En la asamblea realizada el martes 26 de octubre en la comunidad de Pisaccasa, distrito de Mara, provincia de Cotabambas, departamento de Apurímac, las autoridades y dirigentes de comunidades de este territorio donde se encuentra asentado el proyecto minero Las Bambas discutían sobre la visita de la Presidente del Consejo de Ministros, Mirtha Vásquez junto a ministros, el miércoles 27 de octubre, buscando establecer el espacio de diálogo, establecer la paz social y que como consecuencia se desbloquee la carretera del denominado corredor minero.
La ministra Vásquez presidió una comitiva y se reunión en este distrito con dirigentes y autoridades y fue un encuentro simbólico entre la izquierda que busca reivindicaciones y demandas y la izquierda que gobierna y, por lo tanto, debe alcanzar resultados.
“El estado falló, hay un abandono del Estado…hemos venido a escucharnos para poder avanzar…pero si existe la mayor voluntad…Estoy con una comisión de alto nivel. No hemos venido con funcionarios que no tienen nivel de decisión. Construyamos juntos la salida y avancemos…tienen la razón de estar molestos con un Estado que no siempre está presente”; fueron algunas de las frases en la intervención de la titular de la PCM, respondiendo a las alocuciones y demandas planteadas por dirigentes y autoridades.
Esta manera de presentarse en Cotabambas como alguien muy cercano, empático, fue un factor central para reestablecer, una vez más, la confianza. Firmando las actas de acuerdo para retomar el proceso de diálogo, junto a anuncios de que recibirán el canon desde enero del 2022 y se priorizarán temas de inversión sensibles como el hospital o proyectos de saneamiento en la provincia.
Desde la izquierda reivindicativa, hicieron notorio el atraso y postergación en cuanto a los temas educación, salud, saneamiento que se puede resumir en las frases: “Nos quieren ver siempre con ojotas” “Nos hemos cansado de mesas de dialogo queremos fechas” “Sentimos que nos saquean…Por la fuerza se llevan nuestra riqueza” “Gobierno con sabor y olor al pueblo…se tiene que mostrar con hechos”.
La buena noticia es que se rencauzó el conflicto para volver al diálogo, con una figura como Mirtha Vásquez que aparece cercana o “familia” como la llamó el alcalde del distrito de Haquira.
Sin embargo, el tiempo podría convertir este primer resultado en un “dejavu” conocido. Que no se obtengan resultados o avances significativos, como ha ocurrido desde el 2014 por lo menos en las sucesivas mesas de diálogo y/o de desarrollo instaladas.
El problema de fondo por afrontar es que en casi todos los casos estos espacios de diálogo han entendido el reclamo de desarrollo, dicho de diversas formas por los pobladores de Cotabambas, como la elaboración de listas de proyectos de inversión u intervenciones del gobierno nacional, regional o la empresa minera MMG Las Bambas, y no en el diseño de un desarrollo territorial que en el caso de esta provincia no se puede entender sin mirar el corredor minero camino hacia las provincias cusqueñas de Chumbivilcas y Espinar.
El desarrollo territorial de las poblaciones (provincias y distritos) que conviven con la minería de alta producción y comparten el corredor minero como vínculo por donde discurre el mineral que ven pasar y alejarse hacia la exportación, muestra los límites y debilidades de una descentralización, de hace casi dos décadas, asentadas en los límites políticos departamentales y provinciales, y, que sólo son eso acuerdos políticos, pero nada tiene que ver con el desarrollo de los territorios.
El corredor minero es una oportunidad para generar una propuesta innovadora que no se sienta limitada por las circunscripciones políticas y mire las potencialidades que se pueden generar no sólo el asfaltado de esa vía y los pueblos alrededor, sino en las vigas culturales, turísticas y de intercambio económico que se pudieran generar en un plan territorial, que es mucho más que sólo hacer una lista de inversiones y actividades.
La democracia es forma y fondo. Esta muy bien que se generen y se conduzcan espacios de diálogo desde el aparato público estatal, donde lo que importa es escuchar y escucharse sobre postergaciones históricas y ordenarlas en prioridad; pero luego se debe pasar al fondo de las cosas, que es como se resuelve los problemas públicos y que institucionalidad se genera para ello.
El sector público con sus dependencias y sus 15 o 16 oficinas de conflictos ministeriales, por aquello de que el funcionario sólo puede hacer lo que manda la ley, tiene problemas serios para cumplir con lo que se compromete en la mesa, sino esta alineada al planeamiento y la prioridad presupuestal de cada una de las entidades públicas. Mucho más si son temas tan complejos como asfaltar o tener una alternativa férrea en el corredor minero.
Se han intentado varias formulas desde la aparición de las primeras oficinas de conflictos en el sector público, pasando por Altos Comisionados de conflictos y aprobando con sendas resoluciones de cada sector los acuerdos alcanzados en los espacios de diálogo.
Personalmente, creo que el Viceministerio de Gobernanza Territorial como funciones agregadas con sus tres secretarías tiene mucho más de potencialidad futura que real. Creada por la gestión de Fernando Zavala para agregar una tercera puerta entre los conflictos y el Presidente del Consejo de Ministros, y el Presidente de la República, tiene una estructura (esqueleto) potente, pero poco músculo. No es una autoridad, por ejemplo, entre las la oficinas de conflictos de los ministerios y las que existen en los gobiernos regionales, y esa es una posibilidad que coloco en el debate.
Lo otro, es ver que se puede hacer con la descentralización asentada departamentalmente, pero de carácter transitorio, según la Constitución. Se encuentra en una inercia, electoralmente los partidos no lo quieren tocar, porque les conviene tal cual, pero hace un daño enorme si el Estado intenta promover desarrollo territorial en poblaciones parecidas a Cotabambas.
La ministra Vásquez debiera revisar en la PCM informes que la gestión de Vizcarra encargó a la Secretaría de Descentralización elaborar el Plan Económico, social y ambiental de la zona de influencia del proyecto minero Las Bambas en al marco de la Ley N° 30589, ley que declara de interés nacional y necesidad pública el desarrollo económico y social de la zona de influencia del proyecto minero Las Bambas, constituida por la provincia de Cotabambas y el distrito de Progreso en la provincia de Grau, Apurímac. A fines del 2018 se consignaba 2, 800 millones de soles de inversión según distrito en la provincia de Cotabambas.
Los pobladores de Cotabambas, la izquierda reivindicativa, tienen una alta expectativa de la izquierda en el gobierno, pero eso que es una gran responsabilidad, también puede ser acicate para generar mayor conflictividad si el proceso de diálogo no va mostrando resultados. Lo del canon es una buena carta, pero no se reflejará en el corto plazo en los pobladores.