El Premio Nobel de Literatura 2021 se le concedió al escritor africano Abdulrazak Gurnah, natural de Tanzania y radicado en Londres. Su obra es aún poco conocida en nuestra región, pero ya circulan algunos de sus libros. El más emblemático según los entendidos, “Paraíso”, es el que motiva el presente comentario.
La novela tiene dos personajes centrales: el joven Yusuf y su tío Aziz (que, en realidad, no lo es), y uno principal que, en palabras del propio Gurnah, adquiere una relevancia emocionante: la naturaleza. La belleza de los paisajes, su exotismo, la hermosura de la vida silvestre, la aridez de los desiertos, el enigma de la selva, las lluvias, los ríos y el calor, todo recorre el relato con la deslumbrante prosa del Premio Nobel para confirmar el acierto del título de la obra: “Paraíso”.
Yusuf siendo adolescente, es entregado por sus padres al tío Aziz, quien lo lleva a sus tierras. Aziz es un encumbrado comerciante del lugar, dueño de una casa rodeada de jardines esmeradamente cuidados y vivaces. Tiene también una tienda vecina en la que Yusuf empieza a trabajar para aprender y servir. Khalil, su compañero, es quien le enseña. Con el transcurso del tiempo y algunas revelaciones, Yusuf se entera que Aziz no es su pariente (ahí descubre que no es su tío), y que lo que está haciendo con su trabajo es pagar la deuda que su padre contrajo con el comerciante. Cae en la cuenta entonces que no es libre.
Abdulrazak Gurnah tiene una prosa lenta, precisa, cuidadosamente descriptiva. Hace uso de un ritmo que subyuga, inadvertidamente. No es exuberante. Utiliza los diálogos cortos y los intercala con la naturaleza y referencias al ambiente bucólico. Se rinde ante dicha belleza
Yusuf sigue creciendo y empieza a viajar acompañando a Aziz en sus campañas comerciales. Visitan distintos pueblos y caseríos vendiendo toda clase de mercaderías, que cargan largas columnas de servidores de la zona. Yusuf va descubriendo otros lugares y conociendo más gentes. Advierte la existencia de estamentos sociales. El tío Aziz es recibido como un personaje reconocido: le hacen reverencia, lo saludan besándole la mano, le cantan, lo atienden como si fuera una autoridad. Y es solamente un comerciante que lleva cosas para vender.
En esos viajes comerciales, cada vez más frecuentes y largos, Yusuf va dándose cuenta, también, del proceso de colonización por parte de los ingleses y alemanes, al que estaban sometidos los pueblos que visitaba. La creatividad de Abdulrazak Gurnah aparece entonces con una prosa sutil para contarnos la historia de la conquista de aquellos pueblos africanos. Yusuf y sus vicisitudes son el vehículo para enterarnos.
Luego de los viajes, Yusuf regresa a los dominios de Aziz y, nuevamente, a hacerse cargo de la tienda del lugar. Encuentra que nada ha cambiado, salvo el paso del tiempo. Khalil sigue allí, haciendo lo mismo. Los jardines siguen estando hermosos y bien cuidados. Conoce a la señora de la casa, primera esposa de Aziz, quien se revela como un personaje enigmático e insinuante. Conoce también a la asistente de la señora, quien la atiende y la sirve en todo lo que ella necesite. Se trata de una atractiva joven, hermana de Khalil, ante la cual Yusuf quedó deslumbrado desde que conversó con ella. Tanto que Yusuf empieza a soñar: hace planes, piensa en su futuro, se imagina iniciando una vida con ella, y tener una familia. Se olvida que no es libre. Y entonces aparece un contingente de prisioneros, maltratados y hambrientos, de un regimiento alemán que los ha sometido, para enturbiarle su sueño.
Abdulrazak Gurnah, en “Paraíso”, demuestra ser un escritor fino y sensible que, al tiempo de narrar la historia de un adolescente que se convierte en joven adulto, nos va descubriendo la belleza de la naturaleza de su África natal y el inicio de la violenta colonización a la que fue sometida.
Abdulrazak Gurnah, autor de «Paraíso»
Muy interesante el análisis de la novela, cuya trama discurre dentro de un ambiente enternecedor y silente.