleza temporal con el objeto de elaborar una propuesta de Ley de creación, organización y funciones de un ministerio en materia de ciencia, tecnología e innovación”, de por si un nombre rimbombante para lo que consideran será el instrumento “clave” para …… bueno, ¿para qué? Y aquí empiezan los temas, exactamente ¿para qué quieren un ministerio de ciencia, tecnología e innovación?.
La primera respuesta, que repite de manera consistente el principal “impulsor” visible de esta iniciativa, Modesto Montoya nombrado Presidente del Instituto de Energía Nuclear, es que otros países de la región tienen ministerio de Ciencia y Tecnología. Demos contexto a esta respuesta primaria de Montoya. En efecto en diversos países de la región hay ministerios de ciencia y tecnología, algunos además han incorporado el tema de innovación, otros han incorporado temas digitales, pero todos han sido evolución de instituciones de Ciencia y Tecnología previamente existentes. En los últimos tres años han aparecido varios en la región (Chile, Colombia), otros han reaparecido (Argentina), pero de los principales (Costa Rica y Brasil) tienen mas de 3 décadas de operación. El de Venezuela tiene 20 años. Como referencia desde los 70’s en USA se tiene una oficina presidencial de Ciencia y Tecnología. El resto de países de la región tienen viceministerios, comisiones especiales, secretarias específicas, y diversas modalidades. Nota especial en Colombia la discusión duro varios años, igual que esta ocurriendo en México, sobre la modalidad de gobernanza, en foros abiertos y con participación de todos los actores.
La segunda respuesta a ¿para qué? Se responde desde la constitución del grupo de trabajo. Solo son entidades gubernamentales, sin integrantes natos de la sociedad civil, sector privado, academia. La imposición vista como política de estado, y que lo “discutan en el Congreso”. Seamos claros, el grupo de trabajo solo presentará un proyecto de ley (claro es la única manera de tener un ministerio, tal como dice la ley orgánica del poder ejecutivo art. 22.5). Pero ¿no es precisamente la ciencia un espacio de dialogo por naturaleza? Ahora bien, no solo se trata de Ciencia y Tecnología, sino de innovación, por lo cual extraña la ausencia de los otros actores. Pero también no se entiende por qué no se utilizó al Acuerdo Nacional como espacio de dialogo, más tomando en cuenta la política 20 sobre ciencia y tecnología. ¿O es un poco mas de esta visión mesiánica de que alguna “idea mágica” de un” ser mágico” resolverá el tema?
Una tercera respuesta se puede encontrar en la visión de “Ciencia y Tecnología” que se ha expresado previamente por parte de Modesto Montoya. La visión que una institución (Ministerio) dará acceso a recursos, porque “el debate de recursos se hace en el Consejo de Ministros”. Recuerdo la entrevista de Mavila Huertas a Montoya preguntándole a que entidad le quitará los recursos para dárselos al “nuevo ministerio” siguiendo su idea. Montoya no respondió. Curioso en la misma idea de “recursos” que el MEF no sea parte del grupo de trabajo de redacción. Más aún cuando para pasar de ser idea a proyecto de ley deberá ser aprobado por el Consejo de Ministros, y normalmente en temas financieros es el MEF el fiel de la balanza. Pero además no se trata solamente de recursos a invertir, sino de lograr que la inversión sea efectiva (tanto pública como privada). Los años pasados el presupuesto de CONCYTEC, entidad que ya tiene varias décadas encima (con sus bemoles pero avanzando), bueno el presupuesto no ha sido lo que debería ser para una entidad del carácter científico; pero los fondos para innovación si han ido creciendo sobre todo en PRODUCE ¿va esta propuesta sobre los fondos de InnovatePeru?, si la gestión de recursos es un tema de gestión ¿qué determina que sea un ministerio el camino mas eficiente para obtención e inversión?. Creo que la culpa de esta necesidad de contar con un “ministerio” es que alguien cree que tener el titulo de “ministro” resuelve la problemática de un sector, que además es no solamente gubernamental sino estructural a la sociedad entera, y con un especial enfásis en la academia, el sector privado y la sociedad civil.
Con lo cal nos lleva a una cuarta posible respuesta, pensada en que se ve la Ciencia y la innovación desde “las ciencias duras”. En diversos momentos las discusiones han sido de ¿quién hace ciencia?. Siendo así la labor científica de las humanidades y las ciencias sociales son poco mas que anécdota para algunos “científicos”. “Los que resuelven las problemas son los que hacen las cosas, los que hacen patentes, los que construyen diseños, no hacen ciencia esos que piensan las cosas, las humanidades no son ciencia, solo hacen escritos”. En efecto probablemente la inversión necesaria para montar una planta nuclear (y no es al azahar que pongo el ejemplo), sin duda es ingente, comparada con la investigación de ciencias sociales del problema de la informalidad o por qué los antiguos moches hacían huacos retratos; esos son problemas “que no necesitan muchos recursos”, el problema es que esas cosas de ciencias sociales también ayudan a construir un mejor país, no producen patentes, pero si producen cambios sociales. De nuevo la respuesta esta en la conformación de la comisión, salvo un representante del ministerio de educación, allí no hay gente de humanidades ni de ciencias sociales, ni tan siquiera del INIA (si esta el de energía nuclear, porque no los de investigación agraria, o los de estudios antárticos, o los del instituto tecnológico de producción). ¿Alguien pudiera creer que el texto ya este armado y que en realidad esto es solo para la formalidad?
Y ¿si entonces, no hay respuesta técnica, sino política?. Y por aquí pueden pasar por tres lados. Uno, devolverle el favor a Montoya por expresarle apoyo públicamente durante la campaña (y de hecho continua si leen su twitter), mas alla de la real utilidad del Ministerio; por ejemplo Pari en Petroperu. Una segunda respuesta pasa por un cumplimiento ciego del Plan de Gobierno de Perú Libre y una visión de “soberanía tecnológica”, siguiendo el discurso de Venezuela sobre el tema; crear nuestra propia vacuna, nuestro propio internet, nuestra propias tecnologías; claro solo que no han explicado (y no lo quieren decir) que estos procesos demoran décadas, pero hasta pudiéramos creer que decidieron dar un primer paso, y están dispuestos a esperar las décadas (espero que crean en la democracia); un tercer enfoque puede ir por la necesidad de una burocracia, es decir crear la parte administrativa como si esta resolviera el problema de fondo de desarrollo de capacidades desde la escuela, la inversión pública en ciencia y tecnología e innovación (sin carga política ni clientelajes a quienes rinden pleitesía al poder sino basados en su valía científica). Crear una institución para integrar (o mejor dicho desarticular) las otras entidades. En lugar de crear una red, se piensa en un sistema centralizado, esto no coincide con el discurso no centralista del actual gobierno, pero curiosamente coincide con visiones políticas de politburós.
¿Qué pudieron haber hecho? Fortalecer el modelo que ya estaba en camino de un sistema nacional de ciencia y tecnología (claro como lo hizó Sagasti pues probablemente no le guste al actual gobierno), pero destruirlo cuando recién se ha creado, creo que es equivocado. La ciencia avanza a hombros de gigantes, no con mirada de pitufos; se construye sobre lo hecho, no con complejos “adánicos” de creer que todo empieza con un nuevo gobierno o funcionario.
Y algo más para concluir, Ciencia, Tecnología e Innovación no es Transformación Digital o aspectos digitales de la sociedad. Entiendo que por ello no incorporaron a la secretaría de gobierno digital o al viceministerio de comunicaciones; pero en realidad hasta que no veamos lo que presenten no sabremos si también ahora bajo “ciencia y tecnología” no querrán también añadir temas de este corte. No han entendido que la flexibilidad de una agencia fortalecida es mayor y mas efectiva que un Ministerio, pero por ahora serán mas preguntas que respuestas.
Nadie se puede, ni debe irrogar, la voz de la ciencia en el Perú, tampoco de la tecnología, mucho menos de la innovación. Esa voz se escucha en un dialogo abierto de todos los actores (sociedad civil, sector privado, academia y gobierno), hacerlo de otra manera no sirve, al menos no en democracia. Y si algo tiene la ciencia es diversidad, tanto en los puntos de vista, como en la creatividad.