Las elecciones en el país, suelen ser aluvionales y emotivos por una u otra candidatura, las campañas y sus resultados no son programáticas y menos ideológicas. Este contexto de muchas décadas tiene instalada en nuestra práctica política y electoral el “voto útil”, expresados en sus variantes por el “mal menor” muy recurrente en la izquierda y el “anti voto” ahora contra el “fujimorismo y el comunismo” que se maneja desde distintos flancos.
Muchos sectores sociales, académicos, opinión pública y hasta las encuestas, ante la evidente tendencia de la conducta destructiva y golpista de la derecha y ultraderecha – así como de la vocación autodestructiva y escaza solvencia para gobernar de Pedro Castillo y sus amigos- vienen generando el significante del “que se vayan todos”.
Como un resorte han respondido los voceros de la derecha, señalando que son posturas irresponsables con la democracia y la gobernabilidad, la constitucionalidad. Ellos que han prostituido la democracia, parchado y reparchado la vieja constitución de la dictadura, vaciado la democracia, solo quieren vacar o renunciar a Pedro Castillo y de paso también la Sra. Boluarte, vicepresidenta “quien, le toman la palabra, lo acompañará renunciando”, con lo cual abren curso a las ambiciones golpistas y ultraderechista de la todavía presidenta del Congreso: Sra. María del Carmen Alva.
Desde la izquierda reaccionaria, algunos grupos palaciegos en gobierno como PL y JP, respondieron apurados a este estado de ánimo del que se vayan todos, acusando que dicha medida “es caer en el juego de la derecha”, como si ellos nos estuvieran desgobernando hace meses con ministros y políticas de la derecha y el modelo. Tanto así que han renunciado hasta al reformismo más simple y básico, para convertirse en la moneda barata de los corruptos mayores y ricos que tienen capturado el Estado.
Otros doctores de los manuales en la vieja izquierda relanzaron, como en otros tiempos, rápidamente el fantasma del fascismo y que ante cuyo “inminente peligro” es mejor sostener al gobierno, con todas sus debilidades y majaderías. Argumentan que sería “puro anarquismo, espontaneismo y aventura esa línea”. El PC y Patria Roja defienden indirectamente a un gobierno cuyos partidos, como los ultras revolucionarios de Perú Libre y los sindicalistas magisteriales, los han menospreciado hasta en la portería de los sucesivos gabinetes.
Curiosa también la reacción de Nuevo Perú, que luego de su desafuero del gobierno por su “caviarismo”, no obstante haber parchado y salvado la imagen desgobiernista de Castillo, sigan vacilando a doble mano defendiendo a un gobierno indefendible y desleal con ellos. Perú Libre en su vocación por capturar clientelarmente los aparatos del Estado, prefiere aliados de la derecha corrupta.
Por otro lado, también los críticos un poco más serios de la derecha y la izquierda, afirman que, si se van todos, los próximos resultados electorales serán similares a los actuales y que la crisis política continuará por la pendiente crítica. Recomiendan la paz de los cementerios que, la derecha y ultraderecha se vuelvan angelicales y que el gobierno “izquierdista” convoque a super ministros de derechas que hagan el trabajo de los ganadores incompetentes.
LA DICTADURA CONGRESAL VIENE
REEMPLAZANDO AL EJECUTIVO
El Congreso manejado por el bloque de derecha y ultraderecha, ante un Ejecutivo falto de liderazgo e iniciativa, carente de equipo y totalmente improvisado; poco a poco viene subsumiendo y reemplazando las funciones y competencias del Poder Ejecutivo, Judicial, Electoral y trabajando en pared con el Tribunal Constitucional.
En primer lugar, los poderes económicos y mediáticos, tomando sus precauciones ante una eventual llegada de “caviares o comunistas al gobierno”, lograron construir y ganar una mayoría parlamentaria en la primera vuelta; con cuyos números ahora ejerce el copamiento del poder.
Desde esa hegemonía, en el terreno constitucional han logrado colocar candados a la vieja constitución. La han terminado desfigurando y demostrando que la misma se encuentra agotada y en crisis. El equilibrio y la independencia de poderes, fueron rotos a favor del Congreso, disminuyendo el presidencialismo y fomentando una supremacía parlamentaria, al extremo de tener el fácil expediente de la vacancia presidencial y prolongar una eterna crisis con ministros sin voto de confianza.
En el terreno económico, ahora con su tecnócrata de ministro en el MEF, ratificado el BCR con Julio Velarde desde antes, han vuelto a controlar la política económica y prolongarán el modelo. En cuanto a política concreta y su angurria, niegan a toda reforma tributaria que, pueda financiar una reactivación económica más popular e incluyente de los pequeños y medianos propietarios y comerciantes; desean usufructuar totalmente los beneficios del nuevo ciclo minero en alza, de manera unilateral. Esa es la madre de las batallas en el terreno económico, a la que ha renunciado el cerronismo y su presidente.
La famosa “reactivación económica” todavía desde Vizcarra fue asociada y para los grandes grupos económicos; les repartieron y entregaron nuestras reservas económicas, como salvataje financiero para sus grandes empresas, mientras regateaban bonos de sobrevivencia para una población en desempleo y confinado en sus casas por la pandemia.
Ahora, se quieren comer la torta en solitario. Por sus dudas con este gobierno populista a pesar de su derechización, vienen aprobando e impulsando desde el Congreso normas económicas, tributarias, administrativas, que corresponden a las políticas del gobierno, esto ante el silencio y la rendición del Ejecutivo.
Los tiburones del poder, para contentar su bloque entregan las menudencias y las pesetas, con normas y ministerios a los mercaderes de las universidades ilegales, a las mafias de transportistas informales; entregan el Ministerio de Salud y Ministerio de Cultura en repartija a Perú Libre, APP, AP, Somos Perú. Escandaloso el caso de salud, premiando a un anti vacuna, para malversar los fondos que el sector recibirá para el combate a la pandemia. Este Gobierno es totalmente funcional a esta tendencia clientelista de la derecha.
Como si fueran pocas las maniobras, viene manejando y presionando al Jurado Nacional de Elecciones para arreglar e interpretar, programar y digitar las elecciones regionales y municipales al gusto de los partidos de la mafia y repartija congresal.
En resumen, tenemos una dictadura parlamentaria en marcha, una hoja de ruta con políticas de gobierno para todos los sectores y poderes; frente al vacío de gobierno por tener al frente a un ejecutivo timorato y sin horizonte, toman sus decisiones con el festejo de los poderes económicos y mediáticos.
Muy felices, siguen desplegando su estrategia comunicacional y política agresiva y llena de fakes news, levantan el chantaje vacador o la renuncia obligatoria; ruido político para asustar al inquilino precario de Casa de Gobierno; mientras evitan debatir y resolver los problemas de la crisis económica, ambiental y la pandemia que son las agendas que reclama el pueblo.