¿Los ciudadanos del Perú tenemos realmente acceso al diagnóstico temprano de cáncer y, de ser el caso, al tratamiento? A propósito del mes de octubre que fue el mes del cáncer, es pertinente el análisis del estado situacional de esta enfermedad, pero sobre todo el enfoque en esta columna es con respecto a los recursos humanos.
Cómo es de conocimiento general, el cáncer constituye un gran problema de salud pública a nivel mundial y sobre todo en los países en vías de desarrollo. ¿Por qué estos países? Por las brechas que estos países tienen en su sistema sanitario: desarticulación, financiamiento limitado, recursos humanos limitados, acceso a nuevas tecnologías, entre otros aspectos que son relevantes para el óptimo sistema sanitario.
Con respecto al caso peruano tenemos un sistema fragmentado, en el cual existe un acceso diferenciado al sistema de salud. Teniendo en cuenta este sistema sanitario, el cáncer viene a ser una enfermedad que lo desafía. Se reporta que en el Perú hay 6 mil nuevos diagnósticos mensuales (Globocan, 2020); lo cual representa una cifra preocupante. El Estado Peruano ha tenido distintas respuestas ante esta enfermedad, la más reciente y resaltante en la opinión pública es La Ley Nacional del cáncer (Ley 31336) la cual establece de manera obligatoria la atención integral de los pacientes oncológicos; así como lineamientos para fomentar políticas públicas de prevención. Aún esta ley esta en proceso de reglamentación, pero más allá de la normativa que es necesaria, lo preocupante es en materia de los recursos humanos disponibles.
Según el último “Análisis de la situación del cáncer” del Centro Nacional de Epidemiología, Prevención y Control de Enfermedades; en el Perú hay una inequidad en la distribución de recursos humanos. En el caso de los especialistas en oncología clínica el 80,9% de los médicos en esta especialidad se concentran en Lima, Arequipa y Callao; es decir, 19,1% se distribuye entre las 22 regiones restantes. Otro dato alarmante es con respecto los especialistas en oncología quirúrgica el 91% del total se concentra en Lima, La Libertad, Arequipa y Callao. Esta situación se repite en el informe con respecto a los otros especialistas en materia de cáncer.
Todo ello lleva a relucir la situación crítica de los recursos humanos a nivel nacional, sobre todo la situación de las regiones con menos recursos humanos. Lo cual se colige que los ciudadanos no tienen el mismo acceso para un diagnóstico temprano o no reciben un tratamiento de manera oportuno. Esta situación es muy agravante para el ciudadano, por ello es necesario el fortalecimiento de la gestión de los recursos, así como incentivar la especialización médica en oncología. Cabe resaltar que el cáncer no es la única enfermedad que afronta estas brechas, hay otras enfermedades que afrontan la misma situación como por ejemplo la salud mental. Quiero terminar llamando a la reflexión sobre las prioridades del sector salud; más que construir hospitales, a propósito del discurso de la premier Mirtha Vásquez, es hacer políticas enfocadas justamente en estas brechas.